11 Noviembre 2011
MEDITACION. La convocatoria fue exitosa en el parque Guillermina. LA GACETA / FOTO DE INES QUINTEROS ORIO
Hoy, 11 del 11 del 11, a las 11 y 11 minutos y 11 segundos, se ha vivido una curiosidad matemática que sólo ocurre cada 100 años. Durante un segundo, el sistema horario y el calendario ha producido un número capicúa, un palíndromo que se lee de la misma forma en ambas direcciones, formado por 12 números 11.
En Tucumán, unas 100 personas, en su mayoría vestidas de blanco, meditan desde esa hora en el parque Guillermina por la posibilidad de profundos cambios en el mundo a partir de la coincidencia numérica. La sesión central (habrá varias durante todo el día) fue encabezada por el maestro Rayim Ferrara, y acompañada por muchas personas que se acercaron espontáneamente ante la convocatoria.
La hora señalada pasó desapercibida en el parque, donde la concentración de los asistentes hizo que nadie se fijara en el reloj. Hay dos carpas que protegen del sol a los asistentes, que siguen llegando al lugar, y un escenario donde habrá espectáculos musicales.
Como ya ocurrió con el temido efecto 2000 o también en la Edad Media cuando se acercaba el año 1000, todo tipo de supersticiones han surgido para la fecha. Los optimistas esperan que se abra un portal energético que llenará de vibraciones de paz y amor a la Tierra. Claro que es una cuestión de fe y de interpretaciones varias. Otros esperan que sea un día más, común y corriente. LA GACETA ©
En Tucumán, unas 100 personas, en su mayoría vestidas de blanco, meditan desde esa hora en el parque Guillermina por la posibilidad de profundos cambios en el mundo a partir de la coincidencia numérica. La sesión central (habrá varias durante todo el día) fue encabezada por el maestro Rayim Ferrara, y acompañada por muchas personas que se acercaron espontáneamente ante la convocatoria.
La hora señalada pasó desapercibida en el parque, donde la concentración de los asistentes hizo que nadie se fijara en el reloj. Hay dos carpas que protegen del sol a los asistentes, que siguen llegando al lugar, y un escenario donde habrá espectáculos musicales.
Como ya ocurrió con el temido efecto 2000 o también en la Edad Media cuando se acercaba el año 1000, todo tipo de supersticiones han surgido para la fecha. Los optimistas esperan que se abra un portal energético que llenará de vibraciones de paz y amor a la Tierra. Claro que es una cuestión de fe y de interpretaciones varias. Otros esperan que sea un día más, común y corriente. LA GACETA ©
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