26 Febrero 2013
SIN CLASES. La mayoría de las aulas permanecieron vacías. LA GACETA
El Gobierno celebró ayer el inicio de clases con dos actos. Los gremios disidentes, en cambio, lamentaron el acuerdo salarial con un paro y una movilización. Y en una tercera posición quedaron los sindicatos integrantes del Frente Gremial Docente (FGD), que avalaron el acta que dispuso el 25,7% de suba del básico y se adhirieron a la medida por mandato de sus centrales nacionales. El resultado fue que el paisaje en las escuelas fue tan dispar como el discurso de los protagonistas.
Durante la mañana, el gobernador, José Alperovich, recorrió obras en un club de abuelos de Las Talitas. Allí confirmó que se les descontará el día no trabajado a quienes se sumaron a la huelga. "Todos tienen derecho a protestar. También es cierto que si no se trabaja, no se cobra", ratificó.
Por su parte, la ministra de Educación, Silvia Rojkés, encabezó el inicio del ciclo lectivo en una escuela de Campo Norte (por la tarde lo hizo en un establecimiento de Leales). Luego, en la Casa de Gobierno, destacó el acuerdo alcanzado y deslizó críticas hacia la medida. "Tucumán inició el ciclo lectivo 2013, con las escuelas abiertas y con los docentes que hayan estado. En una línea que tiene que ver con las convicciones", rescató la funcionaria. Afirmó que las paritarias nacionales sólo fijaron el piso salarial. "Tener el paro habla mal de quienes lo convocaron y lo digo con mucho respeto. Es una herramienta legal, pero que sea la primera medida frente a una política nacional educativa que está dando respuestas permanentemente, y la más importante es que se modificó el Presupuesto para que la educación sea considerada con el valor que tiene. Un paro tira abajo esto. Pero no hacia un gobierno, sino (por) una falta de compromiso hacia los estudiantes y aquellos docentes que le ponen el cuerpo todo el día", consideró.
Recordó que en otras épocas, en la provincia no se llegaba a los 80 días de clases (hoy se procura alcanzar los 190). Calificó a la medida como "extrema" en un momento donde la realidad es "distinta". Por otro lado, Rojkés recordó que el acuerdo con los docentes no sólo incluyó el ítem salarial, sino también aspectos pedagógicos y laborales. Detalló que se llamará a concurso de antecedentes y oposición para cubrir cargos directivos. Además, se avanzará en la titularización del personal técnico docente del servicio de asistencia social escolar, al gabinete pedagógico interdisciplinario o al centro de documentación educativa, entre otros.
"Insuficiente"
"Yo sí quiero dar clases, pero también quiero un salario digno". Ese era el cartel que sostenía una enorme marioneta-maestra que encabezó la movilización a la plaza Independencia. La consigna concentró el principal reclamo de los docentes. Con bombos y pancartas, marcharon los miembros de la UDT, Sadop y educadores autoconvocados. Recibieron el apoyo de la CCC y de la CTA, entre otras agrupaciones.
"El acuerdo es insuficiente. La inflación y los tributos son el lastre para el salario", fustigó Carlos Arnedo, dirigente de la UDT y secretario de Convenciones de la Confederación de Educadores Argentinos (CEA). Recordó que su organización, que no es citada a los encuentros paritarios locales, reclama el 50% de suba. Afirmó que el resultado de la negociación -a la que prefirió llamar "reunión de amigos"- es una "cachetada". Rechazó el descuento por la medida de fuerza y afirmó que, de ser necesario, recurrirán a la Justicia. Durante su discurso, Juan Carlos Aguirre (titular de UDT) cargó contra la dirigencia de ATEP, AMET y APEM: "hay tres atorrantes que vienen entregando nuestros salarios". Teresa Hernández (Sadop) aseveró que el paro se sintió en los colegios y que fue un mensaje para la Presidenta, Cristina Fernández. "Necesitamos un piso mejor. El incremento en el básico es mínimo, es lamentable", opinó. Diego Toscano (autoconvocados) afirmó que fueron víctimas de una "entrega". Explicó: "la aparición de dos nuevas sumas en negro (material didáctico y capacitación) abren la puerta al salario por productividad y luego se establecerá que sólo cobren ese monto aquellos que acrediten determinados cursos de formación", concluyó. Los sectores coincidieron en que continuarán con asambleas y marchas. No descartaron futuras medidas de fuerza.
Durante la mañana, el gobernador, José Alperovich, recorrió obras en un club de abuelos de Las Talitas. Allí confirmó que se les descontará el día no trabajado a quienes se sumaron a la huelga. "Todos tienen derecho a protestar. También es cierto que si no se trabaja, no se cobra", ratificó.
Por su parte, la ministra de Educación, Silvia Rojkés, encabezó el inicio del ciclo lectivo en una escuela de Campo Norte (por la tarde lo hizo en un establecimiento de Leales). Luego, en la Casa de Gobierno, destacó el acuerdo alcanzado y deslizó críticas hacia la medida. "Tucumán inició el ciclo lectivo 2013, con las escuelas abiertas y con los docentes que hayan estado. En una línea que tiene que ver con las convicciones", rescató la funcionaria. Afirmó que las paritarias nacionales sólo fijaron el piso salarial. "Tener el paro habla mal de quienes lo convocaron y lo digo con mucho respeto. Es una herramienta legal, pero que sea la primera medida frente a una política nacional educativa que está dando respuestas permanentemente, y la más importante es que se modificó el Presupuesto para que la educación sea considerada con el valor que tiene. Un paro tira abajo esto. Pero no hacia un gobierno, sino (por) una falta de compromiso hacia los estudiantes y aquellos docentes que le ponen el cuerpo todo el día", consideró.
Recordó que en otras épocas, en la provincia no se llegaba a los 80 días de clases (hoy se procura alcanzar los 190). Calificó a la medida como "extrema" en un momento donde la realidad es "distinta". Por otro lado, Rojkés recordó que el acuerdo con los docentes no sólo incluyó el ítem salarial, sino también aspectos pedagógicos y laborales. Detalló que se llamará a concurso de antecedentes y oposición para cubrir cargos directivos. Además, se avanzará en la titularización del personal técnico docente del servicio de asistencia social escolar, al gabinete pedagógico interdisciplinario o al centro de documentación educativa, entre otros.
"Insuficiente"
"Yo sí quiero dar clases, pero también quiero un salario digno". Ese era el cartel que sostenía una enorme marioneta-maestra que encabezó la movilización a la plaza Independencia. La consigna concentró el principal reclamo de los docentes. Con bombos y pancartas, marcharon los miembros de la UDT, Sadop y educadores autoconvocados. Recibieron el apoyo de la CCC y de la CTA, entre otras agrupaciones.
"El acuerdo es insuficiente. La inflación y los tributos son el lastre para el salario", fustigó Carlos Arnedo, dirigente de la UDT y secretario de Convenciones de la Confederación de Educadores Argentinos (CEA). Recordó que su organización, que no es citada a los encuentros paritarios locales, reclama el 50% de suba. Afirmó que el resultado de la negociación -a la que prefirió llamar "reunión de amigos"- es una "cachetada". Rechazó el descuento por la medida de fuerza y afirmó que, de ser necesario, recurrirán a la Justicia. Durante su discurso, Juan Carlos Aguirre (titular de UDT) cargó contra la dirigencia de ATEP, AMET y APEM: "hay tres atorrantes que vienen entregando nuestros salarios". Teresa Hernández (Sadop) aseveró que el paro se sintió en los colegios y que fue un mensaje para la Presidenta, Cristina Fernández. "Necesitamos un piso mejor. El incremento en el básico es mínimo, es lamentable", opinó. Diego Toscano (autoconvocados) afirmó que fueron víctimas de una "entrega". Explicó: "la aparición de dos nuevas sumas en negro (material didáctico y capacitación) abren la puerta al salario por productividad y luego se establecerá que sólo cobren ese monto aquellos que acrediten determinados cursos de formación", concluyó. Los sectores coincidieron en que continuarán con asambleas y marchas. No descartaron futuras medidas de fuerza.
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