15 Noviembre 2014
Imputan a un ex alcalde el homicidio y la desaparición de los estudiantes
El ex jefe comunal de Iguala, que está detenido junto a su esposa, está acusado formalmente por la Justicia. El país sigue en estado de conmoción y los padres de los alumnos iniciaron una marcha de “indignación”. Peña Nieto, en apuros
LA BÚSQUEDA. La policía mexicana mantiene el rastrillaje. En San Jerónimo , municipio de Cuetzala, Estado de Guerrero, exploran una cueva. Reuters
CIUDAD DE MÉXICO.- La Fiscalía General del Estado (FGE) logró el auto prisión formal contra el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez como “probable responsable” de la comisión de los delitos de homicidio calificado por los hechos relacionados con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Abarca ha sido acusado también por el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto de ser el “autor intelectual” de los hechos ocurridos en Iguala -estado de Guerrero-, incluida la desaparición de los estudiantes ‘normalistas’. El ex alcalde de Iguala y su esposa María de los Ángeles Pineda fueron detenidos el 4 de noviembre por la Policía Federal, luego de varias semanas en los que fueron buscados por todo el país, en una casa en la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Los estudiantes, que realizaban una protesta, son miembros de una combativa escuela rural y fueron atacados por policías de la ciudad de Iguala, el 26 de septiembre. El ataque, habría sido ordenado por Abarca para impedir que irrumpieran en un acto en el que debía participar su esposa. El grave incidente dejó seis muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos. La fiscalía considera que los estudiantes -en su mayoría jóvenes de 20 años que estudiaban para ser maestros- fueron secuestrados por la Policía bajo la dirección de Abarca y entregados al grupo criminal “Guerreros Unidos”. Según testimonios de dos detenidos, fueron asesinados, calcinados y sus cenizas se arrojaron a un río cerca de Iguala.
Los padres de los jóvenes no creen en esta versión ni confían en las autoridades. Dicen que sólo aceptarán lo que les informe el Equipo Argentino de Antropología Forense designado por las familias. Restos encontrados en la zona han sido enviados a un laboratorio científico de Innsbruck, Austria para su identificación.
Los padres iniciaron una marcha en caravana por varios estados de México para llevar su mensaje de “indignación” e informar sobre la situación que viven. La “Brigada Nacional” recorrerá, a través de tres rutas, diez de los 31 estados de México y concluirá el 20 de noviembre con una marcha y una concentración en la Plaza del Zócalo de Ciudad de México.
Este hecho provocó airadas reacciones populares y puso en serio aprietos al Gobierno de Peña Nieto. Manifestaciones atacaron e incendiaron en Guerrero la sede del Partido Revolucionario Institucional, el partido oficialista al que pertenece el Presidente.
Las protestas son encabezadas por integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero y estudiantes de escuelas rurales de magisterio, y también por padres y familiares de los desaparecidos. Ocuparon el aeropuerto de Acapulco e incendiaron las instalaciones de la Secretaría de Educación y del Congreso de Guerrero, y acamparon durante varios días en el Zócalo del DF.
Con pintadas “Mueran partidos políticos”, “Nido de ratas”, “Nos faltan 43” y “Vivos se los llevaron y vivos los queremos”, los manifestantes han logrado arrinconar al Gobierno nacional y a la dirigencia política.
Abarca llegó al cargo con el apoyo de la izquierda: el Partido Revolucionario Democrático (PRD) y con auspicio de su líder y ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Los obispos emitieron un enérgico pronunciamiento en el cual se manifestaron contra la violencia que sacude al país, y pidieron que no haya “más sangre”.
El caso de los estudiantes ha llevado al hallazgo de decenas de cadáveres en fosas clandestinas que son utilizadas por gurpos de delincuentes para ocultar a sus víctimas. Marcado por crímenes y enfrentamientos de bandas del narcotráfico que han provocado miles de muertos y desplazados, México vive en un estado de extrema tensión. (Especial)
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