Los subsidios comienzan a contar

17 Agosto 2011
BUENOS AIRES.- En la Argentina, la producción de soja está volando alto. Esto significa otro año excepcional para la maquinaria agrícola", precisó el vendedor Meniavere Carlos. Su compañía, Apache, espera que las ventas de sus plantadores y cosechadores aumenten un 20% que en 2010. La demanda local de sus máquinas, que cuestan U$S 75.000 o más, creció considerablemente.

También aumentaron las ventas al exterior. Apache, de bajos costos de fabricación, llegaron a acuerdos con compradores de Brasil, Venezuela, Rusia y de otros mercados.

Los tiempos son buenos en gran parte de la Argentina, donde el auge agrícola y la manufactura han impulsado la economía en los últimos dos años. Los ingresos están aumentando. La pobreza está en declive. Los argentinos hoy pueden la comprar automóviles y tomar vacaciones en el extranjero. Las ONU prevé que la economía del país crecerá 8% este año, muy por encima de la expansión del 2,5% este año que predicen para EEUU.

El principal motor son las exportaciones, que se espera alcancen los $ 80.000 millones este año. Eso es el triple de lo que eran en 2002, cuando el país estaba sumido en una crisis financiera. Pero los retos de hoy son diferentes. Analistas y líderes de la industria advierten que la suerte del país podría cambiar a menos que la presidenta, Cristina Fernández, reduzca drásticamente los subsidios al consumo y ajuste las riendas de la inflación, que podría llegar al 25% este año. También preocupa la fuga de capitales, que aceleró la crisis de 2001.

Competitividad
Asimismo, advierten que las ventajas competitivas que las empresas argentinas, como Apache, disfrutaron en la última década se están evaporando por el aumento de los costos laborales.

La economía está funcionando bien, asegura Alberto Ramos, de Goldman Sachs, pero advirtió que el alto costo de los subsidios y programas de bienestar social "están empezando a contar". En ese sentido, destaca que el país superó la crisis de 2001-2002, cuando entró en default con una deuda externa de más de $ 130.000 millones.

Otros analistas advierten sobre el "mosaico de tarifas especiales" y los impuestos (distorsivos) a los productores de bienes de alimentos, los subsidios a las naftas y la energía de los hogares para mantener bajos los precios internos que distorsionan la economía.

"Así se está ayudando a los propietarios ricos que pueden permitirse pagar el precio completo. Los usuarios de ómnibus están subsidiando el hombre que conduce un Ferrari", finalizan los analistas.

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