Una colección que excede lo estrictamente litúrgico

Una colección que excede lo estrictamente litúrgico

DE TODO. Misales, crucifijos y esculturas forman parte de los tesoros del museo. DE TODO. Misales, crucifijos y esculturas forman parte de los tesoros del museo.
30 Marzo 2012
El Museo de Arte Sacro nació en 1968 como una iniciativa de allegados a la Catedral y terminó concretándose a partir de la labor de Susana Rougés, apoyada por el cura párroco, monseñor Segundo Soria.

La primera tarea que demandó la formación del museo fue la de reunir los vasos sagrados, imágenes y objetos que estaban destinados al culto y que, por una u otra causa, habían quedado fuera de uso. O que, por utilizarse sólo en contadas ocasiones, raramente estaban a la vista. Así llegó a formarse una importante y significativa colección, que excediendo lo estrictamente litúrgico rescataba el acervo cultural de Tucumán.

Con el tiempo fueron sumándose las donaciones y préstamos de diversos objetos que pertenecieron a distintas familias tucumanas.

El museo estuvo cerrado durante una década hasta que contó con su sede definitiva. Eso se concretó a partir de 2001, por iniciativa de monseñor José Ricardo Arbó.

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