Un video contradice a Salame y a la polémica impugnación de un voto

Un video contradice a Salame y a la polémica impugnación de un voto

La Asamblea aprobó la Memoria, a pesar del sufragio negativo de una socia, que hubiera podido dar vuelta el resultado.

INDIGNADA. Morgado le reclama su voto al presidente Salame. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA INDIGNADA. Morgado le reclama su voto al presidente Salame. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
27 Octubre 2011
En San Martín el horno no está para bollos hace tiempo, pero, al parecer, alguien dejó la puerta abierta para que siga entrando leña. A la desordenada Asamblea General Ordinaria que aprobó la Memoria del club se le suma ahora un video en el que se puede ver la polémica impugnación de un voto que hubiera cambiado el resultado, y que contradice al presidente Abraham Salame, que sostuvo que el sufragio nunca se había concretado.

"Estoy con bronca porque no me dejaron ejercer mi derecho de votar. No tenía el último recibo. Lo mandé a mi novio que lo buscara en mi casa. Una persona de la comisión directiva se dio cuenta y le avisó al presidente. Ni bien terminó la Asamblea, me presenté ante ellos y les mostré que todo estaba en orden. Sin embargo, impugnaron mi voto", había contado a LA GACETA Silvana Morgado, empleada de la administración pública que sufragó en contra, en una votación que se definió 63 a 62.

Pero la historia no termina ahí ya que en las últimas horas apareció un video, difundido en YouTube por el programa deportivo "Línea de 3", en el que se expone a Salame. Sucede que el periodista Fabián Domínguez le consultó sobre los reclamos de la mujer y su respuesta enciende al menos dudas. "Ella no votó", fue la escueta reacción del ahora persidente del club.

Sin embargo, en las imágenes queda explícito que Morgado sí emitió su voto y que fue negativo, con lo que sembró aún más dudas sobre la cuestionada resolución tomada por los encargados de controlar a Asamblea. Esta noche se escribirá otro capítulo. La dirigencia irá por la aprobación del Balance, algo que los socios opositores no están dispuestos a aceptar. LA GACETA ©

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