El regreso del trío oscuro

El regreso del trío oscuro

Rodriguez, Pais y Di Natale son equipo por segunda vez. GENTILEZA TELEFE Rodriguez, Pais y Di Natale son equipo por segunda vez. GENTILEZA TELEFE
24 Marzo 2010
"Hoy renuncio a mi cargo... Cometí un error y tengo que pagarlo", dijo ante el micrófono de "CQC" y buscando dónde esconder la cabeza, el ex concejal de Tartagal Hugo Torina. Con ese impactante informe, que derivó en el papelón del funcionario, regresó el programa humorístico con toques de periodismo en su 14ª temporada.
Gonzalo Rodríguez, que mantiene su doble rol de cronista y conductor, acorraló al ex edil que se había quedado, un año antes, con un aire acondicionado que la producción había donado para los damnificados por el alud. El aparato tenía colocado un rastreador GPS, y así lo ubicaron en la vivienda. Las respuestas de quien antes de asumir como concejal estuvo a cargo del reparto de las donaciones, llegó a dar vergüenza ajena y una mezcla de indignación y pena.
Con una nueva escenografía, pero en la misma línea de los últimos años, "Caiga quien caiga" con más aciertos que bajas. La conducción de Ernestina Pais, Juan Di Natale y Rodríguez, se vio menos estructurada y rígida que el año pasado, lo que le dio más frescura y dinamismo a la presentación de las notas.
Pero el trío sigue siendo de temer por sus comentarios ácidos y mordaces.
Entre los menos que suele tener el programa que creó Mario Pergolini se destacan los seguimientos a políticos, que suelen pecar de ingenuidad. La idea de ser "la voz de la gente" con la que juega la producción, con Pablo Camaití como notero, suele quedar en la broma de poco vuelo con escasos aportes de información. Eso ocurrió con las notas a Francisco De Narváez, Eduardo Duhalde y la presidenta Cristina Fernández.
Aunque con un poco más de sagacidad, algo similar para con Diego Iglesias y sus encuentros con funcionarios y dirigentes.
En los informes de esta primera emisión se comió la cancha, como suele ocurrir, Clemente Cancela. En Hollywood, por ejemplo, dejó boquiabierto a Samuel L. Jackson, cuando recitó en perfecto inglés el extenso salmo Ezequiel 25, 17 que tanto le había costado aprender al actor cuando debía decírselo a sus víctimas en "Pulp Fiction", de Quentin Tarantino.
En términos periodísticos, el programa logró meterse en lugares donde nadie más lo hizo, como la casa del cónsul argentino en Los Angeles cuando vio la victoria de Racing sobre Boca con el oscarizado Guillermo Francella. O cuando Guillermo López armó una lujosa mesa en el Obelisco para brindar con champagne con Ricardo Darín, para que el actor cumpliera su promesa pre-Oscar.
Otro aporte para descontracturar aún más el envío lo hizo Juan José Campanella. "Uniformado" como uno más del elenco, se sentó junto a los conductores y presentó notas, habló del hastío de responder a cada paso sobre la importancia del Oscar a "El secreto de sus ojos", e hizo gala de buen humor.
Fue un muy buen inicio para un ciclo que varias veces pareció estar agotándose, pero que logra reinventarse sobre sus propios logros y hallazgos. Esto a pesar de que no siempre mantiene el nivel ni los estándares de humor y calidad.

Una polémica   que quedó sin aire 
La polémica cámara oculta sobre un supuesto cura que pretendía ingresar a hoteles con un niño, realizada en Rosario y que terminó en una denuncia policial, no se emitió. Tras la aclaración de los conductores sobre la intención de despertar conciencia ciudadana, y que no se trataba de una broma, presentaron otro informe con el mismo fin. En él, un actor que simulaba estar ebrio pretendía salir de estacionamientos pagos, hasta que el conserje de uno de ellos le pidió que no lo hiciera por el peligro que ello implicaba. Elogios al empleado del garaje, y clase de civismo.

La farándula siempre rinde
Entre los pocos cambios en los segmentos que ofrece la nueva temporada de "CQC" figura el de "Trabajos forzados". En esta oportunidad, Guillermo López acompañó al actor Damián De Santo (foto), quien fue eligiendo las tareas a realizar. Atendió un quiosco, barrió calles y hasta manejó una máquina vial en la pavimentación de una arteria porteña. Pero cuando fue a atender uno de los famosos carritos de la Costanera, hizo desastres al confundir los cortes de carne y sacarlos crudos de la plancha. La dueña del local terminó echándolo con muy mala cara...

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