Los acusados negaron haber disparado

Los acusados negaron haber disparado

Los sospechosos están detenidos en un lugar secreto para evitar que sean atacados.

A TRIBUNALES. Raúl Arias y Daniel Ruiz en el momento que son trasladados para declarar ante la fiscala Carrizo. LA GACETA / FOTO DE GUSTAVO RODRíGUEZ A TRIBUNALES. Raúl Arias y Daniel Ruiz en el momento que son trasladados para declarar ante la fiscala Carrizo. LA GACETA / FOTO DE GUSTAVO RODRíGUEZ
06 Octubre 2012

No negaron que estuvieron en el lugar. Tampoco brindaron grandes detalles. Daniel Ruiz y Raúl Arias, aprehendidos por la muerte de Pablo Juárez, el hincha de Atlético Concepción, escucharon la acusación de la fiscala María de las Mercedes Carrizo y se declararon inocentes, dijo una fuente judicial.

Durante el mediodía de ayer, Carrizo recorrió la zona en la que se produjo el enfrentamiento, acompañada por personal de la División Homicidios y Delitos Complejos y de la comisaría de Banda del Río Salí, a cargo de los comisarios Hugo Cabeza y Jorge Rodríguez, respectivamente.

En una casa vecina al lugar del enfrentamiento vive un hombre solo. Nadie más. Los policías le pidieron ingresar porque buscaban el arma homicida. Después del permiso y de revisar detalladamente el lugar llegaron a la zona del patio, donde divisaron un revólver. El mismo que, se cree, fue lanzado hacia esa vivienda luego del enfrentamiento.

A partir de eso, Carrizo ordenó que se realice una pericia balística para determinar si de allí salió la bala que hirió mortalmente a Juárez.

También hubo un tercer hombre aprehendido, que llegó al lugar por el llamado de su hija que estaba en la fiesta que se desarrollaba en la vivienda. La joven le había contado de la balacera y su padre se bajó del auto con una pistola en la mano. La Policía lo detuvo por tenencia ilegal de armas. "No tiene nada que ver con el enfrentamiento", dijo la fuente judicial consultada. Por eso, anoche se iba a ordenar su libertad.

Hasta el momento la Justicia busca mantener bajo reserva el lugar de alojamiento de los sospechosos, para evitar represalias de la facción de la hinchada a la que pertenecía la víctima.

En los próximos días, la fiscala podría solicitar su traslado al penal de Villa Urquiza, para garantizar la integridad física de los aprehendidos.

Cuando la policía llegó al lugar del hecho, únicamente detuvieron a Ruiz. Arias no aparecía, al menos no lo encontraron. Pero pasaron dos horas de iniciado el operativo y una cosa salió a la luz, los efectivos se dieron cuenta de que el buscado estaba escondido en el techo del mismo lugar. Estuvo allí oculto, durante esas dos horas hasta que lo encontraron. El operativo estuvo a cargo del comisario Jorge Rodríguez y fue supervisado por el comisario José Díaz. La triste historia dice que Juárez se convirtió en la víctima 272 de la violencia en el fútbol, a lo largo del tiempo. Mientras que en Tucumán lleva el número 12.

Ningún hecho es uno más, pero este podrá sobresalir del resto ya que se transformó en el primer caso en Tucumán donde muere una persona por un enfrentamiento entre integrantes de la misma barra.

Lo más lamentablemente es que esta es una tendencia que crece, no sólo a nivel local, sino nacional y aún no hay vistas de que la cuestión vaya a cambiar, al menos en el corto plazo. Los ejemplos se repiten en clubes de todas las categorías, incluso en Primera división, donde están los clubes más populares.

 La lista negra
Francisco Pérez. El 7 de marzo de 1984, simpatizante de San Martín, fue ultimado por un hincha "pirata" durante un partido entre Atlético y Belgrano.

Carlos Civilar. El 8 de julio de 1986, luego del partido entre Atlético Concepción y Central Norte, recibió una puñalada en un supuesto asalto a un almacén.

Fidel Gutiérrez. El 3 de febrero de 1991 falleció por los golpes que recibió al haber quedado atrapado en una avalancha en La Ciudadela.

Miguel Pistán. El 28 de junio de 1992 muere por una avalancha que se produjo en un clásico en La Ciudadela.

Juan Angulo. El 17 de marzo de 1993, el simpatizante de Talleres fue asesinado por hinchas de San Martín que le aplicaron una puñalada en el cuello.

Hernán Villarreal. También el 17 de marzo de 1993, hincha de Talleres, murió al recibir un disparo en la cabeza.

Miguel Barrionuevo. El 13 de marzo de 1994 fue golpeado por simpatizantes "decanos" que se encontraban en un bar.

Luis Gerardo Caro. El 15 de septiembre de 2001 muere al recibir un disparo en el pecho luego de que La Banda del Camión emboscara a los simpatizantes de Atlético, en La Ciudadela.

Pablo Palavecino. El 20 de marzo de 2003, el medio hermano de María Jesús Rivero, fue asesinado de un disparo que supuestamente salió del arma de Sergio "Chupete" Acevedo.

Javier Sueldo. El 2 de octubre de 2005 murió el hincha "santo" por las heridas que le propinaron sus pares de Atlético.

Adrián Brito. El 12 de octubre de 2010 el menor murió después de haber recibido un balazo al quedar en medio de un enfrentamiento entre La Inimitable y La Banda del Camión.

Publicidad
Comentarios