"Mas allá de los nervios, hay que salir a la calle"

"Mas allá de los nervios, hay que salir a la calle"

Choferes brindaron detalles de los ataques.

EXPERIENCIAS. Cortez y Lucena dijeron que son riesgos de la profesión. EXPERIENCIAS. Cortez y Lucena dijeron que son riesgos de la profesión.
21 Junio 2010
Fueron noticia cuando LA GACETA publicó que recibían entrenamiento en defensa personal. Pero en los cursos no se prepararon para defender el colectivo de los eventuales proyectiles que podían lanzarles. "Atiné a darme vuelta y preguntarle a una mujer, que iba sentada en el primer asiento con un bebé, si estaba bien", contó Jorge Lucena. El colectivero conducía el miércoles una de las unidades de la línea 19 que fue atacada por desconocidos.

"Iba con un inspector, a quien le saltaron astillas del parabrisas en la cara. Frente a una panadería había un policía, por lo que me acerqué y le avisé del ataque. Además, presioné el botón de pánico", relató Lucena, en referencia al dispositivo instalado en cada colectivo, que una vez presionado da aviso a un operador de alguna situación irregular. Lucena dijo que no pudo ver a los agresores. "Me di cuenta que habían arrojado algo contra el colectivo cuando reventó el vidrio", dijo.

"Primero pensé que era una piedra, pero cuando se repitió unas cuadras más adelante, me preocupé", dijo César Caldez, el conductor del primer ómnibus agredido. El chofer comentó que sus ojos fueron salpicados por las astillas que saltaron del parabrisas. "Un pasajero tenía unas gotitas para los ojos con los que me los limpió", contó Caldez.

Distendidos, los choferes bromeaban sobre los ataques. "Cuando fue el segundo impacto, un hombre me dijo ?¿tenés problemas con alguien vos?, dijo Caldez. "Pensabas que era el esposo de tu novia", bromeó Lucena. A pesar del susto, los choferes emprendieron el día siguiente su labor. "Esto es así. Más allá de los nervios, tenemos que hacer nuestro trabajo. Es como cuando nos asaltan. Hay que seguir", dijo Lucena. "Al principio estaba perseguido, miraba para todos lados. Pero después subió una policía. Ahí me tranquilicé", comentó Caldez.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios