Abren una cátedra para estudiar el ateísmo

Abren una cátedra para estudiar el ateísmo

APPIGNANI. El retirado empresario subvenciona “el estudio del ateísmo, humanismo y la ética secular”. Foto de Max Reed para The New York Times. APPIGNANI. El retirado empresario subvenciona “el estudio del ateísmo, humanismo y la ética secular”. Foto de Max Reed para The New York Times.
29 Mayo 2016

Laurie Goodstein / The New York Times

Con un creciente número de estadounidenses que dejan detrás a la religión, a finales de abril, la Universidad de Miami recibió una donación de un acaudalado ateísta para lo que él dice que es la primera cátedra “para el estudio del ateísmo, el humanismo y la ética secular” en Estados Unidos.

Se estableció la cátedra después de años de discusiones, con una donación de 2.2 millones de dólares de Louis J. Appignani, un empresario retirado, y ex presidente y director de la escuela de modelaje Barbizon International, quien ha aportado subvenciones a muchas causas humanistas y laicas, pero ésta es la mayor hasta este momento. La universidad, que todavía no anuncia públicamente la nueva cátedra, nombrará a un comité de miembros para que realice la búsqueda de un investigador que ocupe el cargo.

“Estoy tratando de eliminar la discriminación en contra de los ateos”, señaló Appignani, quien tiene 83 años y vive en Florida. “Este es un paso en esa dirección, hacer legítimo al ateísmo”.

Los departamentos y profesores de estudios de la religión son una característica estándar en la mayoría de las universidades y colegios, a muchos de los cuales los fundaron originalmente ministerios e iglesias. El estudio del ateísmo y el laicismo apenas hoy empieza a surgir como un campo académico aceptado, dicen los investigadores, con su propia revista, conferencias, cursos y, ahora, una cátedra subvencionada.

“Creo que es un paso muy audaz de la Universidad de Miami, y creo que habrá otros”, aventuró Richard Dawkins, un biólogo evolucionista, lumbrera y ateo, autor de The God Delusion (“La ilusión de Dios”).

“Es terriblemente importante sacudirse los grilletes de la religión en el estudio de la moralidad”, manifestó Dawkins en entrevista telefónica desde su casa en Gran Bretaña.

El porcentaje de estadounidenses que dicen no tener ninguna afiliación religiosa ha aumentado rápidamente en poco tiempo. En 2014 se declaró así el 23% de la población, en comparación con 16% que se reconocía de esa manera en 2007, según un informe del Centro Pew de Investigación. Los jóvenes son aún menos religiosos, con 35% de los “milennials” (los nacidos entre 1981 y 1995) que se identifican como ateo, agnóstico o sin ninguna religión.

Los estadounidenses laicos están empezando a organizarse. Durante mayo, justamente, los no creyentes se dirigen a Washington para cabildear en el Congreso y realizar un “Mitin de la Razón”, en el monumento a Lincoln. Allí exhiben cuántos son y promueven la separación de la Iglesia y el Estado.

Dado que a los ateos todavía se los estigmatiza y denigra en Estados Unidos, se requirió de cierta persuasión para que la Universidad de Miami estuviera de acuerdo en crear una cátedra con la palabra “ateísmo” en el título, según Harvey Siegel, un profesor de filosofía que ha ayudado a negociar el acuerdo. Comentó que hace más de 15 años, cuando él era director del departamento de filosofía, Appignani y él apenas empezaban a hablar de la idea de una cátedra para estudiar el ateísmo y el laicismo.

“Ello fue una gran renuencia por parte de la Universidad, tener una cátedra subvencionada con la palabra ‘ateísmo’ en el nombre, y eso fue algo que hizo que Lou se echara para atrás”, dijo Siegel. “El no lo haría a menos que tuviera la palabra ateísmo en el nombre”.

La universidad tenía razones para ser cautelosa, reconoció Thomas J. LeBlanc, el vicerrector ejecutivo y director.

“No queríamos que nadie malinterpretara y pensara que iba a ser un cargo de activismo para un ateo”, comentó. “Nuestro departamento de religión no está asumiendo una posición de defensa cuando enseña catolicismo e islamismo. Tampoco estamos tomando una posición de defensora cuando enseñamos ateísmo o ética secular”.

Al preguntársele si esperaba alguna reacción violenta, LeBlanc dijo: “Se trata de un área en la que las personas pueden emocionarse demasiado, si, de hecho, no miran cuidadosamente lo que está pasando. La idea de que existen enfoques en los que no hay una deidad para explicar nuestro entorno, no es polémica en la academia”.

Appignani dijo que rechazó una propuesta de último minuto de un decano para llamarla una cátedra “de naturalismo filosófico”. En su lugar, dirigentes universitarios y él trabajaron para llegar al título, ampliando el ámbito al incluir al humanismo y a la ética secular.

El impulsor

Appignani creció como católico romano en la ciudad de Nueva York, con padres inmigrantes italianos. Su padre planchaba ropa en Manhattan. Él asistió a escuelas católicas y dijo que se hizo no creyente en el Colegio Municipal de Nueva York cuando descubrió la obra del filósofo británico y premio Nóbel Bertrand Russell.

Con el dinero que ganó en la escuela Barbizon, creó la fundación que ha otorgado subvenciones a organismos como la Asociación Humanista Estadounidense y la Coalición Secular de EEUU, así como el Centro Legal Humanista Appignani.

Con el paso de los años, Appignani ha patrocinado dos conferencias dictadas por Dawkins en la Universidad de Miami. Las discusiones sobre una cátedra adquirieron impulso el año pasado con la llegada de un nuevo rector de la universidad, Julio Frenk.

Frenk anunció que pretendía reclutar nuevos talentos creando 100 cátedras nuevas para cuando se celebre el centenario de la Universidad en 2025, dijo Margot S. Winick, vicerrectora adjunta en la Universidad. La cátedra en ateísmo es la quinta que ha añadido hasta ahora, puntualizó.

El precursor

El Colegio Pitzer, una escuela de artes liberales en el sur de California, con alrededor de 1.000 estudiantes, se convirtió en la primera en iniciar un programa y una maestría en estudios laicos hace cinco años. Phil Zuckerman, un sociólogo de la religión que fundó el programa, dijo que ahora se ofrecen cuatro cursos solo sobre secularidad y muchos otros que imparten seis profesores adjuntos en el departamento. Solo dos estudiantes han optado por la maestría en estudios seculares, comentó, pero los cursos son populares. En su clase de “Secularidad y escepticismo”, el año pasado, tuvo que rechazar a 25 estudiantes, más que los 22 a los que pudo admitir.

Los académicos han formado la “Red de investigación sobre la no religión y la secularidad”, la cual realizará su segunda conferencia este verano en Zúrich. Ahora ya está en marcha la revista, revisada por pares, Secularism and Nonreligion.

“Existe una necesidad real de los estudios sobre secularidad”, hizo hincapié Zuckerman. “Dado que las proporciones de falta de religión siguen aumentando, no solo aquí, en los Estados Unidos, sino en todo el mundo, necesitamos entender a los laicos, la cultura secular y la secularidad como una fuerza política e ideológica”.

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