10 Noviembre 2013
CONECTADOS. En la plaza Urquiza, después de la jornada escolar, los jóvenes se juntan a compartir videos y fotos con sus celulares. LA GACETA / FOTO DE JULIO MARENGO
Show. La palabra clave es show. Mostrar, exhibir, hacer alarde... todas las traducciones lineales de esta palabra inglesa cobran el más literal de los sentidos en el mundo adolescente. Hoy, para hacerse notar, los chicos hacen show y el escenario incontrolable del espectáculo son las redes sociales. Sobre su alcance, consecuencias y riesgos poco saben, o prefieren no enterarse: a ellos, lo que les importa, es hacerse ver.
Si en algún momento de la carrera de los tiempos el más popular era el capitán del equipo y la más conocida era la chica más linda y buscada de la división, hoy los adolescentes que quieren sobresalir lo hacen mediante su exposición en las redes sociales. Son los "chicos show", y más show serán cuantos más "Me gusta" cosechen en sus perfiles. Y, por lo que se ve, el método "efectivo" para hacerse conocer es hacer pública la intimidad.
Esta semana, el escándalo estalló por un video de dos adolescentes tucumanos teniendo sexo en el baño de un bar. La filmación se diseminó con la velocidad de la luz por las redes y celulares y se instaló como la charla obligada de los grupos de jóvenes. Si bien muchos no aplauden la actitud que tuvieron los protagonistas del video erótico, tampoco se mostraron sorprendidos: "lo hacen por hacer show, por llamar la atención, para que los conozcan en todos lados. Y lo consiguen, pero al menos ella queda quemada para siempre", opinó Daiana (17 años), alumna del último año del Instituto San Miguel. Al igual que sus compañeras Paula y Lourdes, ella no ve como algo "normal" que los adolescentes se muestren sin medir consecuencias, pero aseguran que se está volviendo algo cada vez más natural y corriente.
Provocativas
"En algún momento la posta para hacerse conocidos era largarse a pelear -tanto mujeres como varones- y filmarse para mostrarlo en Facebook y Twitter. Ahora es teniendo relaciones o mostrando fotos provocativas", resume Luciana, de 14 años, alumna del colegio Nacional. Ella se considera una chica "re show", porque sus actualizaciones de estado en Facebook y sus fotos son capaces de reunir 300, 500 y hasta 1.000 pulgares arriba, a modo de adhesión. "Y sí, para qué te voy a mentir, en las fotos que me hago no salgo como una monja... pero tampoco desnuda. Puede ser con una remerita escotada, en una pose sexy, pero no más que eso. Y funciona", destaca la adolescente cuya foto más exitosa en el Face la muestra con una campera arriba y un boxer abajo.
"Para los varones es más fácil ser show: puede ser un fideo con los abdominales marcados y ya junta un montón de 'Me gusta'. Pero a diferencia de las chicas, ellos no quedan tan marcados mostrándose medio desnudos en Facebook", señaló Nicolás (15), otro chico popular en las redes sociales. Jessica, de 14, es una de las pocas chicas de su curso que ya han experimentado las relaciones sexuales. Lo confiesa durante la entrevista con el diario, en la plaza Urquiza, en presencia de varios de sus compañeros. Nadie se sorprende, pero admiten que no todos lo han hecho. La joven insiste en separar lo público de lo privado: "una cosa es tener sexo con alguien con quien tenés confianza y otra cosa es mostrarte de esa forma. Algunas chicas tucumanas son conocidas porque tienen no uno sino varios videos que circulan por las redes, y a ellas parece que les encanta, nadie las obliga, de alguna forma están orgullosas de mostrarse así porque se hacen conocidas", destaca la jovencita. Lucas, Nacho y Maxi, de 16, 15 y 17 años respectivamente, han visto -obviamente- el famoso video del que todo el mundo habla. Les causa gracia y están convencidos que que nadie los obligó. La explicación es la misma que las anteriores: "lo que buscan es hacer show y parece que no les importa quedar incineradas".
Así como no lo aplauden pero tampoco se sorprenden, los adolescentes no creen que esta sea la última vez que suceda algo así. Tampoco les preocupa demasiado, aunque sostienen que no es una generalidad, sino más bien casos específicos y puntuales. Al menos hasta ahora. La reflexión que queda, en cualquier caso es no ya quién controla sino quién enseña a los adolescentes acerca del uso y el alcance de las redes sociales. A ellos, a los llamados "nativos digitales", les está explotando su propia bomba en las manos.
No es fácil protegerlos
En Argentina, el 75% de los chicos de entre 13 y 17 años usa alguna red social. La edad promedio en que empiezan a manifestar interés para abrir su propio perfil ronda los 10 años. La gran mayoría de ellos no miden los riesgos de publicar todo lo que hacen en la red. Además, están desprotegidos, no tanto por las leyes, sino más bien por la incapacidad de determinar quién disemina los videos.
"Desde la perspectiva penal, la viralización de imágenes de contenido sexual en la que intervengan menores podría encuadrarse dentro de las conductas penalmente reprochables descriptas en el Código Penal. La dificultad en la investigación de estas conductas es la determinación del tiempo y lugar de inicio de la viralización, así como la determinación de todas y cada una las conductas individuales que coadyuven a la divulgación de estas acciones", explica el abogado Diego Lammoglia.
Si en algún momento de la carrera de los tiempos el más popular era el capitán del equipo y la más conocida era la chica más linda y buscada de la división, hoy los adolescentes que quieren sobresalir lo hacen mediante su exposición en las redes sociales. Son los "chicos show", y más show serán cuantos más "Me gusta" cosechen en sus perfiles. Y, por lo que se ve, el método "efectivo" para hacerse conocer es hacer pública la intimidad.
Esta semana, el escándalo estalló por un video de dos adolescentes tucumanos teniendo sexo en el baño de un bar. La filmación se diseminó con la velocidad de la luz por las redes y celulares y se instaló como la charla obligada de los grupos de jóvenes. Si bien muchos no aplauden la actitud que tuvieron los protagonistas del video erótico, tampoco se mostraron sorprendidos: "lo hacen por hacer show, por llamar la atención, para que los conozcan en todos lados. Y lo consiguen, pero al menos ella queda quemada para siempre", opinó Daiana (17 años), alumna del último año del Instituto San Miguel. Al igual que sus compañeras Paula y Lourdes, ella no ve como algo "normal" que los adolescentes se muestren sin medir consecuencias, pero aseguran que se está volviendo algo cada vez más natural y corriente.
Provocativas
"En algún momento la posta para hacerse conocidos era largarse a pelear -tanto mujeres como varones- y filmarse para mostrarlo en Facebook y Twitter. Ahora es teniendo relaciones o mostrando fotos provocativas", resume Luciana, de 14 años, alumna del colegio Nacional. Ella se considera una chica "re show", porque sus actualizaciones de estado en Facebook y sus fotos son capaces de reunir 300, 500 y hasta 1.000 pulgares arriba, a modo de adhesión. "Y sí, para qué te voy a mentir, en las fotos que me hago no salgo como una monja... pero tampoco desnuda. Puede ser con una remerita escotada, en una pose sexy, pero no más que eso. Y funciona", destaca la adolescente cuya foto más exitosa en el Face la muestra con una campera arriba y un boxer abajo.
"Para los varones es más fácil ser show: puede ser un fideo con los abdominales marcados y ya junta un montón de 'Me gusta'. Pero a diferencia de las chicas, ellos no quedan tan marcados mostrándose medio desnudos en Facebook", señaló Nicolás (15), otro chico popular en las redes sociales. Jessica, de 14, es una de las pocas chicas de su curso que ya han experimentado las relaciones sexuales. Lo confiesa durante la entrevista con el diario, en la plaza Urquiza, en presencia de varios de sus compañeros. Nadie se sorprende, pero admiten que no todos lo han hecho. La joven insiste en separar lo público de lo privado: "una cosa es tener sexo con alguien con quien tenés confianza y otra cosa es mostrarte de esa forma. Algunas chicas tucumanas son conocidas porque tienen no uno sino varios videos que circulan por las redes, y a ellas parece que les encanta, nadie las obliga, de alguna forma están orgullosas de mostrarse así porque se hacen conocidas", destaca la jovencita. Lucas, Nacho y Maxi, de 16, 15 y 17 años respectivamente, han visto -obviamente- el famoso video del que todo el mundo habla. Les causa gracia y están convencidos que que nadie los obligó. La explicación es la misma que las anteriores: "lo que buscan es hacer show y parece que no les importa quedar incineradas".
Así como no lo aplauden pero tampoco se sorprenden, los adolescentes no creen que esta sea la última vez que suceda algo así. Tampoco les preocupa demasiado, aunque sostienen que no es una generalidad, sino más bien casos específicos y puntuales. Al menos hasta ahora. La reflexión que queda, en cualquier caso es no ya quién controla sino quién enseña a los adolescentes acerca del uso y el alcance de las redes sociales. A ellos, a los llamados "nativos digitales", les está explotando su propia bomba en las manos.
No es fácil protegerlos
En Argentina, el 75% de los chicos de entre 13 y 17 años usa alguna red social. La edad promedio en que empiezan a manifestar interés para abrir su propio perfil ronda los 10 años. La gran mayoría de ellos no miden los riesgos de publicar todo lo que hacen en la red. Además, están desprotegidos, no tanto por las leyes, sino más bien por la incapacidad de determinar quién disemina los videos.
"Desde la perspectiva penal, la viralización de imágenes de contenido sexual en la que intervengan menores podría encuadrarse dentro de las conductas penalmente reprochables descriptas en el Código Penal. La dificultad en la investigación de estas conductas es la determinación del tiempo y lugar de inicio de la viralización, así como la determinación de todas y cada una las conductas individuales que coadyuven a la divulgación de estas acciones", explica el abogado Diego Lammoglia.
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