Ensordecieron con redoblantes al director del Centro de Salud

Ensordecieron con redoblantes al director del Centro de Salud

El personal del hospital ocupó el área de la Dirección para expresar su enojo a causa de los descuentos de haberes por los días de paro.

07 Noviembre 2009
La propuesta más ruidosa fue la que se desarrolló en el hospital Centro de Salud, a tal punto que durante la mañana corrió con fuerza la versión de que el director, Ricardo Figueroa, había renunciado. El viceministro de Salud, Alberto Sabaj, confirmó luego que todos los directores de hospitales estaban confirmados en su cargo y que Figueroa en ningún momento había presentado su dimisión.
La jornada de ayer se desarrolló en medio de un barullo ensordecedor. La dirección estuvo ocupada durante toda la mañana por el personal autoconvocado, que a modo de protesta hizo sonar redoblantes, tapas de las ollas como si fueran platillos, cajas metálicas y todo tipo de elementos de percusión. Las dos secretarias del director, sentadas en sus asientos, se tapaban los oídos, sin poder concentrarse en nada. Una muñeca vestida de enfermera bloqueaba la entrada al despacho del director, y sobre la puerta se había pegado un cartel que decía "clausurado". El objetivo estaba cumplido: entorpecer el desarrollo de las actividades de la dirección, como así también las del sector administrativo.
Tránsito Contreras, cuyo padre está en terapia intensiva desde el lunes, miraba pasivamente el escándalo que realizaban los médicos, las enfermeras y el resto del personal. "Yo digo que tienen razón. Ellos nos tratan bien. Esta mañana visitaron a todos los pacientes antes de ir a protestar. Dios quiera que consigan que les aumenten el sueldo, porque trabajan con mucha responsabilidad", opinó.
A la mañana temprano, un grupo de autoconvocados fue a pedirle al director que renuncie. El funcionario no disimuló su enojo ante el planteo. "Ustedes son desagradecidos con este hospital que los recibió", atinó a decir, según comentó el médico Rubén Segovia, quien lo acompañó en el planteo. LA GACETA solicitó una entrevista con Figueroa, pero este se negó. Mientras proseguía la ruidosa protesta, la guardia trabajaba a destajo. En una de las paredes del hospital se leía: "José Jorge, estás nominado. Tenés que abandonar la casa del Gran Currado".

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