Amín ve esfumarse sus sueños de libertad

Amín ve esfumarse sus sueños de libertad

La Corte rechazó un recurso extraordinario.

25 Octubre 2010
El santiagueño Pablo Amín quedó a un paso de tener que purgar la condena a prisión perpetua por el crimen de su pareja, María Marta Arias. La Corte Suprema de la Provincia rechazó la semana pasada un recurso extraordinario que habían presentado los defensores del confeso homicida, Roberto Flores y Martín Zottoli, para que les permitan enviar el expediente al máximo tribunal de la Nación. Así, la sentencia que dictó el año pasado la sala II de la Cámara Penal está a un paso de quedar firme.

La mañana del 27 de octubre de 2007, Amín y Arias llegaron desde Santiago del Estero para participar de un congreso. Según testigos, el hombre protagonizó varios incidentes bastante llamativos hasta que, a la noche, se marcharon a un hotel situado frente al parque 9 de Julio. Allí, a la madrugada, Amín mató a su pareja. Los motivos no están claros, pero el ataque fue tremendo. Antes de la joven falleciera, cuando estaba inconsciente por la golpiza que había sufrido, el muchacho le sacó los globos oculares usando un elemento cortante que jamás fue hallado. Desde ese día, está preso, y se inició un debate sobre si es inimputable o no. Los vocales de la sala II, Emilio Herrera Molina, Alberto Piedrabuena y Emilio Páez de la Torre, consideraron que era consciente del alcance de sus actos. Y lo condenaron a prisión perpetua, a pedido de los fiscales Marta Jerez de Rivadeneira y Daniel Marranzino y del representante de la querella, Mario Leiva Haro.

Los defensores del condenado aseguran que el hombre no está cuerdo. Por eso, buscaban que la Corte Suprema de la Nación revisara el fallo. Pero la semana pasada recibieron un revés del tribunal superior tucumano. Ahora, sólo les resta presentar una queja directa, pero todo indica que las posibilidades del santiagueño son mínimas.

Para colmo, recientemente se confirmó que será juzgado por las amenazas que le dirigió al entonces secretario de la sala II de la Cámara Penal, Luis Lezana Flores.

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