06 Diciembre 2009
LLAMADO A LOS DIOSES. Indígenas de El Alto realizan una antigua ceremonia ritual para rogar por el triunfo del presidente de origen aymara. REUTERS
LA PAZ.- El líder cocalero Evo Morales procurará hoy la renovación de su mandato presidencial para continuar durante el próximo quinquenio el "cambio" indigenista y socialista que inició hace cuatro años.
Las encuestas pronostican que el gobernante del empobrecido país altiplánico, clave de la alianza regional izquierdista y "anti imperialista" liderada por el venezolano Hugo Chávez, se convertirá fácilmente en el primer presidente reelegido en 45 años en Bolivia. Además, podría ganar el control legislativo. No obstante, el principal aspirante opositor, Manfred Reyes Villa, auguró que forzará una segunda vuelta en febrero de 2010. Ello se produciría si, al contrario de los pronósticos, el ganador no obtiene mayoría absoluta de votos o al menos 40% y una ventaja de 10 puntos porcentuales.
Morales viajó ayer a la región cocalera del Chapare, su cuna sindical política, donde espera ser de los primeros en emitir su voto. En tanto, el ex militar derechista Reyes Villa sufragará en la ciudad central de Cochabamba, en tanto que el magnate Samuel Doria Medina, tercero en discordia, lo hará en La Paz.
Las elecciones y simultáneos referendos de autonomía en cinco departamentos y en 12 municipios pondrán a prueba un nuevo padrón biométrico, de 5,1 millones de electores, elogiado por la comunidad internacional por haber sido construido en apenas dos meses pero no exento de supuestos intentos de fraude. sin embargo, una duda empañó a última hora el proceso electoral, luego de que el Gobierno reveló que la Corte Nacional Electoral (CNE) había recibido una denuncia de un intento de fraude atribuido a Reyes Villa. La CNE confirmó que recibió el miércoles pasado la transcripción de un registro de audio en el que dos personas conversan sobre una supuesta manipulación informática para aumentar el caudal electoral de un presunto candidato. El caso quedó en manos de la Fiscalía, en tanto que el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, señaló que el candidato involucrado ofreció U$S 150.000 a un funcionario electoral para "mejorar" su votación y acceder a una segunda vuelta.
Pragmatismo
El triunfo de Morales es esperado por líderes izquierdistas latinoamericanos, que de ese modo se aliviarían del duro contraste que sufrieron el domingo pasado en Honduras, donde no lograron impedir que el Gobierno de facto de Roberto Micheletti llevara adelante unas cuestionadas elecciones generales. El boliviano, cuya llegada al poder en 2006 puso fin a un ciclo de inestabilidad política y social, es un declarado admirador de Chávez y de Fidel Castro, aunque ha dado señales de que puede ser menos radical y más pragmático. La semana pasada recibió al presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, y sólo 48 horas después fue visitado por el presidente de la española Repsol-YPF, Antonio Brufau. Luego calificó al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como el mejor presidente de Latinoamérica y un ejemplo a seguir.
Morales impulsa un histórico acceso de las mayorías indígenas al poder y un proceso de estatización de la economía que, en parte por una buena coyuntura de precios de materias primas, le ha permitido acelerar el crecimiento y acrecentar su popularidad con bonos para estudiantes, madres, ancianos y niños. (Reuters)
Las encuestas pronostican que el gobernante del empobrecido país altiplánico, clave de la alianza regional izquierdista y "anti imperialista" liderada por el venezolano Hugo Chávez, se convertirá fácilmente en el primer presidente reelegido en 45 años en Bolivia. Además, podría ganar el control legislativo. No obstante, el principal aspirante opositor, Manfred Reyes Villa, auguró que forzará una segunda vuelta en febrero de 2010. Ello se produciría si, al contrario de los pronósticos, el ganador no obtiene mayoría absoluta de votos o al menos 40% y una ventaja de 10 puntos porcentuales.
Morales viajó ayer a la región cocalera del Chapare, su cuna sindical política, donde espera ser de los primeros en emitir su voto. En tanto, el ex militar derechista Reyes Villa sufragará en la ciudad central de Cochabamba, en tanto que el magnate Samuel Doria Medina, tercero en discordia, lo hará en La Paz.
Las elecciones y simultáneos referendos de autonomía en cinco departamentos y en 12 municipios pondrán a prueba un nuevo padrón biométrico, de 5,1 millones de electores, elogiado por la comunidad internacional por haber sido construido en apenas dos meses pero no exento de supuestos intentos de fraude. sin embargo, una duda empañó a última hora el proceso electoral, luego de que el Gobierno reveló que la Corte Nacional Electoral (CNE) había recibido una denuncia de un intento de fraude atribuido a Reyes Villa. La CNE confirmó que recibió el miércoles pasado la transcripción de un registro de audio en el que dos personas conversan sobre una supuesta manipulación informática para aumentar el caudal electoral de un presunto candidato. El caso quedó en manos de la Fiscalía, en tanto que el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, señaló que el candidato involucrado ofreció U$S 150.000 a un funcionario electoral para "mejorar" su votación y acceder a una segunda vuelta.
Pragmatismo
El triunfo de Morales es esperado por líderes izquierdistas latinoamericanos, que de ese modo se aliviarían del duro contraste que sufrieron el domingo pasado en Honduras, donde no lograron impedir que el Gobierno de facto de Roberto Micheletti llevara adelante unas cuestionadas elecciones generales. El boliviano, cuya llegada al poder en 2006 puso fin a un ciclo de inestabilidad política y social, es un declarado admirador de Chávez y de Fidel Castro, aunque ha dado señales de que puede ser menos radical y más pragmático. La semana pasada recibió al presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, y sólo 48 horas después fue visitado por el presidente de la española Repsol-YPF, Antonio Brufau. Luego calificó al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como el mejor presidente de Latinoamérica y un ejemplo a seguir.
Morales impulsa un histórico acceso de las mayorías indígenas al poder y un proceso de estatización de la economía que, en parte por una buena coyuntura de precios de materias primas, le ha permitido acelerar el crecimiento y acrecentar su popularidad con bonos para estudiantes, madres, ancianos y niños. (Reuters)
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