13 Noviembre 2015
CONCEPCIÓN.- Ingresó a su casa llorando, con la mirada perdida y con signos de haber recibido varios golpes. Corriendo se dirigió al baño donde estaba su madre tomando una ducha. Después de suspirar hondo, la joven de 16 años se animó a contar que su novio y el padre del joven de 19 años la habían violado y golpeado en la casa en la que viven en Concepción.
Luego de calmarse, los familiares de la adolescente la llevaron al hospital para que la asistieran y tomaran muestras, y a la comisaría para denunciar el caso.
Ante los uniformados, la víctima les comentó que el domingo había ido a la casa de su novio de visita. De allí, se trasladaron a la fiesta de cumpleaños de un vecino.
Cerca de las 23.30, la víctima le pidió a su pareja que la acompañara hasta el baño de su casa. El joven aceptó el pedido, pero una vez que ingresó a la vivienda la llevó a la fuerza a otra habitación.
“El porquería (sic) no sólo la atacó allí, sino que llamó a su padre para que también abusara de ella. Estaba muerta de miedo y temía que la mataran”, destacó M., una pariente que habló con LA GACETA para denunciar el caso.
Después de que se consumara el ataque sexual, la joven imploró por su vida. Les dijo a los acusados que ella no diría ni una palabra de lo que había ocurrido dentro de esa habitación. Los abusadores, que podrían haber estado alcoholizados, confiaron en su palabra y la dejaron marchar, pero antes la amenazaron con matarla si es que llegaba a contar algo.
“Estos dos animales no tienen perdón de Dios. Abusaron de ella a pesar de que un chico de 10 años, alterado por los gritos de la víctima, fue ver qué pasaba y se encontró con ese cuadro. Lo amenazaron con darle un feroz castigo si seguía gritando”, comentó la mujer que habló con LA GACETA y que también se quejó porque los acusados aún están en libertad “por la inacción de la Justicia y de la Policía”.
Voceros de la Unidad Regional Sur confirmaron que, por pedido la Fiscalía III del Centro Judicial de Concepción realizaron allanamientos en las viviendas de los acusados y en el lugar donde se realizó la fiesta.
La Justicia está analizando las pruebas que recolectó la policía y no se descarta que en las próximas horas se soliciten nuevas medidas, como la aprehensión o detención de los acusados.
Se conoce que padre e hijo son de mecánicos y trabajan en un importante taller del sur de la provincia.
Luego de calmarse, los familiares de la adolescente la llevaron al hospital para que la asistieran y tomaran muestras, y a la comisaría para denunciar el caso.
Ante los uniformados, la víctima les comentó que el domingo había ido a la casa de su novio de visita. De allí, se trasladaron a la fiesta de cumpleaños de un vecino.
Cerca de las 23.30, la víctima le pidió a su pareja que la acompañara hasta el baño de su casa. El joven aceptó el pedido, pero una vez que ingresó a la vivienda la llevó a la fuerza a otra habitación.
“El porquería (sic) no sólo la atacó allí, sino que llamó a su padre para que también abusara de ella. Estaba muerta de miedo y temía que la mataran”, destacó M., una pariente que habló con LA GACETA para denunciar el caso.
Después de que se consumara el ataque sexual, la joven imploró por su vida. Les dijo a los acusados que ella no diría ni una palabra de lo que había ocurrido dentro de esa habitación. Los abusadores, que podrían haber estado alcoholizados, confiaron en su palabra y la dejaron marchar, pero antes la amenazaron con matarla si es que llegaba a contar algo.
“Estos dos animales no tienen perdón de Dios. Abusaron de ella a pesar de que un chico de 10 años, alterado por los gritos de la víctima, fue ver qué pasaba y se encontró con ese cuadro. Lo amenazaron con darle un feroz castigo si seguía gritando”, comentó la mujer que habló con LA GACETA y que también se quejó porque los acusados aún están en libertad “por la inacción de la Justicia y de la Policía”.
Voceros de la Unidad Regional Sur confirmaron que, por pedido la Fiscalía III del Centro Judicial de Concepción realizaron allanamientos en las viviendas de los acusados y en el lugar donde se realizó la fiesta.
La Justicia está analizando las pruebas que recolectó la policía y no se descarta que en las próximas horas se soliciten nuevas medidas, como la aprehensión o detención de los acusados.
Se conoce que padre e hijo son de mecánicos y trabajan en un importante taller del sur de la provincia.
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