"O no se toma alcohol, o maneja otro"

"Hay dos opciones: o no se toma alcohol, o maneja una persona que no haya consumido. Lo demás es picardía criolla", expresó el jefe de la Policía Vial de la provincia, Héctor Cheín.

Consultado por LA GACETA sobre la cantidad de accidentes de tránsito en los que estuvieron involucrados conductores alcoholizados, el comisario dijo que son muchos los casos. "No tenemos cifras exactas, pero el alcohol está presente en muchos accidentes", manifestó.

El ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, pidió "encarecidamente a todos aquellos que estén al frente de un volante que sean prudentes a la hora de conducir y que no beban alcohol si van a salir a la ruta".

Manzur hizo el pedido ante el recambio de quincena turístico en el país y tras conocerse un video en el que un conductor ebrio tuvo un accidente en la ruta 11, el 1 de enero pasado, en el que murió una persona.

En Argentina, la ley de Tránsito regula que la cantidad de alcohol autorizada para conducir un automóvil es inferior a 500 miligramos por litro de sangre. Para motocicletas o ciclomotores el límite es de 200 miligramos y para los choferes de camiones y colectivos está prohibido cualquier concentración de alcohol.

"Un vaso no hace nada"

El Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), publicó un informe en diciembre en el que destacó la incidencia del alcohol en los accidentes, que crecen en las fiestas de fin de año y durante las vacaciones. Según el mismo, para descartar el mito de que "un vaso no hace nada", hay que tener en cuenta que el organismo requiere de un cierto tiempo para eliminar el alcohol.

"El hígado elimina entre 0,15 y 0,2 gramos de alcohol ingerido por hora. De esta forma, dos vasos de vino, y los efectos que generan, se eliminan aproximadamente en un período cercano a las tres horas. No existe nada que acelere este proceso y no funciona el mito de la ducha fría o una taza de café bien cargado", afirma el informe.