Cartas de lectores

SEMÁFOROS (I)

No quiero dejar pasar la oportunidad que nos brinda la lectora Paula García cuando solicita en su carta del 23/4 a las autoridades municipales que desistan con la colocación de semáforos en algunas calles que menciona en su carta. Estas debieran prestar atención a la lectora y retirar esos semáforos y colocar uno de ellos en la avenida Francisco de Aguirre y su intersección con Lucas Córdoba. En esa esquina, al revés de lo que expresa la lectora García, el tráfico cada día es más intenso. Para mejor, nuestra Municipalidad, en el predio del Cenara (albergue de canes), remodeló las instalaciones y con muy buen criterio creó un espacio donde los discapacitados pueden realizar la equinoterapia. El problema consiste en que durante las horas pico, cruzar la avenida resulta ser una odisea. Cuatro líneas de colectivos. Camiones, vehículos de cuatro y dos ruedas hacen casi imposible el cruce de la avenida. Ese semáforo cumpliría elementalmente con dos funciones a saber: seguridad y ordenamiento en el tránsito. Fuente importante de ingresos a las arcas municipales por las transgresiones que se producirán (especialmente los amigos motociclistas) quienes no respetan los colores que emanan de esos artefactos o bien son daltónicos. O esos autitos que aparentemente los están preparando para competencias en el autódromo de Río Hondo. Los candidatos para las elecciones que se avecinan se verían doblemente fortalecidos con los votos. Retirarlos de donde su uso es inútil y colocarlos donde son una necesidad para los vecinos. Una de cal y otra de arena. En definitiva: todos contentos. Me olvidaba: si el flaco, amigo de Calliera, quiere traer a la suegra para cruzar la avenida, no hará falta que la lleve a ver un partido de fútbol. Que se llegue por la avenida a mediodía o por la tarde. Con seguridad vuelve.

Hugo Navarro
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SEMÁFOROS (II)

Hace ya casi ocho años, la Municipalidad de Yerba Buena, basada en un estudio realizado por expertos de la Universidad de La Plata, adquirió e instaló 15 complejos semaforizados en otras tantas esquinas del municipio, consideradas de riesgo: Hay algunos de ellos por avenida Aconquija, uno en avenida Solano Vera y Sarmiento, a metros del hospital Carrillo, y los demás están estratégicamente repartidos por las calles del municipio. Cuesta creer, y sin duda demuestra una flagrante incompetencia, que tamaña inversión no haya sido debidamente aprovechada. En total, los semáforos funcionaron sólo cinco días. Hoy, a muchos de ellos les faltan elementos. ¿Fueron sustraídos? ¿Se cayeron por el viento? Nunca hubo explicación oficial de ese despilfarro de dinero público. Por otro lado, me atrevo a afirmar que el 80% de las calles de Yerba Buena carece de vereda. Al ser responsabilidad del frentista, su construcción no le costaría al erario ni un solo peso, y los peatones podrían dejar de caminar por la calzada. Estos dos simples temas ayudarían a aumentar la seguridad vial en nuestro municipio. ¿Se implementarán quizá durante la nueva gestión? ¿Qué dirán los candidatos? Parece que al intendente actual no le alcanzaron dos períodos.

Miguel Röhmer
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EL NAZISMO

Me parece muy exacta la carta de la lectora Katharina Motzkau sobre el tema (23/4). Y me parece que no está de más arrimar algunas consideraciones sobre las circunstancias que rodean la adhesión que el escritor alguna vez tuvo con el nazismo. Grass nació en 1927; reconoció haberse adherido a las Juventudes Hitlerianas a los 17 años, o sea en 1944, cuando la guerra estaba por finalizar. Lo hizo ingresando a las Juventudes Hitlerianas. Y aquí debemos recordar la historia de esos organismos juveniles y semimilitares, característicos de los regímenes totalitarios del siglo XX. Mussolini, reconocido inspirador de Hitler, creó cerca de 1922 el cuerpo de los Balilla, en torno a la leyenda de un jovencito genovés, quien habría dado muestras de valentía y arrojo ante los austríacos que dominaban el norte de Italia. El organismo tenía varios escalones, según las edades de sus miembros. Vestían uniformes militares y recibían una sólida formación fascista, practicaban gimnasia y arte militar. En Alemania, Hitler, quien ya había copiado del fascismo las camisas de color oscuro, pardas, copió igualmente la milicia infanto juvenil del Duce. Lo de las camisas de colores se expandió. En España, Franco impuso la camisa azul y en Brasil, Getulio Vargas lo hizo con sus camisas verdes. Los Balilla tenían su copia también en España con los niños y jóvenes de los cuerpos llamados “flechas”. De tal forma y desde la niñez, muchos alemanes pasaron por cada una de las etapas de esas organizaciones y como Grass muy probablemente lo hizo. Cuando en 1944, tenía 17 años, dio su adhesión, quizás sin saberlo o quererlo, ya estaba dentro del nazismo desde antes. Pero como lo explica satisfactoriamente la lectora, enmendó con creces su error juvenil. Hubo otros intelectuales que pasaron por la misma experiencia, Heidegger por ejemplo, pero el renombrado filósofo nacido en 1889, adhirió en plena adultez. Y esto debe ser tenido en cuenta para emitir un juicio más indulgente para el autor de El tambor de hojalata.

Tulio Santiago Ottonello

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CINCO CONSTANTES

La esencia de este gobierno que apareció en escena en 2003, lo que significa que va llegar a los 12 años de ser el máximo responsable de la vida de los argentinos, ha mostrado cinco constantes: la contradicción, la hipocresía, la mentira, el “relato” épico y la confrontación descalificante, todos disvalores poco edificantes. Por supuesto que para que ello cuaje entre los económica y psíquicamente más vulnerables, es indispensable contar con un núcleo duro de militantes todoterreno, no necesariamente fanáticos, pero sí bien pagos, y eso es La Cámpora. Luego aparecieron auxiliares, como Kolina, Unidos y Organizados, Vatallón Militante, Hinchadas Unidas Argentinas, Justicia Legitima, los TNT, Movimiento Evita, Nuevo Encuentro, etcétera. El kirchnerismo, con vaya a saber cuántos miles de millones de pesos aportados por los contribuyentes, ha permitido armar esta extraña organización política, mitad secta ideología, mitad agencia de empleo llamada La Cámpora. Para la gente de La Cámpora, Máximo Kirchner es una pieza valiosísima. Puede que Máximo sea una buena persona, que a veces dice cosas sensatas a su madre, pero nadie ha detectado en él las cualidades que se esperaría encontrar en un peso pasado de la política. El protagonismo reciente del hijo de CFK es un síntoma, uno más, de la decadencia política. El revuelo ocasionado por su irrupción puede atribuirse a lo poco alentador que es el escenario político actual. Para hacer aún más deprimente el panorama, este movimiento subsidiado que se supone progresista, se aferra a principios que difícilmente podrían ser más reaccionarios; reivindican con pasión el nepotismo; no creen en el esfuerzo personal, para ellos es un vicio elitista. Los militantes aglutinados en La Cámpora han sido los más beneficiados por la precariedad institucional que, en el transcurso de la larga década ganada, se ha agravado tanto que el país ha retrocedido hacia formas políticas propias del medioevo. Por ser el poder de la Presidenta unipersonal, nadie le ha impedido ubicar a militantes inexpertos en docenas de funciones claves para que manejen empresas cuasi estatales y encargarse de la economía nacional, un capricho que amenaza con tener consecuencias catastróficas. Los vinculados de un modo u otro con La Cámpora no se han destacado hasta ahora por su solvencia profesional.

Mario Alberto Ricci

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PÉRDIDAS DE AGUA

Comparto la opinión del lector Ramón Acosta (carta del 10/4) sobre el mal servicio que presta la SAT. En Aguilares nos encontramos a diario con pérdidas de agua en las calles céntricas, que impiden la libre circulación de los peatones, llegando al extremo de tener que realizar verdaderas acrobacias para no sufrir caídas. ¿Dónde están los controles para impedir estos derroches, mientras hay barrios que carecen de agua potable? También hay excavaciones para las reparaciones de cañerías en las calles con escasa señalización y nunca terminan de arreglar las roturas producidas. Alguien debe tomar cartas en el asunto y solucionar de una vez por todas este problema que afecta a toda la comunidad. Llamo a la reflexión a quienes les compete dar una respuesta concreta y solucionar en forma definitiva este problema que ya es crónico en esta ciudad.

Marta Elisa Lizárraga
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PROPAGANDA POLÍTICA

Gracias a este maravilloso espacio que nos brinda LA GACETA, podemos expresar nuestro agrado o desagrado con lo que nos sucede en el diario vivir en nuestra sociedad. Por ello, quiero expresar mi punto de vista respecto de lo que viene aconteciendo desde hace un tiempo en nuestra capital. Me refiero al empapelamiento de nuestra ciudad con propaganda política. En todos los afiches y con un gran trabajo de Photoshop, aparecen caras sonrientes de postulantes que todos nosotros conocemos, muchos de los cuales tienen entre 20 y 30 años en la función pública. Lo lamentable de todo esto es que, en todos los estamentos en que estuvieron o están, se refleja la regular y/o mala gestión en sus funciones y/o reparticiones, producto de su mediocridad. Si no, cómo se explica la gran cantidad de muestras de mala gestión (imposible detallar por razones de espacio). Las más notorias y llamativas están a la vista en todos los ámbitos y niveles: puentes nuevos y viejos caídos, otros en mal estado a meses de su inauguración, rutas provinciales y nacionales en pésimo estado, Saladitas por todas partes, plazas destruidas, calles destrozadas (y las reparadas, quedan peor que antes, pues la capa asfáltica supera el nivel de la calle), el aumento en la tasa de desnutrición, el crecimiento exponencial de la delincuencia, etcétera. No podemos negar que para el caso de las obras públicas, la naturaleza genera con certeza, una pequeña parte en este gran deterioro, diríamos el 20%. Ahora, la gran duda por el 80% restante nos generan las siguientes preguntas: ¿Cuándo encaran una obra? ¿Son profesionales calificados los que la proyectan y planifican? ¿Las obras concesionadas son otorgadas a empresas calificadas y con experiencia? ¿Se controlan que estas cumplan las normas de construcción correspondiente? ¿Se controla que se utilice material de primera calidad? La responsabilidad de todo lo que padecemos y/o soportamos, la tienen, la mayoría de los que aparecen en los afiches de la campaña electoral. Por ello me pregunto: ¿las sonrisas en las fotos, es por sus trayectorias, por su crecimiento patrimonial o se ríen de nosotros?

Rodolfo Emilio Castillo
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LOS PROBLEMAS DEL PLANETA

Con el motivo de celebrarse el Día de la Tierra en todo el mundo, aparecen en escena los problemas que aquejan a nuestro planeta, entre los que podemos destacar cinco principales: la superpoblación, la pérdida o disminución de la biodiversidad, la contaminación, la deforestación y la contaminación a la que estamos sometiendo al planeta. Pero hay que considerar una sexta amenaza que es la falta de interés político por resolver estos problemas en el mundo, sin lugar a dudas, este es el peor de todos los males. Creo que el esfuerzo por valorar el ambiente, nunca será en vano y felicito y saludo a todos los que día a día luchan por crear conciencia de que el mundo (más allá de lo que parezca) no está dividido, sino que es uno solo y para todos y es responsabilidad de todos protegerlo, ya que no tenemos por ahora otro lugar donde ir.

Sebastián Aguilar
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BACHE CON AGUA MALOLIENTE

En calle Laprida y San Juan, pleno centro de Tucumán, se ha formado, hace varios meses, un enorme bache en el deteriorado pavimento cubierto de líquido negro maloliente. Cada vehículo que pasa por encima baña “gratuitamente” a los transeúntes que ya no saben como esquivar la inmunda mojada. Sería bueno, que el intendente se ocupara de las necesidades que realmente afectan a toda la ciudad.

María Emilia Farros
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BARRIO AMPLIACIÓN SOEME

En respuesta a la carta del 19/4 de Iván Eduardo Otazo, quisiera comentarle que los vecinos del Barrio Ampliación Soeme somos gente creyente de Dios y de la Justicia, por eso no considero que haya sido, en algún momento, víctima de discriminación. Por otro lado, lo que espero desde la Justicia y desde la legalidad es que se respeten los pactos acordados entre nuestro barrio y el Instituto Provincial de la Vivienda, ya que este predio situado donde ahora el señor Otazo tiene su vivienda (la cual aún no habita) fue pensado desde el IPV como una plaza en la que nuestros niños pudieran recrearse, gestión que debería haber estado avalada por autoridades del municipio de las Talitas. No obstante, ese sueño nunca se cumplió. Solicito nuevamente a las autoridades pertinentes tomar las medidas que correspondan a tal efecto. Por supuesto que no desmerezco las ganas y las ansias de progreso que tiene el lector Otazo, en ese sentido me parece muy loable que realice todo lo que esté a su alcance para poseer una vivienda digna. Las familias que vivimos en el barrio también somos personas honradas y de trabajo y para poder acceder a nuestra propiedad lo hicimos con mucho esfuerzo y después de una larga espera y de interminables trámites. Solo le pido al señor Otazo que sea sincero y no falte a la verdad al decir que no fue ayudado por autoridades municipales, cuando todo el barrio fue testigo del uso de vehículos municipales para el traslado de las casillas y de los materiales de construcción, así como también de la presencia de punteros políticos en el lugar.

María Eugenia Gallardo
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SIN BARRIDO EN UN PASAJE

Recurro a Uds. por la simple razón de que utilicé todos los medios para reclamar ante la empresa 9 de Julio, el incumplimiento del barrido de la calzada en el pasaje Eliseo Cantón al 600 de esta ciudad. Este se cumple en forma muy irregular desde el abril de 2013; antes de esa fecha se lo realizaba los martes, jueves y sábados, pero cambiaron al personal que lo realizaba y todo se descompaginó. Realicé reclamos telefónicos al número 290206, envié correspondencia a la gerencia y saqué avisos en vuestro diario. Por último, los días 8/4 y 17/4 reclamé en forma telefónica y me dieron los números 4618 y 4747 de reclamo y como siempre hasta hoy con resultado negativo. Lo más novedoso de todo esto es que el personal que realiza esta tarea, se lo ve trabajar por la zona, pero por causas que desconozco no vienen a nuestro pasaje.

Juan Vicente Glembocki
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