El cruce del puente pone a prueba la paciencia

El cruce del puente pone a prueba la paciencia

Vialidad de Salta habilitó un carril del paso sobre el río Las Cañas, y las demoras para atravesarlo de sur a norte fueron de una hora. Se formó una cola de cinco kilómetros de largo. La Policía salteña y Gendarmería montaron un operativo especial

¡AL FIN PASAMOS! Vialidad de Salta habilitó un carril del puente y los vehículos comenzaron a transitar sobre el terraplén que fue reparado. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI ¡AL FIN PASAMOS! Vialidad de Salta habilitó un carril del puente y los vehículos comenzaron a transitar sobre el terraplén que fue reparado. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
08 Marzo 2011
ROSARIO DE LA FRONTERA (Álvaro Simón Padrós, enviado especial).- Los cinco kilómetros de vehículos detenidos sobre la ruta parecían una imagen de cine catástrofe, como si todos esos viajeros varados intentaran huir de alguna amenaza inminente. Lo cierto es que el único desafío que tenían era cruzar el terraplén norte del puente que atraviesa el río Las Cañas, en Rosario de la Frontera, Salta. El paso, ubicado en la intersección de las rutas 9 y 34 (kilómetro 1.434), se derrumbó el domingo a causa de la creciente del río, y tras una apertura provisoria entre las 18 y las 21, se clausuró nuevamente hasta las 6 de ayer. Desde entonces, sólo se encuentra habilitado un solo carril.

"Se necesitaron 1.000 metros cúbicos de tierra y escombros para rellenar el socavón. El material se extrajo de tres ríos aledaños", explicó a LA GACETA el director de Vialidad de Salta, Gerardo Villalba. En las tareas de restauración del viaducto se necesitaron seis máquinas excavadoras, 20 camiones para transportar tierra y 15 operarios de Vialidad que debieron trasnochar para solucionar el percance. Estas cifras dan una idea de la magnitud del daño causado por el agua. "Vamos a trabajar hasta que pare de llover; por ahora la situación está controlada", agregó el funcionario. Denunció, además, que Vialidad Nacional no se hizo responsable de la reparación, a pesar de que por jurisdicción le hubiera correspondido. "Es una ruta nacional, pero nuestro deber es ayudar", expresó.

"La creciente del río nos agarró con la guardia baja. Ahora nos pusimos en ventaja porque estamos precavidos", afirmó Gustavo Erico Paul, subsecretario de Defensa Civil de Salta.

Una pesada espera

Una hora (un poco más, tal vez) era el tiempo que debían esperar los viajeros que ayer querían cruzar el puente hacia el norte, y 40 minutos quienes conducían hacia el sur. Tras una pasada de vehículos en ambas direcciones se hacía un intervalo de 15 minutos. Durante ese lapso, las topadoras repasaban el camino. A las 12 de ayer eran unos 500 los rodados que enfilaban hacia Metán (norte), y 250 los que se dirigían a Rosario de la Frontera (sur). Así lo precisó el comisario mayor Regino Monteros. En los operativos de control participaron la Policía de Salta, Gendarmería y Bomberos Voluntarios. "Todo el personal está abocado a la labor de mantenimiento. Le indicamos a la gente que circule con precaución. Ya pueden pasar los transportes pesados", contó el comisario Néstor Alfredo Cardozo, jefe de Policía de esa provincia.

Hubo personas que, ante el desastre que había causado la tormenta, decidieron tomar un atajo. "El único desvío posible es por la ruta 68, que lleva a Cafayate y a Tafí del Valle, aunque es una vuelta grande. Algunos no quisieron pasar la noche en el auto y pegaron el volantazo hacia los cerros", relató un policía.

Ayer, la bronca no sobrevolaba la caravana de vehículos atascados. Fue una jornada mucho más tranquila que la del domingo, en la que hasta hubo piñas. Pero, a pesar de la aparente calma, varios se exaltaron cuando vieron al auto de LA GACETA circular por la banquina este de la carretera (con permiso policial) para poder sortear la hilera de vehículos y llegar hasta el lugar del corte. "¡Se están colando estos h. de p...!", exclamó un joven mientras amenazaba con arrojar una piedra sobre el coche de prensa.

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