El doble cursado, un arma para atacar la deserción

El doble cursado, un arma para atacar la deserción

06 Mayo 2014
En la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología no se da, en los hechos, un cambio de autoridades. El actual decano, Sergio Pagani, llegó al proceso de renovación total de autoridades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) sin una oposición organizada en el ámbito comarcano. En la breve entrevista que concedió a LA GACETA señaló que durante sus cuatro años de mandato, su equipo de gestión cumplió con la mayoría de los objetivos que se había fijado en 2010. Como metas para su segundo mandato se fijó, entre otros, mejorar los índices académicos, en relación a la deserción y al desgranamiento de los alumnos de los primeros años y la reducción promedio de egreso. De acuerdo a lo que plantearon algunos alumnos a LA GACETA no estaba errada su brújula.

“Aquí hay dos problemas centrales: por un lado, la gran deserción en los primeros años; por el otro, el tiempo que se tarda en recibirse. El promedio debe superar los 10 años”, señaló Mauricio Bravo, un estudiante de Ingeniería Mecánica, una de las 15 carreras de grado que se dictan en esa unidad académica. A su criterio, para reducir estos problemas se torna necesario instaurar el doble dictado; es decir, que el dictado de una materia cuatrimestral se repita en el cuatrimestre siguiente: “de esa manera, el alumno que no pudo regularizar tendría otra chance para no perder un año entero”. En la nota de LA GACETA, publicada el martes 22 del mes pasado, Pagani también considera el doble cursado como alternativa para la solución.

Otra cuestión que, a criterio de algunos alumnos, el decano debería atender en su próxima gestión pasa por las pasantías que, como parte de la currícula de algunas materias, los estudiantes deben cumplir. “Como requisito para aprobar uno debe cumplir horas en alguna fábrica. Para esto, la facultad lleva adelante diversos convenios. Pero esto termina siendo, en muchos casos, trabajo gratuito para la empresa”, advirtió Bravo.

Belén Machaca y Marcela Rodríguez también se refirieron al “trabajo”, pero no en los mismos términos que Bravo. “Lamentablemente, algunas materias se dictan sólo por la mañana; y otras, sólo por la tarde. Esto hace imposible que uno pueda trabajar. Deberían poner comisiones en distintos horarios, para que uno acomode su tiempo según le convenga para trabajar”, dijeron las alumnas.

Machaca es de Jujuy; y pide que el decano ayude a gestionar algo de lo que actualmente gozan los estudiantes de la Universidad Nacional de Jujuy: el boleto gratuito. “Sé que no depende de él; pero es una necesidad. Allá (en Jujuy) el estudiante universitario viaja gratis; aquí debo pagar $ 4 cada vez que subo a un colectivo”, señaló. Igualmente piden que se abra un comedor en el centro universitario Ingeniero Roberto Herrera (ex Quinta Agronómica).

Finalmente, recuerdan otro pedido para las autoridades: “¡que se limpien los baños!; uno solo está en condiciones... ¡y no tiene luz!”.

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