"El vehículo no tenía permiso de transporte y violaba una norma"

"El vehículo no tenía permiso de transporte y violaba una norma"

Viaña dijo que controlan las rutas, pero Pellasio denunció inacción por parte del Gobierno.

28 Abril 2011
Si bien todavía se desconocen los motivos que desencadenaron el incidente que acabó con la vida de Miriam Elizabeth Vega, se especuló también acerca del mal estado en el que se encontraba el ómnibus. "Tenía las ruedas lisas", dijo Patricio Gramajo, que vive en Lules. "Nunca están en buen estado los transportes en los que se trasladan los cosecheros. Viajan con una precariedad tremenda", agregó Dante, hermano de José Corbalán, víctima del vuelco que protagonizó el colectivo.

"Para que el ómnibus no tenga problemas en la ruta, para que pase los controles o para notificar el traslado de esta gente, se debe sacar un permiso de licencia de transporte donde se le exige al vehículo la inspección técnica, el seguro, la ART, un carnet del chofer y otra serie de requisitos. Este vehículo estaba sin permiso de transporte", le dijo a LA GACETA Roberto Viaña, director de Transporte de la Provincia.

El puesto de la Policía Vial en la zona estaba apostado a la altura de La Reducción. "El ómnibus no llegó hasta ahí. Estaba violando una norma, no estaba secuestrado porque no llegó a pasar un control. A estos vehículos los controla la Dirección de Transporte y la Policía Vial. Estos rodados pueden ser de particulares, pueden ser de productoras. El dueño de este vehículo era Julio César Paredes. De hecho no tenía permiso de transporte", manifestó el funcionario. Según indicó, en el caso de que no se presente la reglamentación requerida, se procede al secuestro del vehículo. "Ya hubo reuniones con la Asociación Tucumana de Citrus, con las citrícolas y con las compañías de segur", explicó Viaña. El funcionario aseveró que en la provincia hay 600 ómnibus que trasladan a los cosecheros y que circulan con permiso. Y agregó que los colectivos que no cumplen con los requisitos viales "son de sortear y esquivar el control tomando rutas alternativas".

Pese a sus palabras, Jesús Pellasio, secretario general de Uatre (el gremio que nuclea a los cosecheros), aseveró que denunciaron en reiteradas oportunidades las malas condiciones de los ómnibus que trasladan a los cosecheros sin que nadie impidiera su circulación. "El Gobierno provincial no controla", aseveró. Allegados a los damnificados multiplicaron sus quejas sobre el mal estado de los colectivos en la guardia del hospital Padilla, donde la mayoría de las víctimas fue internada. "A los zafreros, a los cosecheros y a los golondrinas deberían facilitarles mejores medios de transporte. Parecería ser que los lleva un carro", disparó Celso Cajal, amigo de Miguel Olea, otro de los viajeros heridos.

En 2002, 49 personas murieron al caer un ómnibus en la Cuesta del Totoral, en Catamarca. La mayoría eran peregrinos que vivían en Concepción. Raúl Oyola, dueño del ómnibus, fue juzgado y luego sobreseído por el delito de cohecho.

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