Se mudó varias veces, por sospechas de los vecinos, y tuvo dos familias

Se mudó varias veces, por sospechas de los vecinos, y tuvo dos familias

11 Mayo 2009
mendoza.- Según el diario "Los Andes", de Mendoza, el violador viene de una familia prolífica. Sus padres tuvieron 13 hijos, entre ellos él, y todos nacieron en esa provincia. A los 22 años, cuando era colectivero, se casó con una chica de 13, cuyo nombre ficticio es Andrea. La pasión por los hijos hizo que el matrimonio tuviera ocho niños en menos de 10 años. A los 23, Andrea era una madre con mucha experiencia. "Pero cuando los nenes comenzaron a ser grandes, él empezó a acercarse a ellos de un modo que no me gustaba. No me gustaba cómo los tocaba. Además era demasiado violento conmigo", relató la mujer al diario. A mediados de la década del 60, Armando Lucero trabajaba en el hotel Plaza, "pero dejó su trabajo y me lo dio a mí, creo que era para estar más tiempo con los chicos. Entonces lo eché de casa. Se fue y me quedé con los ocho nenes sola. Siempre tuve la sensación de que abusó de algunos de ellos pero no lo pude comprobar. Le perdí el rastro hasta que apareció uno de los hijos que tuvo con quien era su nueva pareja; de eso no hace mucho", agrega Andrea.
Mientras eso sucedía, Lucero conocía a otra persona, de nombre ficticio Laura. Esta mujer tiene hoy 56 años y se desempeña como oficial de Justicia en el Poder Judicial. Con ella, "El Chacal" tuvo seis hijos. Muchos de ellos nacían alternadamente con los que tenía con Andrea, su esposa oficial. Cansada de la doble vida, Andrea lo echó definitivamente de su vida y Lucero se fue a convivir con la oficial de Justicia y los seis chicos que había tenido con esta. De esos pequeños, una chica (llamada ficticiamente Paola) era su debilidad. Y comenzó a violarla a los ocho años. Según los registros, la pareja con los niños vivió en los barrios Las Tablitas y Huarpes I, de Godoy Cruz, y en una casa de Dorrego, Maipú. Las continuas mudanzas tenían que ver con que los vecinos se daban cuenta de que algo no andaba bien en esa familia, añade la nota. En todas estas casas, Paola fue violada por su padre. A los 15 años, la chica quedó embarazada y tuvo un varón, luego una nena, y después cinco más (hace dos años tuvo su último parto), todos como fruto de las relaciones con su padre. La madre de Paola habría estado al tanto de todo lo que sucedía. La mujer nunca denunció los hechos. Hace poco más de un año, Lucero, su pareja, la hija de ambos y los siete chicos se fueron a vivir a una casa de calle Patricias Mendocinas, propiedad de la madre de la pareja del "monstruo".
"Su vida consistía en ver televisión todo el día; además tenía como costumbre dormir en un colchón, solo, en la cocina. Se cree que ahí se consumaron las últimas violaciones", dijo Gerardo.

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