Para los choferes, la Metropolitana traerá mayor seguridad

Para los choferes, la Metropolitana traerá mayor seguridad

Las líneas interurbanas son las únicas que manejan dinero. El “blanco” perfecto.

EFECTIVO. La inseguridad y el vuelto son una ocupación extra de los choferes. la gaceta / foto de julio marengo EFECTIVO. La inseguridad y el vuelto son una ocupación extra de los choferes. la gaceta / foto de julio marengo
29 Mayo 2014
Estar atentos, siempre atentos. Frenar en todas las paradas a como dé lugar. Subir pasajeros, preguntarles hasta dónde viajan. Cobrarles el boleto, hacer malabares para dar el vuelto. Recibir quejas e insultos cuando no hay cambio. Y, paralelamente a todo eso, hacer lo posible para no chocar ni atropellar a nadie. A pesar de que la Tarjeta Metropolitana pronto le sacará la estresante tarea de manejar dinero a los choferes de líneas interurbanas, ellos piensan en la seguridad: porque además de la tensión propia de su trabajo, ellos saben que son el blanco perfecto para los asaltos arriba de las unidades.

Hace 12 años que Walter Gandur maneja un coche de la línea 101. Y si bien admite que el vuelto es un gran problema, lo que le preocupa es la inseguridad. En su carrera ya ha sufrido cuatro asaltos, en los que no tuvo más opción que entregar la caja. “El más violento fue en Villa Mariano Moreno: el delincuente subió con un cuchillo. Pero también me amenazaron con pistolas”, contó el chofer. “No vemos las horas de que implementen la tarjeta, porque ahora, para peor, todos los ladrones saben que los interurbanos somos los únicos que manejamos plata, entonces los asaltos son en estas líneas”, señaló. Con los sustos que ha padecido, los insultos de los pasajeros cuando no tiene para darles vuelto le parecen un tema menor.

Carlos Fernández debutó hace tres años en la línea 109 y, afortunadamente, no ha tenido que lamentar un asalto. “Pero el miedo siempre está -asegura-, porque los compañeros cuentan cosas que pasan todo el tiempo”. Según Carlos, el comentario de los últimos días arriba de las unidades es la inminente adaptación a la Tarjeta Metropolitana (se estima que llegará a fines de junio, de forma progresiva). “La gente ya reniega de antemano, porque van a tener que llevar dos tarjetas (la Ciudadana, que ya funciona en las líneas urbanas, y la Metropolitana). Dijeron que se va a poder usar cualquiera de las dos en todas las líneas, pero no termino de entender el sistema”, apuntó.

Los choferes calculan que, por turno, llevan encima entre $ 800 y $ 1.400. “A veces no hay tiempo entre vueltas para dejar la plata en la empresa, entonces hay que ser muy cuidadosos”, explica Gandur. Un colega suyo, que prefirió no brindar su nombre, confesó que le han robado incluso $ 30 o $ 40. “Por día asaltan dos o tres coches seguro”, lamentó.

¿Y el abono social?
Desde que se implementó la Tarjeta Ciudadana en las líneas urbanas, el abono social, que fija un precio diferencial del boleto comprándolo “por mayor” (queda a $ 3,12 cada viaje), quedó suspendido hasta tanto se adaptara al nuevo sistema. La concejal capitalina Sandra Manzone advirtió que los plazos para reglamentarlo ya se han vencido, por lo que comenzó a hacer algunas gestiones.

“En una charla que mantuve con dirigentes empresarios me explicaron que el gremio de los choferes, UTA, se oponía a cortar los troqueles del abono. Si bien para las empresas no es lo más significativo (estiman que un 15% de los ingresos llegan por abono social), están buscando la forma de implementarlo”, explicó la edil y adelantó que, al igual que los abonos escolares y docentes, se aplicarán con otra tarjeta magnética distinta a la Ciudadana. “No hay una fecha precisa, pero esperamos que sea en los próximos días”, dijo.

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