Los Tarcos: equipo familiar

Los Tarcos: equipo familiar

Santiago Portillo se dio el gusto de festejar con Omar, su padre y entrenador

AHORA ME TOCA A MÍ. Santiago carga sobre los hombros a Omar, segunda línea del Tarcos campeón Regional de 2004. AHORA ME TOCA A MÍ. Santiago carga sobre los hombros a Omar, segunda línea del Tarcos campeón Regional de 2004.
25 Octubre 2016
Durante la semana, Santiago Portillo subió a su cuenta de Instagram una foto de hace 12 años, en la que aparece celebrando el anterior título regional de Los Tarcos subido a los hombros de su padre, Omar, jugador de aquel “Rojo” campeón. Fue una suerte de premonición. Luego de una interminable espera, padre e hijo pudieron darse el gusto de repetir la foto, aunque invertida: en todo este tiempo, Santiaguito creció lo suficiente como para cargar a su padre y entrenador, de más de un metro noventa, sobre los hombros.

“Desde que uno comienza a jugar al rugby, el máximo sueño es ser campeón con la Primera de tu club. Y para mí tiene un plus porque mi viejo es uno de los entrenadores. Igual, no es la primera vez: ya lo tuve en M17 y en M19, donde también fui campeón. Somos muy cabuleros los dos y queríamos ver si podíamos cumplir también en Primera. Y mirá vos, metimos Torneo del Interior y ahora el Regional”, infla el pecho el octavo.

“Soy un privilegiado al poder compartir con mi hijo una pasión tan grande. La relación con el ‘flaco’ siempre estuvo muy clara. Él sabía diferenciar muy bien cuándo tenía que dirigirse a mí como padre y cuándo como entrenador. Por eso, lo único que tengo para decirle es gracias. Gracias por dejarme compartir con él este momento, que quedará guardado para toda la vida. No hay palabras suficientes. Simplemente, gracias”, se emociona Omar

Siga el baile

La consagración “roja” fue el final feliz de una crónica por demás angustiante, porque el club del exaeropuerto estuvo a segundos de quedarse con las manos vacías. Y Santiago debió vivir ese epílogo desde afuera, tras salir por un golpe en la cabeza.

“Se notó que somos un equipo joven todavía. Por suerte en el segundo tiempo entraron los viejitos que tenemos en el banco para dar vuelta la historia. Pero el final fue para el infarto, casi me muero. Cuando le dan penal a Tucumán Rugby y suena la corneta, me tapé la cara y empecé a llorar a gritos, porque pensé que se había terminado todo. ¡Pero cuando volví a mirar, la pelota la teníamos nosotros y estábamos atacando! Me paré y quise salir corriendo, pero estaba mareado por el golpe y empecé a ver todo borroso, ja ja”, relata el tercera línea esos instantes finales.

Omar tiene una anécdota para compartir,que ilustra en parte por qué Los Tarcos está de fiesta otra vez. “En el entretiempo les estábamos diciendo a los jugadores que había que reaccionar urgente, y Lisandro Mender irrumpió para decir ‘de esta cancha no nos vamos si no es como campeones’. Fue muy fuerte”, asegura el ex segunda línea, para luego agradecer: “a toda la gente que estuvo detrás de esto. A nosotros nos tocó conducir el barco, pero el trabajo y el respaldo es de todo el club. Ahora, a disfrutarlo. Y felicitaciones a Universitario, que también hizo un gran torneo y lo tiene bien merecido”

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