"La soñé en el pasto y ensangrentada"

Dos meses antes de que hallaran los restos óseos en un cañaveral de Leales, la mamá de Marcela Chiaro supo que la iban a encontrar. "Soñé que ella (Marcela) estaba tirada en un lugar donde había mucho pasto, con la cara sangrienta, vestida de color claro y me decía: 'mamá, ya me van a encontrar y pronto voy a estar con ustedes'", confesó Delia a LA GACETA.

Cuando ayer sonó el teléfono en la casa del matrimonio Chiaro (en Esperanza, Santa Fe), la confirmación del ADN no los sorprendió. "En cuanto nos llamaron para decirnos que estaba desaparecida, le dije a mi hermano: 'este hijo de puta (por Luis Corral) la mató'", recordó la mujer, a quien sólo le queda exigir justicia por la muerte de Marcela. "El asesino estaba siempre con nosotros. ¿Quién iba a decir que ese delincuente iba a matar a mi hija?", expresó Delia, con bronca y dolor.

La madre de la víctima también denunció que los familiares del principal sospechoso del crimen la insultaron e intentaron defender la inocencia de quien fue el concubino de Marcela hasta su último día con vida. "Él puede estar 100 años preso, pero después sale y está vivo; en cambio, mi hija está muerta, no la voy a ver más", agregó Delia, sin consuelo.

La mujer vio a Marcela por última vez el 18 de enero, cuando Corral le pidió que regresara a la casa luego de una pelea. "Después hablamos por teléfono pero el 14 de febrero era mi cumpleaños y no me llamó. Claro, porque ya estaba muerta. Ahora me pregunto para qué la buscó. ¿Para matarla?".

Hoy Delia la recuerda como un ángel, una muy buena persona, a la que todos querían mucho. Y espera que la Justicia los autorice para cremar los restos de Marcela, para que al fin se quede con ellos, como le pidió en su sueño.