El mito de Penélope en una vereda cualquiera

El mito de Penélope en una vereda cualquiera

Jorge de Lassaletta estrena “Mariposas después de la lluvia”, el nuevo texto de Rafael Nofal sobre dos seres despojados y en la calle.

UNA RELACIÓN ESPECIAL. Huerto Rojas Paz e Ignacio Hael componen los personajes de la nueva obra de Nofal.   UNA RELACIÓN ESPECIAL. Huerto Rojas Paz e Ignacio Hael componen los personajes de la nueva obra de Nofal.
05 Agosto 2017

DOS PROPUESTAS

• A las 22, en Sala Ross (Laprida 135) se estrena “Mariposas después de la lluvia”; y en La Colorida (Mendoza 2.955), “El Otro o las múltiples variantes de una misma”.

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El mito de Penélope, que espera el regreso de Ulises de la guerra de Troya y elude a sus pretendientes tejiendo una mortaja, y la aparición del huérfano Telémaco, que busca desesperadamente la contención de una madre, se trasladan de la Grecia antigua a las veredas de Tucumán.

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Esos personajes fueron tomados como referencia por Jorge de Lassaletta para la dirección de “Mariposas después de la lluvia”, la nueva obra de Rafael Nofal que estrenará esta noche en Sala Ross, en el marco del Séptimo Festival Internacional Mujeres a Escena. Actúan Huerto Rojas Paz e Ignacio Hael.

El texto explora en la humanidad de dos personajes que viven en alguna calle céntrica de la capital y los acompaña desde un amanecer hasta la noche. La puesta está alejada del realismo y juega con el grotesco y con la comedia, con espacio liberados a la emoción y a la poesía, como lo que dice uno de sus personajes: “pienso todo el tiempo en vos y en las mariposas amarillas que aparecen en nuestra isla después de la lluvia”.

Al sintetizar en una idea el texto de Nofal, De Lassaletta no duda: “trata de la rebelión de las palabras por la fuerza y operatividad bélica, que adquiere un juego de consignas que expresa una declaración guerrera al mundo real, a esa violencia limitada y sanitaria del sistema”.

“La obra me habló de la marginalidad social; de la marginalidad del pensamiento y de las palabras; y de la exclusión de la cordura, para entrar en otra dimensión subjetiva y mítica. Los personajes tienen un anclaje en la realidad urbana, pero el texto, en muchas secciones, posee la abstracción y la musicalidad de los sortilegios y la exhortaciones al desaparecido. Tiene una concreción dialógica para que se revelen y se cuenten, donde aparece la esencia del fogón criollo y del circo y su dúo cómico: el clown y el payaso”, explica.

El director reivindica “los ejes de lo mítico y de lo subjetivo de la locura del personaje femenino, junto con la necesidad de concreción del amor y de la familia, que son sus carencias”. Nofal se inspiró en una enferma mental real para construir a Ella, para quien Jorge (golpeado por la confusión y la desesperanza del abandono y el desamor) ocupa el lugar del hijo y acelera la definición del regreso mítico del padre, con vínculos con los clásicos griegos. Otra referencia, según el director, es la dimensión del desaparecido, que la terca y desmesurada locura actualiza con firmeza.

Las acciones se desarrollan en una vereda cualquiera de la ciudad. Así se profundiza la condición de espacio público, donde no existe lo privado ni lo propio.

“Es un lugar de paso para todos, no es para establecerse aunque ellos permanezcan allí. Ese contraste le da la dimensión de un púlpito, de una tribuna, del escenario universal de la legua, aunque esté apenas remarcada como espacio real. Aparece la perplejidad o el rechazo de la mirada social, mientras que Ella transitará espacios contiguos en otras dimensiones de su ritualidad, mientras que él cae llevado por el azar de contingencias involuntarias, ya que lo mueve el dolor en carne viva y no puede encontrar un espacio donde descansar del sufrimiento. Por eso parecerá compelido a confesar su historia e irá transitando su duelo”, describe.

El Festival tiene otra propuesta para esta noche: también a las 22, pero en La Colorida, desde Brasil Juliana Spinola trae “El Otro o las múltiples variantes de una misma”.

La actriz propone una exploración escénica sobre la ausencia, la soledad, la nostalgia, la búsqueda de un complemento, de un lugar, de nosotros y de nosotras. Su compromiso la lleva a investigar estados corporales de agotamiento y de suspensión, atravesados de contrastes y contradicciones de un cuerpo que se pierde y se encuentra todo el tiempo. “¿Qué significa ser un cuerpo que está siempre en búsqueda de otro? Otro país, otro tiempo, otra vida, otro cuerpo...”, es el planteo de fondo de la obra.

Entre el martes y el jueves, Spínola dictará además el taller “Cuerpo subjetivo y político: estrategias para liberar el movimiento (Propuesta individual para intento colectivo)”, también en La Colorida.


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