La moda presidenciable
Se alzó con el título de mejor vestida en revistas como People y Vanity Fair. Pero la relación con las publicaciones de moda va mucho más allá de su porte elegante y de las elecciones de marcas de bajo costo. Economistas especializados en la industria fashionista aseguran que a Michelle Obama, primera dama de Estados Unidos, le alcanza con mostrarse ante las cámaras durante 10 minutos con las prendas de algún diseñador incipiente para que las ventas del afortunado alcancen los 11 millones de euros.

Michelle será la apuesta de la edición de abril de la Vogue americana, que saldrá a la venta el 26 de marzo. En la portada lucirá un conjunto azul y bordó de Reed Krafoff (usó uno de sus diseños en la ceremonia privada de juramento en la Casa Blanca) y será fotografiada por la experimentada Annie Leibovitz

No es la primera vez que la mujer de Barack Obama aparece en la tapa de "La Biblia de la moda". También figuró en marzo de 2009, con un vestido de Jason Wu.

La portada de Vogue esquivó en muchas ocasiones a las primeras damas. Pero fue Hillary Clinton quien la inauguró. En ese entonces ya estaba a cargo de la publicación Ana Wintour, vinculada públicamente al Partido Demócrata. La editora jefe de la revista también fue una de las principales contribuyentes a la campaña de reelección de Obama. Por este motivo, a nadie le sorprende la segunda tapa que obtuvo Michelle. Eso sí, la estadounidense no está ajena a las críticas. Un par de semanas atrás, la estilista británica Vivienne Westwood dijo en una entrevista con The New York Times que el estilo de Michelle es "horrible".

Comentarios