13 Julio 2010
¡CHUYYY, QUE FRIO! Muchos tucumanos que venían disfrutando del "veranito" salieron corriendo a aprovechar las ofertas para poder abrigarse.
El grueso abrigo de corderoy que lucía un maniquí en la vidriera era tentador. Liliana Mora no lo dudó y lo compró. Claro que no lo iba a llevar a su casa en la bolsita. Se lo puso inmediatamente y continuó con los trámites que habían motivado su visita al centro. El frío intenso que se sintió ayer y que promete quedarse toda la semana sacudió las perchas de los negocios de ropa. Desde hace varios días estaban esperando las bajas temperaturas y, tal vez por casualidad, el termómetro decidió bajar justo en la misma jornada en que la mayoría de los comercios lanzó la liquidación.
La tendencia climática desconcierta a muchos comerciantes, mientras que otros ya empezaron a cambiar sus productos para adecuarlos a lo que ellos llaman los inviernos "tibios". Entre los percheros de algunos negocios ya no se ven tantas camperas inflables y casi han desaparecido los sacos de piel o los clásicos gamulanes. Los abrigos de paño y los de polar (prendas livianas que abrigan lo justo y necesario en nuestras latitudes) ganan espacio, cuenta Melania Salas, empleada de un local que expende ropa para toda la familia.
Como el frío tardó tanto en llegar, el valor de los productos de temporada bajó. Algunas prendas ya están a la mitad de precio, destacó Rubén Daziano, de una tienda regional. "La liquidación trajo el frío, qué se le va a hacer", bromeó. No obstante, el clima helado es el mejor disparador de las ventas, según dijo.
De todas formas, los comerciantes no esperan que el frío se quede mucho tiempo. En los primeros días de agosto lanzarán la nueva temporada de prendas de media estación y de verano, destacó Daziano.
Las diferencias
Los inviernos más cortos y mucho más benévolos empezaron a hacerse frecuentes en la última década, según destaca el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El 2000 fue el último año en el que el mes de julio tuvo muchos días helados, especificó el meteorólogo Osvaldo Molina, jefe de la Delegación Tucumán del SMN.
En 2000, desde el 11 y hasta el 19 de julio se registraron temperaturas de entre 2 grados y -1,5 grado. Un año después, julio tuvo sólo tres días con temperaturas bajo cero (el 27, 28 y 29). En los tres años siguientes no se registraron marcas bajo cero durante julio y las mínimas se ubicaron entre los 5 y 6 grados. En 2006, sólo hubo tres días fríos, aunque el termómetro no bajó a más de 3,6 grados. El 2007 tuvo marcas históricas por las heladas que se produjeron durante cuatro días de julio. En 2008, las mínimas oscilaron entre los 6 y los 8 grados y en 2009 hubo tres días gélidos, con temperaturas de -1,5 grados, de cero grado y de un grado. Este año, la temperatura más baja que se registró hasta ahora fue de 6 grados, aunque se prevé que en los próximos días la mínima roce los 2 o 3 grados.
"Julio, que históricamente es el mes más frío del año, ha ido cambiando su perfil de la mano del calentamiento global y de otros fenómenos externos, como El Niño o La Niña", señaló Molina, y destacó que hubo heladas típicas de esta época que en algunos años se han trasladado hacia junio o agosto. Haciendo una comparación, Molina deduce que los días helados (con bajísimas temperaturas, de cero grado o menos) se han reducido a la mitad y que hubo años en los que desaparecieron estas marcas.
La disminución de la cantidad de días helados también ha ido cambiando la percepción del frío entre los tucumanos, opinan los comerciantes. Acostumbrados a tanta calidez, dicen, la llegada de un poco de frío los "desacomoda". Ayer fue un ejemplo: la mínima fue de alrededor de 8 grados y la gente salió corriendo a comprar abrigos. Las peatonales se cubrieron de personas cargadas con bufandas y gruesas camperas. Molina anunció que esta ola de frío será intensa, pero no polar. La temperatura irá descendiendo de a poco hasta el fin de semana, se estima. La otra semana subirían las marcas y hacia fin de mes se espera otro descenso de la temperatura.
Tanto han cambiado las marcas en los últimos tiempos que ya nadie se sorprende con los "veranitos" en pleno julio. El problema es que lo mismo hay que invertir en ropa de invierno, comenta Nicasio Valenti. A sus 72 años extraña los viejos tiempos en los que no había locura climática.
La tendencia climática desconcierta a muchos comerciantes, mientras que otros ya empezaron a cambiar sus productos para adecuarlos a lo que ellos llaman los inviernos "tibios". Entre los percheros de algunos negocios ya no se ven tantas camperas inflables y casi han desaparecido los sacos de piel o los clásicos gamulanes. Los abrigos de paño y los de polar (prendas livianas que abrigan lo justo y necesario en nuestras latitudes) ganan espacio, cuenta Melania Salas, empleada de un local que expende ropa para toda la familia.
Como el frío tardó tanto en llegar, el valor de los productos de temporada bajó. Algunas prendas ya están a la mitad de precio, destacó Rubén Daziano, de una tienda regional. "La liquidación trajo el frío, qué se le va a hacer", bromeó. No obstante, el clima helado es el mejor disparador de las ventas, según dijo.
De todas formas, los comerciantes no esperan que el frío se quede mucho tiempo. En los primeros días de agosto lanzarán la nueva temporada de prendas de media estación y de verano, destacó Daziano.
Las diferencias
Los inviernos más cortos y mucho más benévolos empezaron a hacerse frecuentes en la última década, según destaca el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El 2000 fue el último año en el que el mes de julio tuvo muchos días helados, especificó el meteorólogo Osvaldo Molina, jefe de la Delegación Tucumán del SMN.
En 2000, desde el 11 y hasta el 19 de julio se registraron temperaturas de entre 2 grados y -1,5 grado. Un año después, julio tuvo sólo tres días con temperaturas bajo cero (el 27, 28 y 29). En los tres años siguientes no se registraron marcas bajo cero durante julio y las mínimas se ubicaron entre los 5 y 6 grados. En 2006, sólo hubo tres días fríos, aunque el termómetro no bajó a más de 3,6 grados. El 2007 tuvo marcas históricas por las heladas que se produjeron durante cuatro días de julio. En 2008, las mínimas oscilaron entre los 6 y los 8 grados y en 2009 hubo tres días gélidos, con temperaturas de -1,5 grados, de cero grado y de un grado. Este año, la temperatura más baja que se registró hasta ahora fue de 6 grados, aunque se prevé que en los próximos días la mínima roce los 2 o 3 grados.
"Julio, que históricamente es el mes más frío del año, ha ido cambiando su perfil de la mano del calentamiento global y de otros fenómenos externos, como El Niño o La Niña", señaló Molina, y destacó que hubo heladas típicas de esta época que en algunos años se han trasladado hacia junio o agosto. Haciendo una comparación, Molina deduce que los días helados (con bajísimas temperaturas, de cero grado o menos) se han reducido a la mitad y que hubo años en los que desaparecieron estas marcas.
La disminución de la cantidad de días helados también ha ido cambiando la percepción del frío entre los tucumanos, opinan los comerciantes. Acostumbrados a tanta calidez, dicen, la llegada de un poco de frío los "desacomoda". Ayer fue un ejemplo: la mínima fue de alrededor de 8 grados y la gente salió corriendo a comprar abrigos. Las peatonales se cubrieron de personas cargadas con bufandas y gruesas camperas. Molina anunció que esta ola de frío será intensa, pero no polar. La temperatura irá descendiendo de a poco hasta el fin de semana, se estima. La otra semana subirían las marcas y hacia fin de mes se espera otro descenso de la temperatura.
Tanto han cambiado las marcas en los últimos tiempos que ya nadie se sorprende con los "veranitos" en pleno julio. El problema es que lo mismo hay que invertir en ropa de invierno, comenta Nicasio Valenti. A sus 72 años extraña los viejos tiempos en los que no había locura climática.
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