El mes ideal para fortalecer los objetivos

Pareciera que en diciembre se termina el mundo, al menos en el ambiente corporativo. Descontando a las compañías que trabajan con productos o servicios estacionales, la sensación general es que el año termina antes del 31. "Obviamente esto no es así, aunque si es cierto que no es el mejor momento para plantear objetivos nuevos", dice Daniel Rosales, director de la Escuela Latinoamericana de Coaching. Según el experto, diciembre suele ser un mes de conflictos internos en las organizaciones. "La gente siente el cansancio laboral, con el consecuente estrés y discusión", acota. El personal está pensando más en las fiestas de fin de año que en los objetivos, y contando los días que le faltan para irse de vacaciones.

¿Qué hacer ante este escenario? Si la gente está desganada, afirma Rosales, se pueden realizar actividades de team building, para trabajar la motivación y el espíritu de equipo a través del coaching. "Este puede ser un excelente momento, además, para realizar actividades de capacitación, que puedan ponerse en marcha al regreso del descanso veraniego con una pequeña "refrescada", o para hacer un cierre y evaluación de lo realizado todo el año, relajarse y organizar cómo se va a trabajar cuando pasen las fiestas: fijar nuevos objetivos, y repasar las dificultades en el logro de los anteriores", indica el experto. Asi como los equipos de fútbol se concentran para establecer cómo van a trabajar de allí en adelante, los equipos de la empresa pueden aprovechar para armar la pretemporada.

Esa pretemporada puede aportarle al personal algo de oxígeno, para transitar mejor el último tramo del año y aprovechar el mes para incrementar los recursos de las personas. "Es hora de transformar el término Recursos Humanos por la de Humanos con Recursos, y estos requieren ser renovados año ras año. Diciembre y enero son buenos meses para proveerlos", puntualiza Rosales.