La Casa de Belén recupera a las mamás de la violencia y rescata a sus hijos del aborto

La Casa de Belén recupera a las mamás de la violencia y rescata a sus hijos del aborto

A veces un "mal paso", un amor no correspondido o un hecho de violencia sexual terminan en embarazo no deseado. Muchas son echadas de su casa por ello. En este hogar son cuidadas hasta que tienen al bebé; luego deciden darlo o no en adopción

CONTENCIÓN. En la Casa de Belén, las mujeres son cuidadas mientras piensan cómo van a seguir con sus vidas. CONTENCIÓN. En la Casa de Belén, las mujeres son cuidadas mientras piensan cómo van a seguir con sus vidas.
06 Mayo 2013

Como algunas mujeres, pensó en no tener a su bebé. ¿Quién puede traer un hijo al mundo sin casa, sin familia y sin dinero? María lo pensó también. Quizás merezca la muerte. Era su tercer embarazo y, como los anteriores, habían sido engendrados con violencia y brutalidad. Una mujer sola y analfabeta poco puede defenderse. A lo sumo puede escapar, como lo hizo ella, María. Corrió a la Maternidad, como le aconsejaron, y ahí se quedó sentada, esperando, aturdida por los gritos que la habían perseguido hasta perderse... como estaba ella entonces. Con la mente bloqueada y con su beba en los brazos. Así recibió la noticia de que nuevamente estaba embarazada. El llanto fue la respuesta.

"No me acuerdo cuánto tiempo estuve sentada en los bancos de la Maternidad. Me parece que fueron horas... Una señora vino directo hacia mí, me dijo que no me preocupara por nada y me llevó a su auto. De pronto me encontré en una casa con un gran jardín. Yo no entendía nada, pero no me desprendía de mi bebé, para que no me lo quiten como me pasó con el primero". María tiene 22 años. "Cuando llegué había otra chica con su hijo de cinco años, y embarazada. Ella también había sufrido violencia como yo. Después ella solucionó su problema y se fue, pero yo todavía sigo con lío", confiesa, sin dejar de mecer la cunita donde descansa lo que antes era "una pesadilla" para ella y ahora es una bendición.

La Casa de Belén no tiene lujos pero es lo suficientemente cómoda para albergar a dos o tres chicas solas o con sus hijos, que no tienen donde ir. Era la casa de una religiosa, la ex hermana Gioconda Perrini, que la cedió en nombre de Aprocup, la Asociación para la Promoción de la Cultura Popular, que ella fundó en el barrio Juan XXIII.

Alternativa vital

A veces un "mal paso" en la vida, un amor no correspondido o un hecho de violencia lleva a las mujeres a quedar embarazadas sin quererlo. Estas situaciones, sumadas a la soledad, la falta de apoyo de la familia, y la ausencia de dinero hace que piensen que la única solución es abortar.

"En Tucumán, hay un lugar donde reciben a chicas embarazadas, el instituto Santa Micaela, pero es únicamente para menores de edad. Las adultas, y sobre todo, con hijos, no tienen adonde ir. Es por eso que se fundó este hogar, donde la mamá recibe amor, contención y atención médica y psicológica para ella y su futuro hijo. El objetivo es evitar que una vida se pierda", sintetiza la médica pediatra Viviana Crivelli, coordinadora de la Casa. "La casa funciona desde hace un año, pasaron tres mamás, pero María es la única que hizo todo el ciclo, las otras resolvieron su situación antes del parto", explica Gisela Ibarra de Molina, integrante de Grávida, Centro de Asistencia a la Vida Naciente. Esta última institución se encarga de acercar a las mamás embarazadas. Los alimentos son provistos por programas solidarios. "Este es un proyecto que surge a partir de la iniciativa de la Mesa de Diálogo Interreligioso, integrado por personas de distintas religiones. Comenzamos con fondos para un año, pero ya se nos están terminando y tenemos muchos gastos. Si bien los cargos directivos son ad honorem, necesitamos fondos para pagar a las personas que cuidan a las mamás los 365 días del año y que viven en la casa (la dirección no se consigna por razones de seguridad).

"Necesitamos formar un voluntariado con personas que nos ayuden a constituir un ropero para las mamás y sus bebés, por ejemplo, pero también que puedan donar su tiempo y su trabajo (en el caso de los profesionales)".

"Nuestro propósito es evitar el aborto. Nuestros mensaje es que ni la situación familiar o económica ni la violencia son motivos para evitar que un niño nazca, de hecho, todo se puede solucionar menos la muerte. Aunque nadie lo diga, estudios muy serios aseguran que los daños que produce el aborto en la mujer quedan para toda la vida", sintetiza la doctora Crivelli.

María no hablaba ni podía escribir porque nunca la mandaron a la escuela. No se relacionaba con nadie salvo con la cuidadora, que con mucho cariño esperó a que la joven llorara todo el tormento que la tenía enmudecida. Ahora está aprendiendo a escribir y a cuidar a sus dos bebés. Pero la tarea de la casa no ha terminado: busca una familia que la quiera con sus dos hijitos.

Desde cuatro religiones se unen a favor de la vida

"Hablar sobre todo lo que nos une y no sobre lo que nos separa" es el lema no escrito de la Mesa de Diálogo Interreligioso de Tucumán. Participan judíos, católicos, evangélicos de distintas iglesias, musulmanes y personas de buena voluntad, sin pertenencia a ninguna iglesia, pero interesada en la religión.

La Iglesia católica tiene representación en la Mesa de Diálogo a través de dos sacerdotes, monseñor Melitón Chávez y el padre Leonardo Valoy.

Las reuniones del DIR comenzaron hace 20 años por iniciativa del Movimiento de los Focolares (ahora representado dentro del grupo por la docente Leonor Martínez) y de Raúl Feler, que profesa la fe judía: los encuentros se realizaban informalmente en la casa de él, hasta que el número de participantes obligó a buscar un lugar más grande. El arzobispado prestó su Casa Pastoral de en San Lorenzo 441, donde se reúnen el último jueves de cada mes, a las 21.

El objetivo fundamental del DIR Tucumán es promover el diálogo y la paz. En cada reunión, un integrante expone algún tema y luego todos los demás hacen aportes desde sus diferentes credos y culturas. Pero también se realizan actividades públicas. En 2011 se llevó a cabo un Encuentro por la Paz en la Casa Histórica y en la Catedral, en adhesión a los 25 años del encuentro de Juan Pablo II con los líderes religiosos de todo el mundo en Asís.

En 2012 se realizó una mesa panel en el Jockey Club y se inauguró la Casa de Belén, y este año se presentó el libro de Yoel Ben Arye (Oscar Feler) "Dos caminos, una redención". Para el acto cultural vinieron el judío Abraham Skorka y el sacerdote católico Carlos Accaputo.

El hogar tiene de todo ¡hasta una abuela cariñosa!

Cada vez que viene una nueva mamá, la encargada de darle la bienvenida es Ana Beatriz Farías. Ella las recibe y las contiene las 24 horas del día. Es madre y abuela a la vez. Las escucha, las atiende, las entiende y las cuida. "Sobre todas las cosas, trato de ponerme en su lugar, de no juzgarlas. Las escucho y las consuelo. ¡Hay que ver cómo vienen estas chicas... muchas veces de la calle, sin afecto, solas... Por eso es que cuando ven a una persona extraña al principio sienten miedo y desconfianza, hasta que se sueltan, y entonces se forma un vínculo muy fuerte", explica la encargada de la Casa de Belén, que vive con las chicas y sus hijos como en una gran familia.

"Las primeras dos mamás que estuvieron aquí se fueron cuando lograron solucionar sus problemas. Volvieron muy bien a sus hogares, contenidas y cuidadas, lo mismo que el hijito de una de ellas. Pero con María, quizás porque está hace mucho más tiempo que las demás, es algo especial. Ella vino con mucha angustia, no hablaba y había un vínculo muy fuerte entre la niña y la madre, como una barrera, donde no entraba nadie más. Me costó mucho atravesarlo", cuenta Ana.

Luego, cuando entendió que la casa era un lugar para cuidarla y protegerla, María empezó a hablar, a reír y a sentir que era amada. "Ahora me da una gran satisfacción cuando la escucho cantar en la ducha. Para mí es un milagro que la bebé a los 11 meses ya esté caminando, cuando sé que vino con una desnutrición tan grande, como la de su mamá. Y también que el bebé haya nacido con buen peso. Ahora lo más sorprendente: ¡María está aprendiendo a escribir su nombre!", dice con los ojos de abuela llenos de emoción.

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¿Cómo ayudar o ser ayudado?

Si necesitás apoyo....- No importa que seas mayor de edad, que tengas o no recursos económicos, que seas mayor o menor de edad ni que tengas otros hijos. Si estás embarazada y sentís que estás en problemas comunicate con Grávida, el Centro de Asistencia a la Vida Naciente, para que vean cómo ayudarte. Las voluntarias manejarán tu tema con discreción. Podés concurrir a la Casa Pastoral de San Lorenzo 441 y preguntar por las voluntarias de Grávida, o llamar al teléfono 3814975252. También podés escribir un email a [email protected] o enviar un SMS al 3815450757. 

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Cómo colaborar.- La Casa de Belén necesita todo para el funcionamiento, desde dinero para pagar los servicios hasta donaciones materiales como: mobiliario, ropa de mujeres y niños, sábanas, utensilios de cocina, alimentos, medicamentos, pañales, juguetes, elementos de limpieza y otros. Si sos empresario o particular podés llamar o enviar mensaje al 3814647524 o comunicarte con [email protected] 

¿Qué hace falta?- Voluntarios con medio de movilidad para traslados y con buena voluntad para armar un ropero, organizar microemprendimientos, hacer trámites, dar apoyo escolar a los niños, ayudar en tareas domésticas, entre otras tareas. También se requieren profesionales (médicos, abogados, asistentes sociales, docentes) que deseen donar su tiempo.

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