La puja oficialista se posa sobre la gestión ambiental

La puja oficialista se posa sobre la gestión ambiental

Polémica por el traslado final de los desechos

08 Octubre 2014
Detrás del conflicto laboral entre los trabajadores y las autoridades del Consorcio Metropolitano para la gestión de los residuos urbanos aparece nuevamente la interna que mantienen el gobernador, José Alperovich, y el intendente de la capital, Domingo Amaya.

A raíz de una protesta del Sindicato de Camioneros realizada la semana pasada, el traslado de los residuos desde la planta de transferencia de San Felipe hasta el predio de disposición final de Overo Pozo estuvo paralizado durante unas horas. El gremio que encabeza el dirigente César González había resuelto que los choferes que conducen los camiones con los desechos seleccionados no iban a prestar servicios, a raíz de su precaria situación laboral (17 empleados prestan servicios en negro, según sostienen). Aunque el conflicto se solucionó temporalmente, el reclamo molestó a las autoridades del ente intermunicipal encargado de la gestión de las casi 800 toneladas diarias de basura de los seis municipios que conforman el Gran San Miguel de Tucumán.

Según comentan en los pasillos del Concejo deliberante capitalino, la puja entre los mandatarios provincial y municipal tendría un solo motivo: la empresa Transporte 9 de Julio, encargada de la recolección del servicio en San Miguel de Tucumán. Aunque prefieren opinar desde el anonimato, algunos concejales aseguran que mientras Amaya sería partidario de que la firma que gerencia Ricardo Otrino se encargue de trasladar los residuos desde la planta de San Felipe hasta Overo Pozo, en la Casa de Gobierno opinarían lo contrario.

Hasta el 1 de febrero pasado (ese día caducó el contrato), la empresa encargada de esa tarea era Servicios y Construcciones La Banda SRL. Desde esa fecha, es el consorcio que realiza el traslado de los residuos con camiones propios.

El gerente del Consorcio Metropolitano, Pablo Kunik, afirmó que el conflicto laboral erosiona, de alguna manera, la gestión que el ente viene realizando desde fines de 2011. “Desde hace más de dos años llegamos a un punto en donde el sistema de trasferencia y de disposición final funciona perfectamente bien. Y cuando estamos avanzando nos cortan la planta. Es una vuelta al pasado que no podemos permitir”, se quejó Kunik

Según dijo, el Consorcio Metropolitano llegó a un nivel óptimo de prestación de servicios comparable con la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse). “Estamos monitoreados y todos los trabajos del consorcio están con luz verde (una de las tres formas en que se clasifica el servicio). O sea que la transferencia, el transporte y la disposición final están en verde. Por ejemplo, en Overo Pozo tenemos un relleno sanitario que tiene el mismo nivel de impermeabilización que el relleno sanitario del Ceamse de Buenos Aires, la misma membrana. La diferencia es que nosotros manejamos 800 toneladas por día y ellos reciben 15.000 toneladas por día. Nosotros tenemos una altura de 12 metros sobre el nivel del suelo y ellos 50 metros sobre el nivel del suelo. Es un escenario muy favorable desde lo natural. Es excelente el terreno y nosotros le pusimos tecnología.”, ponderó Kunik.

“En la planta de transferencia pasamos de una realidad en donde en Pacará Pintado se tiraba la basura al suelo y aquí no toca el suelo. No hay contaminación posible. Entonces, dicho esto, por eso molesta mucho cuando suceden cosas que son ajenas a la gestión de la basura”, concluyó el funcionario.

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