04 Octubre 2010
Los narcos custodiaban la droga con un arsenal
En barrio 11 de Marzo, agentes de la Digedrop y la Policía Federal arrestaron a tres mujeres, y secuestraron marihuana y cocaína. Los investigadores se incautaron de cuatro kilos de estupefacientes, de más de $ 20.000 y de pistolas, revólveres y una carabina.
LLENOS DE PLATA. Durante los allanamientos, se les secuestró varios miles de pesos a los detenidos. LA GACETA / FRANCO VERA
Los dealers comenzaron su propia guerra. En el oscuro mundo del narcotráfico que rodea a la capital, las mexicaneadas se hicieron muy frecuentes, afirman los especialistas. Y, para evitar que les quitaran la mercancía, los "transas" de barrio 11 de Marzo se habían armado con un verdadero arsenal. Pero cuando se vieron rodeados de uniformes azules, las pistolas, los revólveres y la carabina no les sirvieron absolutamente de nada.
Agentes de la Dirección General de Drogas Peligrosas de la fuerza provincial (Digedrop) y la Policía Federal realizaron cuatro allanamientos el fin de semana. Así, pudieron desbaratar una organización que vendía estupefacientes en varios barrios del sur de la capita. Por orden del juez federal Daniel Bejas, fueron arrestadas tres mujeres, se incautaron de dos kilos y medio de cocaína; de uno y medio de marihuana; y de $ 20.300.
En noviembre, la Policía fue alertada sobre lo que estaba ocurriendo en barrio 11 de Marzo. Cerca de dos escuelas, de un CAPS y de la comisaría de la jurisdicción, los dealers habían montado sus guaridas. A lo largo de estos meses, personal a cargo del subcomisario Jorge Nacusse realizó tareas de inteligencia. Así, se obtuvieron filmaciones y fotografías que probaban el supuesto narcotráfico. Además, varios compradores fueron interceptados y relataron cómo operaban los vendedores.
Sobre la base de estas evidencias, Bejas ordenó el viernes a la noche los cuatro procedimientos.
Cerca de las 22, agentes al mando de los comisarios Fabián Salvatore, jefe de la Digedrop, y y Adrián Corbalán, titular de la PFA en Tucumán, irrumpieron en la casa de "La Pollo", de 33 años. Justo en ese momento, la mujer estaba por intercambiar algo con un adolescente que la esperaba fuera de su vivienda. Ella salió corriendo y arrojó todo debajo de un ropero. Allí había 21 "tizas" de cocaína y $ 2.000, indica el parte oficial.
A metros de allí, en la casa de "Ale", de 37 años, los policías hallaron 190 "tizas" de cocaína en una bolsa, dentro de una letrina. Además, panes de marihuana y dinero. Cuando el equipo de uniformados entró, sorprendió in fraganti a la mujer cuando fraccionaba las dosis de "paco" y los "bagullos".
Los investigadores describen la guarida de "La Loca" como una fortaleza. En su vivienda, la mujer de 38 años tenía varias dosis de "paco". Además, ocultaba dos pasajes de regreso desde Bolivia. "Se cree que ella sería importadora de droga, pero se debe buscar más evidencias de ello", dijo un policía.
Afuera de esa casa, los agentes interceptaron al "Chetito", un adolescente de un barrio cercano que tenía un billete de $ 50 en la mano y trató de excusarse diciendo: "ella me llamó, no sé para qué". Pero en esos momentos llegó su madre. "Esta infeliz y su marido le venden droga hace más de un año a mi hijo. Le cobran $ 10 o $ 20 por esa porquería, y si no tiene plata, le reciben ropa, celulares y otras cosas que él roba", les explicó la mujer a los policías, según el informe.
En los procedimientos, la Policía se incautó de varios elementos que servían para "estirar" la droga. También secuestraron dos pistolas calibre 9 mm, dos revólveres calibre 22, una carabina y cuchillos.
Agentes de la Dirección General de Drogas Peligrosas de la fuerza provincial (Digedrop) y la Policía Federal realizaron cuatro allanamientos el fin de semana. Así, pudieron desbaratar una organización que vendía estupefacientes en varios barrios del sur de la capita. Por orden del juez federal Daniel Bejas, fueron arrestadas tres mujeres, se incautaron de dos kilos y medio de cocaína; de uno y medio de marihuana; y de $ 20.300.
En noviembre, la Policía fue alertada sobre lo que estaba ocurriendo en barrio 11 de Marzo. Cerca de dos escuelas, de un CAPS y de la comisaría de la jurisdicción, los dealers habían montado sus guaridas. A lo largo de estos meses, personal a cargo del subcomisario Jorge Nacusse realizó tareas de inteligencia. Así, se obtuvieron filmaciones y fotografías que probaban el supuesto narcotráfico. Además, varios compradores fueron interceptados y relataron cómo operaban los vendedores.
Sobre la base de estas evidencias, Bejas ordenó el viernes a la noche los cuatro procedimientos.
Cerca de las 22, agentes al mando de los comisarios Fabián Salvatore, jefe de la Digedrop, y y Adrián Corbalán, titular de la PFA en Tucumán, irrumpieron en la casa de "La Pollo", de 33 años. Justo en ese momento, la mujer estaba por intercambiar algo con un adolescente que la esperaba fuera de su vivienda. Ella salió corriendo y arrojó todo debajo de un ropero. Allí había 21 "tizas" de cocaína y $ 2.000, indica el parte oficial.
A metros de allí, en la casa de "Ale", de 37 años, los policías hallaron 190 "tizas" de cocaína en una bolsa, dentro de una letrina. Además, panes de marihuana y dinero. Cuando el equipo de uniformados entró, sorprendió in fraganti a la mujer cuando fraccionaba las dosis de "paco" y los "bagullos".
Los investigadores describen la guarida de "La Loca" como una fortaleza. En su vivienda, la mujer de 38 años tenía varias dosis de "paco". Además, ocultaba dos pasajes de regreso desde Bolivia. "Se cree que ella sería importadora de droga, pero se debe buscar más evidencias de ello", dijo un policía.
Afuera de esa casa, los agentes interceptaron al "Chetito", un adolescente de un barrio cercano que tenía un billete de $ 50 en la mano y trató de excusarse diciendo: "ella me llamó, no sé para qué". Pero en esos momentos llegó su madre. "Esta infeliz y su marido le venden droga hace más de un año a mi hijo. Le cobran $ 10 o $ 20 por esa porquería, y si no tiene plata, le reciben ropa, celulares y otras cosas que él roba", les explicó la mujer a los policías, según el informe.
En los procedimientos, la Policía se incautó de varios elementos que servían para "estirar" la droga. También secuestraron dos pistolas calibre 9 mm, dos revólveres calibre 22, una carabina y cuchillos.
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