Aníbal Fernández pinta y dibuja desde el realismo mágico

"Puedo afirmar que mi pintura se define como figurativa, pero con un expresionismo personal que transita de lo real a lo irreal, que puede nacer de lo abstracto pero tomando formas que se asocian al realismo mágico. De todos modos, no me preocupa el estilo, me mueve que la obra nazca y me modifique a mí, proponiéndome un juego donde cada vez se acerque más a esta afirmación de un pensador: ?la creación es la eficaz economía de la belleza?. Creo que esto desarrolla la sensibilidad, que como diría Dostoievski, sirve para sensibilizarnos con el dolor", responde Aníbal Fernández.

El artista, que inaugurará mañana a las 20.30 una muestra de dibujos y pinturas en el MUNT (San Martín 1.545) sostiene que el arte es un oxígeno permanente. La exposición se llama "Carrousel".

Cuando se le pregunta sobre la temática, contesta: "puedo decir lo que Borges afirma respecto de los escritores; que ?los temas lo eligen a uno? es cierto. En esa maraña en que las mitologías personales nos zambullen, de golpe, a la hora de lanzarse al lienzo o al papel, emerge algo que viene de lo profundo. Hay que estar a disposición y con la técnica -si es posible- necesaria para que se produzca esta encarnación. A veces es sencillo todo y a veces complejo. No hay fórmulas y no es una fabricación, es lo que llamamos plasmación de la obra, y por muy real que sea viene desde el interior".

"Disfruto de todo aquello que puede ser pintable, a veces no importa el tema sino cómo está pintado. Pero veo que hay temas centrales en mi obra, y que son el mundo de la música , el espectáculo, el tiempo, el espacio, la mujer que siempre está presente y determina diversas facetas y momentos", apuntó.

Algunos de los títulos de sus obras parecen confirmar sus palabras: "Carrousel de las musas", "Buenos Aires souvenir", "Los olvidados", "Detrás del telón" y "Después de la función".