08 Marzo 2011
ÉL NO ESTARÁ. Flores (de gris) se presentará mañana sin su cliente. Piccinetti tendrá un nuevo juicio. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
Parece que, al final, Luis Rafael Piccinetti le ganará la carrera al reloj. La Justicia tiene 24 horas para dar con el acusado de homicidio agravado, evadido desde el día en que le iban a dictar sentencia. Y, si hasta mañana no aparece, deberán someterlo a un nuevo juicio oral y público, posiblemente con otro tribunal. Así, sólo la coimputada y viuda de la víctima, Silvia Raquel Lai, escucharía el veredicto de los jueces.
El agricultor José "Pepe" Salas fue asesinado a golpes en la cabeza en julio de 2007, en su casa de Trancas.
Piccinetti, que se hizo conocido en esa localidad por abrir el primer gimnasio de la zona, está acusado de haber perpetrado el ataque junto con Silvia Lai. Según las sospechas, ambos involucrados mantenían una relación clandestina que Salas descubrió. Esto, según el expediente, habría desencadenado el crimen.
Como pasaron más de dos años detenidos bajo el régimen de prisión preventiva, los dos sospechosos salieron en libertad. Y así llegaron al juicio, que comenzó el 14 de febrero.
Una semana después, los vocales de la sala IV de la Cámara Penal, María del Pilar Prieto, Horacio Lázaro Villalba y Marta Cavallotti, iban a dictar sentencia.
Antes, debían escuchar los alegatos de los defensores Roberto Flores (por Piccinetti) y Manuel Pedernera (por Lai), y de la fiscala de Cámara, Marta Jerez de Rivadeneira.
Pero esa audiencia no llegó a celebrarse, pues Piccinetti no apareció. Los jueces lo declararon en rebeldía y pidieron su inmediata captura. Pero, al parecer, fue demasiado tarde.
Tres días antes de la sentencia, en diálogo con LA GACETA, Piccinetti había dicho que se iría a pescar a El Cadillal con unos amigos para relajarse antes del fallo. "El lunes explota tribunales", dijo en esa ocasión. Además, insinuó que tenía la certeza de que sería condenado a prisión perpetua.
Desde entonces, nadie sabe nada de él.
Las pistas
Los magistrados le solicitaron al propio jefe de Policía, comisario general Hugo Sánchez, que se hiciera lo posible para dar con el masajista. Personal de la Dirección de Investigaciones, a cargo de los comisarios Raúl Ferreira y Humberto Ruezga, comenzó a buscar datos en Tucumán y en todo el país. Famaillá, Lules y Tafí Viejo, Salta y Buenos Aires fueron algunos de los puntos donde, se creyó, podía estar el masajista. "Hemos hecho diligencias en distintas provincias, pero no hay nada certero", señaló una fuente cercana a la pesquisa.
Mañana, Lai comparecerá ante el tribunal y escuchará la sentencia, adelantó su defensor.
No así Piccinetti. Flores, en diálogo con LA GACETA, señaló que ocupará su lugar, pero que no tendrá participación en los alegatos. "Sus familiares me enviaron mensajes de texto preguntándome si sabía algo de él porque lo están extrañando mucho. No tienen idea de dónde está", señaló.
Además, aclaró que, de haber sabido de la fuga, le habría aconsejado a Piccinetti que no lo haga. "A mí también me afectó emocionalmente que haya escapado. Uno siempre quiere terminar de la mejor forma un proceso, no así. Pero soy abogado defensor, y sé que debo estar preparado para todo tipo de circunstancias", indicó.
El tiempo no para. Y de Piccinetti no se sabe nada. Eso sí: lo que la fiscala y los jueces digan de Lai, probablemente le dé una pista al prófugo sobre cuál será su futuro.
El agricultor José "Pepe" Salas fue asesinado a golpes en la cabeza en julio de 2007, en su casa de Trancas.
Piccinetti, que se hizo conocido en esa localidad por abrir el primer gimnasio de la zona, está acusado de haber perpetrado el ataque junto con Silvia Lai. Según las sospechas, ambos involucrados mantenían una relación clandestina que Salas descubrió. Esto, según el expediente, habría desencadenado el crimen.
Como pasaron más de dos años detenidos bajo el régimen de prisión preventiva, los dos sospechosos salieron en libertad. Y así llegaron al juicio, que comenzó el 14 de febrero.
Una semana después, los vocales de la sala IV de la Cámara Penal, María del Pilar Prieto, Horacio Lázaro Villalba y Marta Cavallotti, iban a dictar sentencia.
Antes, debían escuchar los alegatos de los defensores Roberto Flores (por Piccinetti) y Manuel Pedernera (por Lai), y de la fiscala de Cámara, Marta Jerez de Rivadeneira.
Pero esa audiencia no llegó a celebrarse, pues Piccinetti no apareció. Los jueces lo declararon en rebeldía y pidieron su inmediata captura. Pero, al parecer, fue demasiado tarde.
Tres días antes de la sentencia, en diálogo con LA GACETA, Piccinetti había dicho que se iría a pescar a El Cadillal con unos amigos para relajarse antes del fallo. "El lunes explota tribunales", dijo en esa ocasión. Además, insinuó que tenía la certeza de que sería condenado a prisión perpetua.
Desde entonces, nadie sabe nada de él.
Las pistas
Los magistrados le solicitaron al propio jefe de Policía, comisario general Hugo Sánchez, que se hiciera lo posible para dar con el masajista. Personal de la Dirección de Investigaciones, a cargo de los comisarios Raúl Ferreira y Humberto Ruezga, comenzó a buscar datos en Tucumán y en todo el país. Famaillá, Lules y Tafí Viejo, Salta y Buenos Aires fueron algunos de los puntos donde, se creyó, podía estar el masajista. "Hemos hecho diligencias en distintas provincias, pero no hay nada certero", señaló una fuente cercana a la pesquisa.
Mañana, Lai comparecerá ante el tribunal y escuchará la sentencia, adelantó su defensor.
No así Piccinetti. Flores, en diálogo con LA GACETA, señaló que ocupará su lugar, pero que no tendrá participación en los alegatos. "Sus familiares me enviaron mensajes de texto preguntándome si sabía algo de él porque lo están extrañando mucho. No tienen idea de dónde está", señaló.
Además, aclaró que, de haber sabido de la fuga, le habría aconsejado a Piccinetti que no lo haga. "A mí también me afectó emocionalmente que haya escapado. Uno siempre quiere terminar de la mejor forma un proceso, no así. Pero soy abogado defensor, y sé que debo estar preparado para todo tipo de circunstancias", indicó.
El tiempo no para. Y de Piccinetti no se sabe nada. Eso sí: lo que la fiscala y los jueces digan de Lai, probablemente le dé una pista al prófugo sobre cuál será su futuro.
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