15 Noviembre 2013
¿SERÁ SU NOCHE? Cecilia Mena va por la corona de la categoría pluma, que está vacante.
Cuando los buenos boxeadores eran tantos que parecían salir de abajo de las piedras ser campeón argentino era una misión extremadamente difícil. Una chapa de enorme prestigio. Esos cinturones cotizaban al precio del oro. De allí lo sorprendente, casi inverosímil, que resulta el premio reservado para la ganadora de la pelea que esta noche protagonizarán Cecilia Mena y Paula Morales. Campeona argentina.
Hagamos todas las salvedades necesarias. Para empezar, la descomunal brecha -en cantidad de púgiles, calidad técnica y jerarquía deportiva- que separa al boxeo masculino del femenino en nuestro país. Al mismo tiempo, y a partir de esa escasez de protagonistas, la facilidad con la que se accede a un combate de estas características.
Mena acredita apenas siete peleas profesionales, de las que ganó cinco, perdió una (el debut, a manos de Yohanna Alfonso) y empató la restante. Por primera vez en su carrera afrontará 10 rounds -las chicas disputan asaltos de dos minutos-. Es más: nunca le tocó cruzar guantes durante más de cuatro capítulos. Viene de noquear a Shirley Soruco, impresentable rival arribada de Bolivia.
La adversaria de Mena en el desafío por el título argentino (vacante) de la categoría pluma es la bonaerense Paula Morales. Su foja es mucho más nutrida, pero absolutamente negativa: 5-11-2. Nunca ganó por nocaut, aunque vale también apuntar que todas sus derrotas fueron por puntos. Morales (29 años, cuatro más que la tucumana) viene de cuatro traspiés consecutivos. Este año sólo peleó una vez: en julio, con Ana Esteche. Perdió en fallo unánime al cabo de seis rounds.
Se entiende el entusiasmo de las chicas. No se entiende la liviandad con la que la FAB decide que un título argentino pueda conferirse a la vencedora de un pleito de esta naturaleza. Flaco favor se le hace al pugilismo femenino si el nivel de exigencia para coronar a una campeona se mide con una vara tan corta. Así se escribe la historia por estos días. Y nada menos que en un escenario llamado Defensores de Villa Luján.
Hagamos todas las salvedades necesarias. Para empezar, la descomunal brecha -en cantidad de púgiles, calidad técnica y jerarquía deportiva- que separa al boxeo masculino del femenino en nuestro país. Al mismo tiempo, y a partir de esa escasez de protagonistas, la facilidad con la que se accede a un combate de estas características.
Mena acredita apenas siete peleas profesionales, de las que ganó cinco, perdió una (el debut, a manos de Yohanna Alfonso) y empató la restante. Por primera vez en su carrera afrontará 10 rounds -las chicas disputan asaltos de dos minutos-. Es más: nunca le tocó cruzar guantes durante más de cuatro capítulos. Viene de noquear a Shirley Soruco, impresentable rival arribada de Bolivia.
La adversaria de Mena en el desafío por el título argentino (vacante) de la categoría pluma es la bonaerense Paula Morales. Su foja es mucho más nutrida, pero absolutamente negativa: 5-11-2. Nunca ganó por nocaut, aunque vale también apuntar que todas sus derrotas fueron por puntos. Morales (29 años, cuatro más que la tucumana) viene de cuatro traspiés consecutivos. Este año sólo peleó una vez: en julio, con Ana Esteche. Perdió en fallo unánime al cabo de seis rounds.
Se entiende el entusiasmo de las chicas. No se entiende la liviandad con la que la FAB decide que un título argentino pueda conferirse a la vencedora de un pleito de esta naturaleza. Flaco favor se le hace al pugilismo femenino si el nivel de exigencia para coronar a una campeona se mide con una vara tan corta. Así se escribe la historia por estos días. Y nada menos que en un escenario llamado Defensores de Villa Luján.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular
