Libran una batalla campal contra los roedores

Los viejos edificios escolares, con sus grandes bibliotecas y sus pisos de madera con profundos agujeros, son los lugares predilectos de las ratas y los ratones. Generaciones de chicos y docentes se fueron acostumbrando a verlos pasar raudamente, lo que a lo sumo despertaba un alarido, que era festejado con risotadas y palmas. Pero desde que se publicó la alerta del Ministerio de Salud por dos casos autóctonos de hantavirus en la provincia, el humor por los ahora nada simpáticos roedores cambió rotundamente. Un grupo de padres de la Escuela Normal de capital se organizó para pedir públicamente que se hagan desratizar los edificios escolares.

El ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, aclaró que está siguiendo “estrictamente las recomendaciones del Siprosa”. “Estamos intensificando el trabajo habitual de higiene y mantenimiento de las escuelas en especial las rurales. A la escuela normal, entre otras, se les envió cuadrillas y estamos atentos y respondemos lo más rápido posible a los pedidos y demandas de las escuelas”, aclaró al ser consultado sobre las tareas de desratización.

Preocupación de padres    

“Exhortamos a las autoridades de la ciudad a reforzar las medidas de higiene y salubridad en los alrededores de todos establecimientos escolares. Hacemos particular referencia en este caso a las inmediaciones del edificio de la Escuela Normal Juan B. Alberdi, porque la semana pasada se han encontrado –y fotografiado- roedores en la puerta de entrada. Las autoridades de la Escuela han demostrado excelente predisposición. Se trata de una problemática que requiere de la atención y el esfuerzo conjunto de toda la comunidad”, expresaron en una misiva los padres de alumnos Mariana Dato, Santiago Garmendia, Georgina Medina, Marisol Pascua, Marta Amelia Alfonso, Paola Acosta, Victor Javier Gómez, Daiana Barrientos, María Laura Ale, Silvana Gabriela Villafañe, Carla Ocon, Maricel Castro Paola María, Laura Lucero Rodriguez y Daniela Alejandra Sotelo.

Control de plagas

En la Escuela Normal de capital se extremaron las medidas. Las cooperadoras de ese establecimiento y del IES Lola Mora, que funciona en el mismo local, contrataron a una empresa de control de plagas. “Cada 10 días se colocan nuevos cebos y se limpia el local todo los sábados. El tratamiento durará seis meses con la misma metodología y las ratas irán desapareciendo paulatinamente”, explicó Nora del Pino del IES Lola Mora. “Venimos trabajando desde 2014, pero deducimos que ahora hubo un recrudecimiento por los trabajos que realizaron el año pasado en la peatonal. Desde 2013 venimos cambiando los pisos de madera por granito porque ahí abajo hacían sus nidos. Pero es difícil combatirlas, las medianeras dan a depósitos comerciales. Hemos hecho un verdadero blindaje con cebos”, explicó Griselda Caínzo, presidenta de cooperadora de la escuela Normal.

Campamentos escolares

El ministro pidió a las escuelas que antes de realizar cualquier campamento hacia zonas rurales se informe sobre el destino al ministerio de Educación. De esa manera se verificará la situación ambiental del lugar antes de emprender el viaje.