Calma para la largada y garras para el barro del Trasmontaña

Calma para la largada y garras para el barro del Trasmontaña

Más de 3.000 ciclistas correrán el domingo. Ayer, LA GACETA recorrió parte del circuito junto a Sebastián Quiroga, un biker profesional. Te ofrecemos una guía para saber qué hacer en cada tramo de la prueba.

LA GACETA / FOTO DE FLORENCIA ZURITA LA GACETA / FOTO DE FLORENCIA ZURITA
14 Agosto 2015
La casa de Sebastián Quiroga es la casa de un ciclista. No hay cómo negarlo. Apenas uno abre la puerta de entrada se topa con un modelo de bicicleta de madera, que le pertenece a su hijo de dos años. Tres pasos más adelante, debajo de la escalera, duermen dos bicicletas de montaña. Desde el lavarropas saluda una pila de calzas y remeras. Y en la mesa del comedor se amontonan unos cascos, zapatillas de ciclismo, caramañolas y otros accesorios. Es jueves por la mañana. Dentro de unos días -el domingo- Sebastián va a correr el rally Trasmontaña 2015, la carrera de mountain bike en la que algunos competidores se hacen pis encima (literalmente) antes largar. Sebastián, en cambio, afronta la travesía con aspecto tranquilo y con sus neceseres alistados.

Lo hace -claro está- porque a sus 36 años ha corrido unos 18 trasmontañas. Y ha ganado ocho veces en su categoría y seis en la general. Pero su condición no es la misma que la de los competidores aficionados, al menos. Porque además de esas medallas, su especialidad es el barro. Sí: el barro. Ahí donde otros se empantanan. Ahí donde otros tienen que bajarse de la bici y cargársela al hombro. Ahí, Sebastián avanza como en un tobogán.

“Habrá barro. No recuerdo otro Trasmontaña en el que haya llovido en los días previos. Eso tiene preocupados a muchos”, reconoce. Y es que los más de 3.000 inscriptos deberán pedalear por fango incluso desde la largada, que se hará en la comuna de San Javier. La llegada será en el paraje El Portezuelo, al cabo de unos 43 kilómetros de tierra, pasto, piedras, ríos y puentes.

Los corredores de elite suelen acabar la prueba en poco más de dos horas. ¿Los amateurs? Demoran entre tres y seis horas. “Al barro hay que encararlo con actitud. No se trata únicamente de técnica. Debemos verlo con un desafío. Y a los desafíos se los supera con una postura positiva”, añade.



El refranero
Sebastián suele expresarse por medio de refranes. Por ejemplo, responde que “al mal tiempo, buena cara” cuando se le pregunta sobre las dificultades del terreno, debido -justamente- a las últimas lluvias. O dice “vísteme despacio que estoy apurado” para explicar que uno tiene que cultivar la paciencia en los sobrepasos. “Los detalles hacen la diferencia" -añade-, porque un error, como no echarle aceite a la cadena, puede eliminar a un corredor.

En seguida, Sebastián enumera otras cosas que ha aprendido en los Trasmontañas que ha corrido:

- En la largada se produce un golpe psicológico. Por ello, hay que controlar los nervios y la ansiedad. Desde lo técnico, es importante concentrarse y bajar a buen ritmo, sin fatiga en los brazos.

- Las cuestas más complicadas se encuentran en Los Pocotes, El Telégrafo y El Mirador. Hay que saberlo de antemano, para estar preparado.

- Un error, por simple que parezca, puede ocasionar una pérdida de tiempo. Por ejemplo, si el piloto que va delante pisa y levanta una piedra puede causarle al que viene detrás la rotura de una rueda.

- La alimentación y la hidratación no pueden fallar. En una competencia larga es importante llevar muchos geles.

- Para pasar a un contendiente conviene esperar una buena oportunidad. Una mala elección puede costar la carrera.

Finalmente, Sebastián sugiere organizarse con el equipo de apoyo, que son los que se encargan del aprovisionamiento. Así las cosas, el domingo, cuando más de 3.000 bikers se paren en el punto de largada y contemplen el abismo delante suyo, sentirán miedo. Tendrán nervios. Y querrán volverse, tal vez. Pero sepan que si han llegado hasta ahí, es porque pueden hacerlo. Porque pedalear es no tener miedo. Pedalear es sentirse loco, atrevido, niño y pájaro. Pedalear es ser libre. Pedaleen, señores.

Logística previa
- La ropa

Supervisá que la indumentaria elegida esté completa y bien guardada en un bolso de mano. No pueden faltar zapatillas, casco, gafas, medias, guantes, calza, camiseta, chaleco, rompeviento, campera, mangas y piernas de ciclismo.

- La bicicleta
Controlá el buen funcionamiento de tu bicicleta: frenos, cambios, cubiertas y suspensión. Lubricá la cadena y los accesorios.

- La comida
Organizá los horarios de las comidas de los días previos. Los hidratos de carbono (pastas), de más rápida digestión, son convenientes.

- La hidratación
Prepará las caramañolas, geles y bebidas deportivas. Es fundamental confirmar el equipo de apoyo y establecer con ellos los puntos de abastecimiento.

Claves
1.- Más de 3.000 ciclistas se han anotado para esta edición, oriundos de Tucumán, de otras provincias y del exterior.
2.- El punto más alto al que deberán subir se encuentra en El Mirador, a 1.465 metros sobre el nivel del mar.
3.- El punto más bajo está en la calle 15, en San Javier, a 872 metros sobre el nivel del mar.
4.- Los horarios de largada para cada corredor se definen el sábado por la tarde. Comienza a las 8 del domingo, de a siete u ocho parejas por minuto. Las posiciones de largada se fijan por orden de inscripción.

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