Cuando 123 allanamientos y 66 operativos no alcanzan

Cuando 123 allanamientos y 66 operativos no alcanzan

28 Octubre 2012
"Creo que nunca se trabajó tanto como en estas zonas", fue la primera frase que hilvanó el comisario Fabián Salvatore, jefe de la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop), después de repasar la cantidad de procedimientos realizados en los distintos barrios de La Costanera desde 2009. No salía de su sorpresa al leer los números: hubo 123 allanamientos y 66 operativos callejeros, en los que se detuvo a 186 personas y se secuestró tres kilos y medio de marihuana y casi siete kilos de cocaína, fraccionada en tizas y ravioles. También encontraron LSD y diez plantas de marihuana. Se hallaron 15 balanzas, 22 licuadoras para picar droga, 15 vehículos y 25 armas.

Según el comisario, muchas de estas causas terminaron con condenas, aunque también admitió que hubo reincidencias. "Detuvimos a familias enteras dedicadas a la venta de estupefacientes", precisó. Y también remarcó la alta participación de mujeres en el narcotráfico de La Costanera: fueron 65 "transas" las que terminaron tras las rejas, mientras que 121 varones fueron detenidos.

Este fenómeno tiene dos explicaciones. Por un lado, ellas se hacen cargo del negocio cuando sus maridos caen presos. Otra situación frecuente es que la mujer se entregue en un operativo para después pedirle a los jueces el beneficio de la prisión domiciliaria. Cuando tienen hijos o son mayores (abuelas), suelen conseguir con facilidad este privilegio.

Los vecinos de La Costanera se mostraron muy conformes con el trabajo de la Digedrop en los diferentes barrios que bordean el río Salí. Pero reclamaron que esta repartición no puede luchar sola contra todo lo que ocurre en la zona. "Realizan trabajos muy peligrosos y difíciles. A estos policías también les debe generar bronca cuando los dealers salen tan pronto de la cárcel y vuelven a vender", señala Elsa Juárez, una de las "Madres del Pañuelo Negro". Según las mujeres de la agrupación, sin una solución a todos los problemas sociales del barrio será imposible sacar a los "transas" para siempre. "Si los chicos están contenidos y tienen trabajo, los dealers no tendrán a quién venderles droga", resalta Juárez.

Los "transas" son vecinos con los que hace poco las madres compartían festejos y reuniones. La falta de empleo y la pobreza extrema ha llevado a muchos de ellos a elegir esta vía ilegal para conseguir dinero. Según un estudio de la Justicia Federal, el 90% de los detenidos en La Costanera es desempleado y en el 68% de los casos los dealers son también consumidores de drogas.

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