Habló sobre Pérez y quedó al borde de la detención

Habló sobre Pérez y quedó al borde de la detención

Un oficial, que labró el acta cuando mataron al juez en Yerba Buena, dio detalles que no se conocían, lo que alteró a la fiscala de Cámara

DETALLES. Beltrán explica y los jueces, los querellantes, la fiscala y los defensores lo escuchan. Sólo uno de los abogados pidió que no fuera arrestado. DETALLES. Beltrán explica y los jueces, los querellantes, la fiscala y los defensores lo escuchan. Sólo uno de los abogados pidió que no fuera arrestado.
03 Marzo 2011
Fue el policía que realizó el acta que encabeza la causa por el crimen del juez Héctor Agustín Aráoz. Y, horas después del hecho, llamó desde su casa al teléfono celular del ex oficial Darío Pérez, hoy acusado del homicidio.

Esa conjunción de episodios no le "cerró" a la fiscala de Cámara, Juana Prieto de Sólimo. Por eso, aunque el oficial auxiliar Gustavo Javier Beltrán había llegado como testigo a la sala de juicio, salió del recinto con pedidos de detención por distintos delitos. "Hay sospechas de que podría estar incurriendo en los delitos de incumplimiento de los deberes del funcionario público o de encubrimiento. Es indispensable que esto se investigue", reclamó Prieto de Sólimo.

El 26 de noviembre de 2004, cuando a Aráoz lo asesinaron de nueve balazos en su casa de avenida Aconquija 2.950, Beltrán trabajaba como sumariante en la comisaría de Yerba Buena (hoy presta servicio en la sección Robos y Hurtos). "A las 22.55, recibimos un llamado del comisario (Carlos) Vega (entonces jefe de Regional Norte) quien ordenó que fuéramos a la casa del juez Aráoz porque se decía que había muerto", dijo Beltrán.

El oficial contó lo que vio esa noche. En el lugar ya estaban Rodolfo Domínguez, Andrés Fabersani y Rubén Albornoz, tres policías que trabajaban en la comisaría de Banda del Río Salí y que están acusados de encubrimiento agravado y de incumplimiento de los deberes del funcionario público. En una camioneta azul, dijo Beltrán, estaba llorando Ema Hortencia Gómez, la ex agente que está coimputada del homicidio del juez y que era su novia. "En un momento dado, Domínguez me dijo que el juez estaba ?QRT?. Ese código significa en la Policía que hay un vehículo o un elemento fuera de servicio. Con eso, el comisario me daba a entender que Aráoz estaba sin vida", relató Beltrán.

Luego, el oficial recordó la llegada de los familiares del magistrado, de las autoridades policiales y judiciales, y de los peritos que intervinieron en el caso. Su función esa noche fue la de documentar todo. El acta que realizó comprende las primeras cuatro fojas de las casi 5.000 que tiene el expediente.

Desconfianza

La fiscala, a medida que iba preguntando, mostraba cada vez más desconfianza en el relato de Beltrán. "¿Hasta qué hora trabajó usted esa jornada?", dijo Prieto de Sólimo. "Toda la noche y todo el sábado. Me retiré cuando los acusados llegaron a la comisaría, alrededor de las 19.30. Ese mediodía, el fiscal (Guillermo) Herrera almorzó en la dependencia; allí me preguntó sobre Pérez: si lo conocía y si tenía alguna manera de comunicarme. Le contesté que lo conocía, pero que no sabía su dirección ni su teléfono", dijo el oficial.

Luego, la fiscala le pidió que dijera si había ido también ese día a la casa de Pérez, quien vive en Lules. "Para nada. A las 19.30 fui a mi casa. Llegando, en la esquina, me crucé a un amigo, (Adrián) Villagra, que estaba con su hijito. Y, como es también amigo de Pérez, le pregunté si tenía su número de teléfono. Me dijo que sí y me lo dio. Entonces, llegué a mi casa, llamé al comisario (Pedro Angel) Lazarte y le dije que tenía el celular del ex oficial. Él me ordenó que lo llamara y me dijo que iba a hablar con el fiscal para contarle todo", dijo. Además, añadió que no comentaron detalles sobre la causa. "Charlamos un rato y me contó del mensaje que Ema Gómez le había mandado. Me dijo que si era necesario iba a declarar", remarcó.

Prieto de Sólimo no quedó convencida con lo que dijo el policía. Sobre todo porque Pérez, cuando declaró, comentó que le había dado su número de celular a Villagra (también policía) la tarde en que asesinaron al juez Aráoz. "¿No es demasiada casualidad? -señaló la fiscala-. Nada de lo que usted relata consta en la causa. ¿No sabía usted que había otros policías buscando a Pérez?".

Beltrán intentó esbozar una respuesta, pero la fiscala no le dio tiempo a terminar. "Voy a solicitar la detención del oficial de Policía. Además, pido que se averigüe cuál es la vinculación entre él, Pérez y Villagra. Hay datos que no aparecieron en seis años y ahora surgen", dijo.

En un primer momento, el presidente del tribunal, Pedro Roldán Vázquez, rechazó el planteo. "Por ahora, no ha lugar; el testigo aún está declarando", explicó. Pero la fiscala interpuso un recurso de reposición, por lo que Roldán Vázquez tuvo que consultar con sus pares, Carlos Norry y Emilio Páez de la Torre, sobre la resolución. "Se reserva la decisión hasta que termine de declarar", dijo.

Los defensores Cergio Morfil (por Domínguez) y Mario Mirra (por Ema Gómez) se adhirieron al pedido de la fiscala. Nilda González de Escobedo (por Albornoz) y Rodolfo Baza (representante de la acción civil por la Provincia) no se opusieron. Sólo Gustavo Morales (abogado de Pérez y Fabersani) cuestionó el planteo. "El único testigo mendaz que declaró fue Agustín Aráoz Terán (hijo del juez). Este testigo (por Beltrán) ha colaborado mucho con la investigación. No se configura ningún delito", aseveró el defensor.

La fiscala insistió: que el oficial haya trabajado luego de su horario de trabajo y desde su casa acabó siendo una circunstancia demasiado llamativa. Para colmo, Beltrán confesó que conocía a Pérez desde sus años como cadete de Policía. "Pero no somos amigos", aclaró.

A las 13, cuando culminó la jornada matutina, el tribunal dispuso que Beltrán permaneciera demorado e incomunicado en Tribunales.

A la tarde, Mirra sembró la misma duda que la fiscala. "Usted dio el nombre de Adrián Villagra, que es desconocido para todos nosotros. Esa información no fue labrada en acta y usted la da hoy. Pero ya era conocida por una parte de la causa, y la había ofrecido como nueva prueba, incluso con un cuestionario", dijo Mirra, haciendo referencia a la prueba testimonial ofrecida por el abogado Morales, al inicio del juicio. "¿Cómo podía saber una de las partes la información que solamente conocía usted?", le preguntó Mirra a Beltrán. "Yo no sabía que estaba mencionado en la causa", alegó el oficial.

"Pero ese dato lo tenía solamente usted. ¿Tiene o no tiene relación con Pérez?", cuestionó Mirra. "No", respondió. "¿Y cómo sabe Pérez el nombre de Villagra en la causa? ¿Es adivino o clarividente?", insistió el abogado, y sin esperar respuesta pidió que se instruya por la fiscalía de turno las actuaciones por los delitos de incumplimiento de información pública de Beltrán.

Beltrán tampoco pudo explicar cómo se secuestró el teléfono celular de Gómez, ni por qué si un jefe de Beltrán buscaba a Pérez, él fue hasta su casa para llevarlo a declarar.

Cuando los abogados lo interrogaron sobre los datos que no estaban consignados en las actas, el oficial atinó a decir: "Fueron errores involuntarios". Hoy, cuando finalice su interrogatorio, los camaristas deberán decidir: ¿le creen a Beltrán, o aceptarán los planteos de la fiscala y los abogados y pasará de testigo a imputado?

Comentarios