Inundaciones al acecho

Inundaciones al acecho

Luego de una larga sequía y de un diciembre lluvioso, en el que cayeron 150 mm, se anticipan intensas precipitaciones y máximas de 43° durante enero. Un experto del Servicio Meteorológico dijo que existe riesgo de inundaciones.

03 Enero 2010
Tucumán soportó varios meses de sequía en la primavera de 2009 que hacían clamar por un poco de agua. Pero bastó que llegara diciembre con un buen caudal de lluvias para que comenzara a asomar el fantasma de las inundaciones. Y el temor se acrecienta entre quienes sufren los efectos del avance de las aguas sobre sus bienes, porque se pronostica un enero lluvioso. Y además porque históricamente el primer mes del año fue el de las mayores catástrofes naturales en la provincia.
"Desde hace un mes estoy preparado con mis compuertas para el portón del garaje y para la puerta de entrada. Cuando llueve, un torrente avanza por las dos manos de la Ernesto Padilla y choca directamente contra mi casa. El agua llega a alcanzar los 50 centímetros. Pavimentaron esa calle pero no hicieron los desagües necesarios y nosotros lo tenemos  que padecer". Con una mezcla de bronca y desánimo, Claudio Muruaga (66 años) relata a LA GACETA las penurias que sufre junto a sus vecinos de Lavalle al 2.800 y 2.900, que también colocan compuertas para protegerse de la furia de la inundación.
El agua entró ya tres veces a la casa de Muruaga, quien después tuvo que tirar libros, algo de ropa y la colección de la revista Nueva, además de hacer reparar muebles que quedaron dañados. Según el hombre, el caudal arranca en la avenida Mate de Luna y avanza en descenso por la Padilla ("es un río", dice). Luego de recorrer dos cuadras por Lavalle, se canaliza por calle Lincoln.
"Tenemos que estar con el corazón en la boca, prisioneros, cuando llueve, y limpiar en el acto para que no se seque el barro", acota la esposa de Muruaga, María Eugenia. El hombre dice que hay conexiones de cloacas que desembocan en un desagüe que viene de la Mate de Luna: "en las primeras tormentas el olor es inaguantable", asegura.
Vecinos de la calle Lincoln, en el barrio San José, también se quejan. "Todo el patio y el garaje queda lleno de barro y basura. La última vez me quedé limpiando hasta las 2", señala Dominga (75), que también reclamó un canal pluvial. Marcela Medina, a su vez, dijo que usa una compuerta y bolsas de arena para contener el agua. "Muchas veces viene con aceite, que al parecer sale de un taller y de un galpón de una empresa de ómnibus", asevera la mujer, que debió hacer reparar muebles y el motor de la heladera.

Marcas en la pared
"Mire, estas son las marcas que quedaron en la pared de la última lluvia fuerte", le dice al cronista de LA GACETA Graciela Lemos. A la mujer le preocupa el tema del agua, pero mucho más "el inmenso basural que hay en el barrio. Vienen, lo limpian los de la Municipalidad y a los tres días el baldío está lleno otra vez. Y eso pasa porque llegan los chicos con los carritos, en los que traen de todo, y los vuelcan ahí".
Lemos indicó que también debe usar bolsas de arena y compuertas porque "el agua demora en desagotarse cuando llueve". Y agrega: "se pavimentó la calle, pero el problema sigue igual".
Hace varios años que los vecinos del barrio Alejandro Heredia padecen por las inundaciones. Según Cristina, "el agua nos echó a perder los roperos y los colchones. Ahora los tenemos, y también a la heladera, sobre blocks de cemento". La mujer, que puso escombros en el frente de su casa, reclamó que se construya "un cordón cuneta para que corra el agua que viene desde la avenida Democracia".
Mirta tiene seis hijos y dice que ya perdió un placard y una cómoda. "Acá, aparte del agua que entra en la casa, está el problema de la napa muy alta. Estoy haciendo levantar el nivel del patio para que cuando llueva no se me mojen más las cosas. Antes había un canal a la vuelta, pero lo cerraron para hacer casas", indicó.
Otro barrio afectado es El Salvador. "Por aquí la calle es un río cuando hay tormenta. Y el camión de la basura deja de pasar porque ya se hundió y cuesta sacarlo", cuenta Marta, madre de nueve chicos. Según dijo, hasta el 17 de diciembre trabajaron frente a su casa para construir un cordón cuneta. "Pero después se fueron y ahora dicen que volverán el 16 de este mes. Hasta entonces habrá que arreglarse con este barrial", expresó con fastidio.

Un desagüe inconcluso
Según Graciela Lemos y otros vecinos del barrio San José, hace algunos años construyeron un canal pluvial que recorre las calles Diego de Rojas, Lavalle y Lincoln, hasta la avenida Mate de Luna. Pero una cuadra antes de llegar a esta arteria, quedó inconcluso. "Ahí hay una casa. Dicen que pidieron mucha indemnización y por eso no se terminó. Qué lástima, con la falta que hace", lamentó.


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