Ella jura que no es Oscar

Ella jura que no es Oscar

19 Agosto 2012
"No soy Oscar P., pero tuve que demostrarlo. Hace poco más de un año, por casualidad, supe que un hombre que vive en otra provincia usa mi número de DNI como si fuera suyo. La primera advertencia fue de un banco donde abrí una cuenta. Al ingresar mis datos, un cartel saltó en la pantalla de la computadora del empleado. Silencio e incomodidad. Había una coincidencia de datos con el de otro cliente. Sí, los mismos ocho números estaban ahí. Mis ocho números, con el nombre de otro. No tuve inconvenientes para seguir el trámite, pero sí me alarmó tener que dar explicaciones y mostrar otras documentaciones. Consulté con abogados y me explicaron que era habitual en algunos casos, por errores en el Registro Civil. Pronosticaron que no habría inconvenientes. Eso sí, siempre y cuando el género de la persona con el "número mellizo" no fuera el mismo. Sin embargo, no fue tan así. Meses después, quise inscribirme como monotributista en la AFIP porque lo necesitaba para un nuevo trabajo. Tras largas colas y toda una mañana perdida, llegué al mostrador. La empleada tipeó mi DNI y ahí estaba de nuevo la coincidencia. El cartel. Las caras largas. La sospecha de que era yo la usurpadora de identidad. No pude completar la inscripción. Me explicaron que, para hacerlo, debía tramitar en la Justicia Electoral una constancia de que mi DNI era mío. Lo tengo. Una amiga descubrió en los padrones que quien usa mi número, en realidad, tiene otro. Sólo una cifra nos diferencia. Con mala intención, o por error, sigue utilizando el que me corresponde. Junto a mi documento llevo permanentemente el certificado. No soy Oscar, pero debo demostrarlo cada vez".

(Gabriela, 28 años)

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