02 Abril 2014
El gobernador, José Alperovich, jugará el viernes otra carta política en contra del proyecto de modificación de la Ley de Impuestos Internos, que favorece la producción de mosto de uva. El mandatario tiene previsto reunirse con el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, quien es el jefe del bloque kirchnerista en la Cámara Baja, con el fin de exponer los perjuicios que generará la iniciativa impulsada por las provincias de Cuyo.
En esa línea, el titular del Poder Ejecutivo (PE) resaltó el apoyo de los diferentes sectores productivos y gubernamentales, que le permite afianzar el rechazo oficial de Tucumán al texto que ya tiene estado parlamentario en el Congreso nacional. “Los cañeros y la Sociedad Rural de Tucumán vinieron a darnos su apoyo para que no salga la ley del mosto, es bueno como gobernador porque uno se siente respaldado, el mandato es seguir trabajando juntos”, expresó el gobernador.
Alperovich se sostiene también en la idea de conformar un frente político más amplio, con la aprobación a su postura por parte de los gobernadores de Jujuy, Eduardo Fellner, y de Salta, Juan Manuel Urtubey. El primer funcionario habría expresado su negativa al proyecto cuyano, según la Casa de Gobierno.
En Salta, el gobierno de esa provincia hizo pública su postura en pleno debate del proyecto que impulsa el uso del mosto de la uva como endulzante, a través de una baja de los impuestos internos para las bebidas analcohólicas que usen ese zumo, de un 4% a un 2,8%. En contrapartida, la iniciativa fija elevar la alícuota, de un 8% a entre un 18% (para el caso exclusivo del azúcar) y un 28%, para aquellas que utilicen endulzantes artificiales y naturales.
El ministro de Ambiente y Producción Sustentable, Baltasar Saravia, afirmó que la posición del gobierno salteño “está relacionada a la protección de las economías regionales, es decir, a favor de toda acción que dé mayor competitividad”. Sin embargo, el funcionario aclaró: “pero no estamos a favor de una sola actividad en detrimento de otra; si afecta a un sector como la industria azucarera, no estamos de acuerdo con un proyecto”.
“Estamos en contra de cualquier mecanismo que afecte una economía como la azucarera. Pero estamos a favor de que se busque la forma de alcanzar competitividad para la producción vitivinícola”, enfatizó. “Si (la idea) es aumentar los impuestos internos a un sector para generar mayor capacidad productiva en otro, no resulta lógico (...)”, añadió Saravia en una comunicación telefónica con LA GACETA.
Saravia marcó su oposición en caso de que el proyecto afectara también al consumidor, a partir del aumento de la tasa impositiva a las bebidas sin alcohol, gaseosas o no. Aunque aclaró que no se trata hoy de una pelea política y entre dos economías sectoriales. “Políticamente, no nos ponemos en contra de que Cuyo logre precio competitivo en el mercado. Nos parece bien. (Pero) si eso afecta a la industria azucarera, no vamos a apoyar a esa iniciativa”, insistió.
La industria azucarera es una de las principales fuentes del Producto Bruto Geográfico (PBG) de Salta, con 50.000 hectáreas. La producción vitivinícola se desarrolla en más de 3.000 hectáreas y genera mayor mano de obra intensiva.
En esa línea, el titular del Poder Ejecutivo (PE) resaltó el apoyo de los diferentes sectores productivos y gubernamentales, que le permite afianzar el rechazo oficial de Tucumán al texto que ya tiene estado parlamentario en el Congreso nacional. “Los cañeros y la Sociedad Rural de Tucumán vinieron a darnos su apoyo para que no salga la ley del mosto, es bueno como gobernador porque uno se siente respaldado, el mandato es seguir trabajando juntos”, expresó el gobernador.
Alperovich se sostiene también en la idea de conformar un frente político más amplio, con la aprobación a su postura por parte de los gobernadores de Jujuy, Eduardo Fellner, y de Salta, Juan Manuel Urtubey. El primer funcionario habría expresado su negativa al proyecto cuyano, según la Casa de Gobierno.
En Salta, el gobierno de esa provincia hizo pública su postura en pleno debate del proyecto que impulsa el uso del mosto de la uva como endulzante, a través de una baja de los impuestos internos para las bebidas analcohólicas que usen ese zumo, de un 4% a un 2,8%. En contrapartida, la iniciativa fija elevar la alícuota, de un 8% a entre un 18% (para el caso exclusivo del azúcar) y un 28%, para aquellas que utilicen endulzantes artificiales y naturales.
El ministro de Ambiente y Producción Sustentable, Baltasar Saravia, afirmó que la posición del gobierno salteño “está relacionada a la protección de las economías regionales, es decir, a favor de toda acción que dé mayor competitividad”. Sin embargo, el funcionario aclaró: “pero no estamos a favor de una sola actividad en detrimento de otra; si afecta a un sector como la industria azucarera, no estamos de acuerdo con un proyecto”.
“Estamos en contra de cualquier mecanismo que afecte una economía como la azucarera. Pero estamos a favor de que se busque la forma de alcanzar competitividad para la producción vitivinícola”, enfatizó. “Si (la idea) es aumentar los impuestos internos a un sector para generar mayor capacidad productiva en otro, no resulta lógico (...)”, añadió Saravia en una comunicación telefónica con LA GACETA.
Saravia marcó su oposición en caso de que el proyecto afectara también al consumidor, a partir del aumento de la tasa impositiva a las bebidas sin alcohol, gaseosas o no. Aunque aclaró que no se trata hoy de una pelea política y entre dos economías sectoriales. “Políticamente, no nos ponemos en contra de que Cuyo logre precio competitivo en el mercado. Nos parece bien. (Pero) si eso afecta a la industria azucarera, no vamos a apoyar a esa iniciativa”, insistió.
La industria azucarera es una de las principales fuentes del Producto Bruto Geográfico (PBG) de Salta, con 50.000 hectáreas. La producción vitivinícola se desarrolla en más de 3.000 hectáreas y genera mayor mano de obra intensiva.
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