La fuga del hogar puede ser un llamado de atención o la huida de un conflicto

Las causas por las que un adolescente se fuga de su hogar pueden ser múltiples y cada caso es particular. Puede ser un llamado de atención o que esté siendo víctima de violencia familiar o abuso sexual y busca las soluciones fuera de su hogar, pensando que así va a estar mejor. El adolescente, por la franja etaria a la que pertenece, vive momentos de rebeldía que son normales. Pero si a esto le sumamos que no son contenidos en el hogar, estamos ante un problema que puede terminar en una situación más compleja, como puede ser la fuga.

Cuando un adolescente se fuga puede estar haciendo un acting, que es un acto impulsivo, sin reflexión, donde no pudo mediar la palabra (cuando el otro se ha vuelto sordo el sujeto no puede transmitirle un mensaje en palabras y se ve obligado a ponerlo en acciones) y también, en algunos casos, es una acción en defensa de algo. Cuando existe maltrato o abuso, la solución pude ser irse, salir de ese conflicto, buscando el bienestar que no encuentra en su casa.

Dentro de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia existe el departamento de admisión de casos y recepción de denuncias. También está la Línea 102, a donde pueden llamar niños, niñas y adolescentes para ser escuchados y contenidos de acuerdo a la problemática que les acontece. Su objetivo principal es recibir toda denuncia oral o escrita, clasificarlas de acuerdo a sus características y derivarlas a los sectores que correspondan. También brinda asesoramiento sobre los pasos a seguir, en función de la naturaleza de las consultas y denuncias efectuadas, realizando la valoración del riesgo de acuerdo a gravedad de cada caso.

Si se constata que existe violencia familiar o maltrato infantil, el caso será derivado al departamento de Prevención y Protección Contra la Violencia Familiar y el Maltrato Infantil. Allí será abordado de forma integral por un equipo de psicólogos, trabajadores sociales y abogados, que brindan contención y acompañamiento a los niños, niñas y adolescentes víctimas de esta problemática, con el fin de restituirles los derechos que se encuentran vulnerados.

Se tratará de abrir un lazo social y escuchar al niño, la niña o el adolescente. De tal modo que pueda comunicar lo que le sucede, sin la necesidad de huir.