"Una película nunca puede dañar a una novela"

"Una película nunca puede dañar a una novela"

El cineasta español Fernando Trueba criticó la industria de Hollywood. En marzo vendrá a nuestro país para presentar su película "El baile de la victoria", que protagoniza Ricardo Darín.

CON LA GACETA. No iría a ver Avatar aunque me detuviera la Guardia Civil, dijo Trueba. LA GACETA / MIGUEL VELARDEZ CON LA GACETA. "No iría a ver Avatar aunque me detuviera la Guardia Civil", dijo Trueba. LA GACETA / MIGUEL VELARDEZ
CARTAGENA, Colombia.- Le tocó abrir el "Hay Festival de Cartagena". Más de 700 personas esperaban en los palcos y en las plateas del fastuoso teatro Heredia -dentro de la ciudad amurallada- sin contar los que quedaron afuera y siguieron la transmisión en pantallas digitales. Dicen que la apertura es la más difícil, pero a Fernando Trueba no le importó. El director de cine español, ganador del Oscar en 1993, subió al escenario, se sentó en su silla, cruzó las piernas como si estuviese en el living de su casa y se expresó tono pausado en la conversación con Roberto Pombo, director del diario El Tiempo, de Colombia.

Dijo que el cine es literatura. Despotricó contra la industria de Hollywood y despertó risas en el público al relatar que estando una vez en España fue al cine y que antes del filme pasaron el trailler de Avatar. Cuando terminó de ver ese adelanto pensó: cielos, acabo de ahorrarme seis euros (valor de la entrada del cine en Europa). "No iría a ver Avatar ni aunque me detuviera la Guardia Civil", ironizó. Trueba resaltó que prefiere el cine más artesanal.

En marzo el cineasta madrileño llegará a la Argentina para presentar su nueva película "El baile de la victoria", que protagoniza Ricardo Darín. Al final del conversatorio en el teatro Heredia, Trueba charló con LA GACETA. Destacó el profesionalismo de Darín y dijo que es un actor con el que siempre quiso trabajar.

En el patio del hotel Santa Clara, donde se aloja la mayoría de los invitados al Hay Festival, Trueba le dijo nuestro diario que podría haber elegido actores españoles, pero que prefirió a Darín por encima de cualquiera.

- Partiendo de la base de que el cine es literatura, como usted dijo, cuando llega un texto a sus manos ¿en ese momento ya está viendo la película?
- Sí, de inmediato. Si no fuera porque empiezo a ver la película no haría nunca esa película por mucho que me gustara el texto. Solamente hay ciertos textos que motivan. Pero, a veces, te pueden motivar mucho y puede parecerte una obra maestra, sin embargo, no te motiva a realizar una película. Tiene que ser una película que tú la veas y que consideres que la puedes hacer.

- En la creación de los personajes ¿cómo lleva adelante el proceso respecto de las adaptaciones de textos literarios?
- Pues, es un trabajo artesanal. En el fondo, adaptar o escribir un guión original es lo mismo. No hay ninguna diferencia. La única diferencia, tal vez, es que cuando escribes un guión original hay una primera etapa en la que te tienes que crear unos personajes, una historia, y llevarla de principio a fin, pero luego esa historia la reescribes, la modificas. En cambio, cuando haces una adaptación, ha habido un "esclavo" -entre comillas y con todo respeto-, que hizo ese primer trabajo y creó esos personajes y esa historia. Entonces tú empiezas en la segunda versión. Es como que te has saltado la primera. Otro lo hizo por ti y además es un gran escritor, alguien que te gusta. Eso desde el punto de vista cinematográfico. Y del literario, el escritor ya hizo todas las etapas.

- Pero hay adaptaciones que no conforman al público y, a veces, tampoco a los propios escritores…
-Lo que siempre digo es que una película nunca puede dañar a una novela. Una película puede ser mejor o peor, igual o distinta que la novela, pero la novela sigue siendo la novela. O sea: de El Quijote se han hecho 400 versiones, pero lo que ahí queda es El Quijote de la Mancha.

- Ricardo Darín es un reconocido actor tanto en la Argentina como en el exterior. En los últimos años catapultó su carrera con "El hijo de la Novia", "Nueve reinas" y la más reciente "El secreto de sus ojos". ¿Cómo observa ese reconocimiento?
-Desde mi punto de vista era el actor con el que más he querido trabajar. Podía elegir entre actores españoles o algunos latinoamericanos, pero era con Darín con quien más ganas tenía de trabajar. Entonces, una de las cosas maravillosas de haber hecho "El Baile de la Victoria" es que había un personaje para Ricardo y el trabajo ha sido una delicia con él. La verdad que nos hemos llevado muy bien; creo que somos amigos y cuando está en Madrid viene a casa y vamos a cenar por a’i… o hacemos comida en casa y la pasamos de maravillas. Es una persona muy entrañable, muy rápido de cabeza, muy inteligente y con un sentido del humor arrollador.

- También seductor para el público femenino
-Nato. Y no puede hacer nada para impedirlo. Ricardo es una persona que durante la filmación lo quiere hasta el maquinista.

- ¿Cómo ve las chances para el Oscar de "El secreto de sus ojos"?
-No lo sé. Es muy difícil pronosticar algo así. No sé las otras películas nominadas cuáles son. Bueno en realidad las nominaciones todavía no han salido. Vino la primera selección de nueve películas y el 2 de febrero me parece que salen las nominaciones.

- ¿Qué le pareció la película de Juan José Campanella?
- Creo que por ser Campanella, que es un director muy bueno, pero que trabaja mucho en América (se refiere a Estados Unidos), es decir muy a la americana de estilo; me pregunto si eso le ayuda o le perjudica en el camino al Oscar de mejor película de habla extranjera. Es una pregunta que me hago y que el tiempo la contestará. Probablemente él (por Campanella) también se haga esa pregunta. Si eso va en su favor o en su contra no sabría responderlo. Pero Campanella es un súper profesional, muy potente.

-¿ Qué es lo que más le importa transmitir en sus películas?
-Siempre busco eso que JeanRenoir (cineasta francés 1894-1979) decía: el cine es el arte de mostrar los bellos sentimientos. Es una definición probablemente muy parcial y sólo a él se le puede ocurrir definir al cine de esa manera tan concreta y que deja afuera a millones de cosas. Pues yo suscribo a esa definición, aunque deje millones de cosas afuera.

- ¿Suele ver sus películas después de un tiempo?
- Nunca. Jamás. Veo las películas de los demás y vuelvo a ver las que más me gustan todas las veces que haga falta. Es decir, puedo ver un millón de veces "Tony", de Renoir (estrenada en 1935) o "Sunset Boulevard" (1950), de Billy Wilder. Pero estar viendo una película mía para qué… hasta el punto de que me las olvido…

- Eso dice mucho de usted. ¿Por qué no quiere ver de nuevo sus películas? ¿Podría arrepentirse de alguna escena?
-A mí interesa pasarla bien con mis amigos, pero eso de estar mirándome yo mis huevos, no. Eso me parece repugnante. Soy muy poco narcisista. Soy vanidoso, porque todos somos vanidosos, especialmente quienes nos dedicamos a hacer cosas de este tipo, siempre queremos gustar. Queremos saber que ha gustado lo que hemos hecho, pero no me gusta mirarme. Yo jamás me he mirado en un espejo. Si en mi casa quitaran los espejos no me daría cuenta.

Ganó fama con su multipremiado filme "Belle Epoque"
Fernando Trueba nació en Madrid en 1955 y es hermano del guionista David Trueba. Fue presidente de la Academia de Cine de España. Su primera película se llamó "Opera prima". 
Saltó a la fama con su filme "Belle Epoque", que ganó nueve premios Goya (mejor película, mejor director y mejor actriz (Adriana Gil), entre otros galardones. 
En 1993 ganó el Oscar a la mejor película de habla extranjera por "Belle Epoque". Luego, en 1994, dirigió "Two Much", protagonizada por Antonio Banderas y Melanie Griffith.
En 1998 dirigió "La niña de tus ojos" con la actuación de Penélope Cruz. Este filme fue galardonado con siete premios Goya, uno en la categoría Mejor Película.

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