Especialista en crear estrellas

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En su academia de tenis de Florida se formaron diez N°1 del mundo

 reuters reuters
30 Abril 2015
A los 83 años, Nick Bollettieri no será Bernie Ecclestone, que a sus 84 es el vigente y casi inamovible mandamás de la millonaria F-1. Pero se le parece bastante. Sobre todo porque representa liderazgo, contacto con la elite del deporte, carisma y permanencia a lo largo del tiempo.

¿Y quién es Nick (Nicholas James son sus nombres verdaderos) Bolletieri? No es un deportista profesional, pero de sus manos, más bien de su academia, salieron no sólo muchos deportistas reconocidos, sino también grandes estrellas. Este neoyorquino es un verdadero Rey Midas del tenis y para conocerlo, bien vale decir que tuvo mucho que ver para que los estadounidenses André Agassi, Jim Courier, Monica Seles, Venus y Serena Williams; el alemán Boris Becker; la suiza Martina Hingis; la serbia Jelena Jankovic; el chileno Marcelo Ríos y la rusa Maria Sharapova, lleguen al N°1 en distintos años. Y los nombres no se agotan con esta lista: tienen continuidad en el alemán Tommy Haas, la rusa Anna Kournikova, el estadounidense Jimmy Arias y la checa Nicole Vaidisova, que también se destacaron entre los top.

La academia de Bolletieri está situada en Bradenton, Florida (EE.UU.). Año a año, son decenas los niños amantes del tenis, procedentes de todo el mundo, que acuden con la ilusión de ser aceptados. Pero los filtros para que eso ocurra son rigurosos. Y los costos, llámese dinero, para iniciar el supuesto “camino a la fama”, muy altos. Se dice que un año en la institución cuesta más de U$S72.000 dólares. Y que cada hora de clases del protagonista de esta historia cuesta U$S900. En su academia hay 52 canchas y son más de 200 los estudiantes permanentes. Y no se preparan sólo en el aspecto tenístico: al tratarse de un internado a tiempo completo, combina un entrenamiento intenso con un programa de estudios personalizado. Prepara a sus alumnos para una vida de éxito fuera de la cancha.

Este hijo de inmigrantes italianos empezó a jugar al tenis en su tiempo de estudiantes universitario, pero nunca se hizo profesional. A cambio, se dedicó a enseñar. Primero fue monitor en un resort de Puerto Rico y luego en otro en Florida. Hasta que llegó 1978, año clave en su vida: un amigo millonario le prestó U$S1 millón para abrir su academia, en un campo que hasta entonces se usaba para cultivar tomates.

¿Qué tiene Bolletieri para ser tan exitoso en la formación de talentos? Es un gran motivador y enseña con el ejemplo: es capaz de entrenar jugadores hasta 15 horas por día. Y además posee un ojo extraordinario para detectar potenciales estrellas, en niños o preadolescentes. Le pasó cuando empezó a trabajar con Seles: cuando llegó a su academia, la entonces serbia era una chica flacucha y en apariencia débil.

En 1987, el entrenador vendió la academia a la empresa International Management Group (IMG), pero aún así sigue siendo el presidente. Y como extensión del tenis, el establecimiento se convirtió así en un ámbito de entrenamiento multideportivo, con más de 13.000 atletas juveniles, universitarios, adultos y profesionales, de más de 75 países.

A nivel personal, superó un cáncer de piel, estuvo casado ocho veces y tiene siete hijos. Escribe libros de tenis y suele viajar por el mundo a dictar conferencias. Y es muy directo en su forma de hablar. Muchos recuerdan sus confesiones al entrenar estrellas como Agassi o Serena Williams. “A André no le gustaba que le hablara alto. Y tampoco lo hacía con ella porque su contextura física me imponía respeto.”

¿Qué opiniones tiene Bolletieri de lo que hace? “El educador debe saber cómo hablarles a los alumnos, porque todos son diferentes. Sharapova, por ejemplo, renuncia a perder. Y Ríos es el tenista más talentoso con el que trabajé, pero el talento no es suficiente para ser campeón”. Otra: “soy un apasionado en todo lo que hago. Siempre confié en mi actitud resistente y positiva, y también en la fortaleza para alcanzar el éxito.”

Este líder e innovador en el mundo de los deportes dice haber sido un afortunado por haberse relacionado con futuras estrellas. Pero quiere que lo recuerden por ayudar a los niños. “Importa en ellos la condición atlética, la formación y el apoyo de los padres”, sostiene.

También cuenta su sueño: “si pudiera volver el tiempo atrás, reclutaría muchos niños, les repartiría raquetas y los mandaría a competir. Los sobrevivientes serían los mejores”. Y remata: “llegué a donde estoy porque no tuve miedo de correr riesgos. Me dijeron que estaba loco cuando creé mi academia. Pero los locos se vuelven los mejores.”

Bolletieri es bien conocido por sostener que el tenis es un deporte muy caro. Y lo explica con una lógica desbordante: “cuesta mucho dinero desarrollar a los jugadores. Y para estar entre los mejores hay que jugar contra los mejores. Para eso hay que viajar. Sin eso, no hay chances de sobresalir. Sin fondos, estoy convencido, muchos jugadores jamás tendrán la oportunidad de representar profesionalmente a su país. Y mucho menos ser de la elite.”

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