En Campo Norte piden que la Policía secuestre los carros de los que tiran basura

Luego de terminar de construir una medianera en el jardín de su casa, Pedro llamó a un carrero que pasaba por su calle y le pidió que se deshiciera de los escombros sobrantes a cambio de un poco de dinero. Ese mismo día, María, dueña de una verdulería, le entregó al conductor del mismo carro cajones repletos con cebollas podridas que ya no podía vender. Y Juan, el carnicero de la cuadra, aprovechó la situación para sacarse de encima los restos de la faena Al día siguiente, Pedro, María y Juan se despertaron y al bostezar inhalaron el hedor de la podredumbre. Afuera de sus hogares, en un rincón olvidado del vecindario, las cebollas, los huesos y los escombros apilados se descomponían con el calor del sol.

En todos los barrios hay uno o varios Pedros, Marías y Juanes que, con actitudes irresponsables, alimentan los nidos de desperdicios que se multiplican en diferentes zonas de la capital. A pesar de los reiterados operativos de limpieza y de la custodia policial en determinados lugares, la ciudad se sigue ensuciando.

Campo Norte es el mejor ejemplo. Este inmenso predio en el que nunca se concreta el espacio verde que viene prometiendo la Municipalidad desde hace años, es un vaciadero clandestino gigante. Sus vecinos cuentan que, si bien los carreros son los que más desperdicios aportan, también llegan personas en motos y en autos a tirar los suyos.

Ayer por la tarde, columnas de humo se levantaban de la cuadra de Ecuador al 2.800. Allí se encuentra uno de los basurales más grandes del predio. Pero es relativamente nuevo. "Antes tiraban en la Ecuador y Viamonte, pero los vecinos construyeron una gruta y los carreros se vinieron para acá", contó Julián Albornoz, quien vive a una cuadra de Campo Norte.

"La única solución posible que se me ocurre es que pongan vigilancia permanente y que le secuestren el carro a los lleguen a tirar. Igual, ellos no son los únicos. Vemos motocarros, autos y camionetas 4x4 que dejan porquerías. Por culpa de todos ellos tenemos que vivir encerrados", protestó un vecino (no dijo su nombre) mientras señalaba la puerta cerrada de su casa.

Otros de los sectores de Campo Norte donde se acumula la basura son los cordones cuneta del tramo de la Bolivia que atraviesa el parque. "Todas las noches le prenden fuego a las bolsas. Entre el humo y el mal humor, acá no duerme nadie", se indignó otro vecino que estaba por jugar un partido de fútbol en una de las canchas que se encuentran rodeadas por la mugre.

El subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Atilio Belloni, dijo que las máquinas y los camiones de la Municipalidad y de la empresa 9 de Julio ingresarán a Campo Norte para realizar una limpieza intensiva. El funcionario agregó que no se lo había hecho antes, porque le iba a quitar agilidad al operativo de limpieza que encaró el Municipio en la ciudad luego de Año Nuevo.

La semana pasada, la Policía comenzó a custodiar cuatro lugares en los que se había vuelto muy difícil erradicar los vaciaderos: pasaje Castro Barros al 900, Marco Avellaneda y Santa Fe, Rivadavia y España y Lucio V. Mansilla y México. Los tres primeros se mantienen limpios. Los vecinos del último dijeron que los carreros siguen arrojando desperdicios en el lugar.