“Si no se reencauza la política de gastos, habrá una crisis fiscal”

“Si no se reencauza la política de gastos, habrá una crisis fiscal”

Eduardo Robinson recomienda ser “más finos” a la hora de administrar recursos

23 Noviembre 2016
El sistema tributario argentino ejerce una fuerte presión, en especial sobre sector productivo. Este factor, según explicó el economista tucumano, Eduardo Robinson, impide que la economía acelere su repunte, para dejar atrás la recesión. Con un esquema impositivo que ahoga a las agroindustrias, la economía argentina se queda sin fuentes de financiamiento, justo en momentos en que el Gobierno nacional impulsa un proyecto para modificar pautas del Impuesto a las Ganancias. Por todo esto, insistió Robinson, es hora de mirar la estructura del gasto público (Nación, provincias y municipios), porque el Estado no tiene más margen para subir impuestos que compensen el costo fiscal de un eventual retoque en Ganancias.

“Es como en la familia. Cuando se estira, el gasto se convierte en un barril sin fondo. Entonces, es necesario revisarlo”, comparó el especialista durante una charla con LA GACETA. Sobre este punto, Robinson insistió en la necesidad de “ser más finos” a la hora de administrar las erogaciones estatales. “Si la Argentina no reencauza su política de gasto, tendrá una crisis de orden fiscal. Estamos viendo las luces amarillas de un problema fiscal de fondo”, alertó.

Por otro lado, el economista recalcó que, desde hace tiempo, “Ganancias es un impuesto que se desnaturalizó”, por lo cual es necesario revisarlo. No obstante, afirmó que el margen para crear nuevos impuestos, tanto en la Nación como en las provincias, es escueto. “En Tucumán, todos los años hay revaluaciones fiscales de los inmuebles y del impuesto automotor. Y, en paralelo, es una provincia que tiende a incrementar su gasto público y a disfrazar el empleo. Por lo tanto, la creación de nuevos impuestos es perjudicial para la economía”, observó Robinson. “Antes de mirar los ingresos, creo que hay que verificar los gastos, para que sean más eficientes y productivos”, añadió. Revisar la estructura del gasto estatal, según advirtió el economista, no implica hacer un ajuste brutal. “Se confunde esto de bajar el gasto con un ajuste. En realidad, la idea es orientar los recursos hacia actividades productivas, y no mirar tanto las fuentes de financiamiento”, recomendó Robinson. “Las provincias del NOA son ‘empleomaníacas’. Entonces, la productividad del Estado es baja y el gran tamaño que tiene el sector público local no le sirve a la economía”, agregó el experto.

Con los cambios que el Gobierno nacional impulsa en el Impuesto a las Ganancias asume un costo fiscal para la recaudación tributaria, al cual el Ministerio de Hacienda y Finanzas le puso un tope de $ 27.000 millones. El economista Félix Piacentini, director de la consultora Noanomics, afirmó que este costo fiscal no es una cifra de gran magnitud, pese a que Ganancias es un impuesto coparticipable. Según el experto, la cifra puede ser equilibrada por la provincias, mediante estrategias que ayuden a bajar gastos públicos corrientes.

“No es una pérdida”

Durante una entrevista con LA GACETA, el especialista señaló que el monto que se resignará en la recaudación no representa, necesariamente, pérdidas de financiamiento para los distritos subnacionales. “No es una pérdida neta, porque al modificar las pautas de Ganancias aumentarán los ingresos disponibles de los habitantes. Por lo tanto, tendrán más recursos para gastar. Entonces, lo que se pierde de coparticipación por Ganancias, las administraciones provinciales podrán recuperarlo, en parte, mediante Ingresos Brutos”, señaló el economista.

Ante este escenario, Piacentini aseguró que los gobiernos subnacionales no deberían aumentar los impuestos internos, “porque la presión fiscal es insostenible”. “En todo caso, deberían analizar qué ajustes pueden aplicar en la estructura de gastos corrientes, y no en la inversión pública, que también está rezagada, para compensar una eventual pérdida de ingresos por Ganancias. Lo ideal sería esperar y después ajustar gastos corrientes”, insistió.

Las provincias deberían tomar las modificaciones en Ganancias como una medida de estímulo y no como un castigo fiscal. “Si cada vez que se baje un impuesto nacional, las provincias tengan la tentación de subir uno local, el problema de la presión tributaria no se resolverá nunca”, sostuvo Piacentini.

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