04 Diciembre 2010
El gobernador, José Alperovich, no dio lugar al debate: las discusiones salariales entre los gremios estatales y el Gobierno se sustanciará en marzo. Ante esta postura, los sindicatos que nuclean a los empleados públicos y movimientos sociales votaron un plan de lucha que se agudizará desde el lunes, cuando la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realice una asamblea ampliada en la sede de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA). Pero parece ser que no estarán solos en este reclamo.
Aunque no anunció aún la realización de protestas, la Asociación Gremial de Trabajadores Municipales (AGTM) de Banda del Río Salí entró al ruedo con un planteo ambicioso: exigen un aumento salarial "urgente, efectivo y genuino" de $ 1.000. "La inflación comió el salario estatal. El estómago, la salud, la educación, la vestimenta de nuestras familias no pueden ser discriminadas y ni pueden esperar hasta marzo", advirtieron el secretario general del gremio, Roque Ramón Urueña, y la secretaria de prensa, Berta Estela Maldonado.
El ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez, había precisado que la suba de las asignaciones familiares a $ 220 implicaba un enorme esfuerzo para las arcas del Gobierno. "Eso no es una gran obra; y el adelanto del sueldo de diciembre sólo endeuda más al trabajador, (porque debe recurrir a la banca) por un préstamo para afrontar los gastos del inicio de clases, en febrero", agregaron, en referencia al anuncio del gobernador, de efectuar en los próximos días el pago de sueldo de dos meses (noviembre y diciembre) y del medio aguinaldo.
"Sólo burlas"
En duros términos, criticaron los acuerdos salariales a los que arribaron meses atrás los gremios estatales y el Gobierno. "Los aumentos pactados con el ministro Jiménez sólo fueron una burla en comparación con lo que recibieron otros trabajadores; en su momento lo denunciamos y reclamamos que se nos incorpore, junto a todos los gremios, en la discusión, sin sectarismo discriminatorio", dijeron. Aclararon que preferirían no protestar: "el estatal ya no aguanta. Exigimos justicia social para abocarnos a nuestros deberes y no estar en la calle para hacer oír nuestro descontento".
Aunque no anunció aún la realización de protestas, la Asociación Gremial de Trabajadores Municipales (AGTM) de Banda del Río Salí entró al ruedo con un planteo ambicioso: exigen un aumento salarial "urgente, efectivo y genuino" de $ 1.000. "La inflación comió el salario estatal. El estómago, la salud, la educación, la vestimenta de nuestras familias no pueden ser discriminadas y ni pueden esperar hasta marzo", advirtieron el secretario general del gremio, Roque Ramón Urueña, y la secretaria de prensa, Berta Estela Maldonado.
El ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez, había precisado que la suba de las asignaciones familiares a $ 220 implicaba un enorme esfuerzo para las arcas del Gobierno. "Eso no es una gran obra; y el adelanto del sueldo de diciembre sólo endeuda más al trabajador, (porque debe recurrir a la banca) por un préstamo para afrontar los gastos del inicio de clases, en febrero", agregaron, en referencia al anuncio del gobernador, de efectuar en los próximos días el pago de sueldo de dos meses (noviembre y diciembre) y del medio aguinaldo.
"Sólo burlas"
En duros términos, criticaron los acuerdos salariales a los que arribaron meses atrás los gremios estatales y el Gobierno. "Los aumentos pactados con el ministro Jiménez sólo fueron una burla en comparación con lo que recibieron otros trabajadores; en su momento lo denunciamos y reclamamos que se nos incorpore, junto a todos los gremios, en la discusión, sin sectarismo discriminatorio", dijeron. Aclararon que preferirían no protestar: "el estatal ya no aguanta. Exigimos justicia social para abocarnos a nuestros deberes y no estar en la calle para hacer oír nuestro descontento".
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