Graduados: cinco razones para extrañarlos

Graduados: cinco razones para extrañarlos

La frescura de los personajes, el humor, la ternura y el rock de los 80 fueron algunos de los ingredientes que enriquecieron una historia que atrapó a todos.

EN BARILOCHE. El elenco de Graduados revivió el viaje de egresados, en escenas desopilantes. FOTO TOMADA DE DIAADIA.COM.AR EN BARILOCHE. El elenco de "Graduados" revivió el viaje de egresados, en escenas desopilantes. FOTO TOMADA DE DIAADIA.COM.AR
1- Nos hizo reír. Sí, es cierto, los unitarios duros como "La dueña" o "Tiempos compulsivos" y otros más costumbristas como "El donante" o "Condicionados" habrán atrapado por la madurez de sus guiones y la solidez de los personajes, pero "Graduados" -con mucho menos tiempo para la planificación, teniendo en cuenta que fue una tira diaria- apeló a la espontaneidad y a las salidas cómicas para compensar esa vorágine. Y le salió mejor que a todas. Sin encasillarse en el humor de una sitcom -no hay lugar para otro "Casado con hijos" en la TV- provocó carcajadas desde lo sutil, lo cotidiano y hasta desde la ternura (¡cómo vamos a extrañar a Tuca!).
 
2- Nos hizo pensar. Toda la crítica dirá ahora que fue una comedia blanca, que sirvió para desestructurar, que era lo que el ajetreado seguidor necesitaba a la hora de la cena... Y no se equivoca, pero tampoco aclara que, de manera progresiva y casi simpática, la tira de Sebastián Ortega nos ha hecho pensar como ninguna anterior en cuestiones tan delicadas como el bullying (acoso escolar) y la discriminación durante la adolescencia, a partir del personaje de Isabel Macedo. ¿Que todavía no es suficiente y hace falta ahondar en el tema? Por supuesto, estamos hablando de una comedia de televisión, no de una academia.
 
3- Nos transportó al pasado. No hay quien no haya hablado (bien, siempre) de los flashbacks a la música y a la estética de los 80 y los 90. Definitivamente fue un acierto de Ortega, un recurso que empezó como accesorio y terminó como norma, pero quizás lo más valioso de los viajes al pasado fue que acercaron generaciones. Los espectadores más chicos, privados de la nostalgia de algo que no vivieron, comenzaron a interesarse por esa música y esos grupos que desfilaban por las escenas y que, a veces, eran tan protagonistas como los protagonistas mismos. El cierre, con Charly García cantando "Los dinosaurios" ("la canción más hermosa del mundo", en palabras de Vero Diorio), fue la apoteosis de esa magnífica idea.
 
4- Nos sorprendió. ¿Quién se hubiera imaginado a Pablito Ruiz hablando de sus problemas como cantante olvidado en el disparatado consultorio de su psiquiatra? ¿A quién se le ocurrió desempolvar al "Pájaro" Gómez, el cantante de Vilma Palma, y hacerlo figurar como un empleado del Ital Park? ¿Cómo es que Pablo Echarri terminó componiendo a un seductor coordinador de una empresa de turismo y que Mercedes Morán fue brevemente la mamá de Clarita? "Graduados" no solo hizo desfilar a un sinfín de invitados especiales en la pasarela de su trama, sino que además le asignó papeles bien pensados, que les permitían no solo poner la cara sino también lucirse y, sobre todo, innovar.
 
5- Nos hizo valorar. Han recibido tantos elogios Mirta Busnelli y Roberto Carnaghi por sus actuaciones en esta tira que pareciera que es la primera vez que descollan en sus trabajos. Lo mismo ha ocurrido con Nancy Dupláa, Daniel Hendler, Paola Barrientos, Isabel Macedo y Luciano Cáceres, entre otros. El guión, los detalles de la producción y, por supuesto, el talento natural de estos actores los han realzado no solo por sobre la competencia sino también por sobre muchos de sus anteriores trabajos. El público, a veces reacio a los productos y exponentes locales, comenzó a apreciar y a confiar mucho más en lo hecho en Argentina.
 
Tras un cierre simple, pero conmovedor, nos hará extrañarlo. 

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