El arzobispo pidió a los jóvenes que no pierdan las esperanzas

El arzobispo pidió a los jóvenes que no pierdan las esperanzas

Una multitud de fieles participó del Vía Crucis de la Juventud, que recorrió las calles céntricas.

CRUCIFICADO. Un grupo de intérpretes conmovió a la multitud en la explanada de Casa de Gobierno cuando recrearon la muerte de Jesús. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO CRUCIFICADO. Un grupo de intérpretes conmovió a la multitud en la explanada de Casa de Gobierno cuando recrearon la muerte de Jesús. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
09 Abril 2009

“Humanamente hablando, la muerte de Jesús fue un fracaso. Sin embargo, desde la fe, sabemos que fue su glorificación. Porque la cruz fue el paso para la resurrección. Cristo murió y resucitó”, dijo con firmeza el arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, al hablarles a miles de jóvenes reunidos ayer, en la Catedral. “A ustedes, jóvenes, que buscan una esperanza firme, les digo lo que San Pablo escribió a los cristianos de Roma: ‘Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la fe, para que la esperanza sobreabunde en ustedes por obra del Espíritu Santo’, les encomendó.
Anoche, el tradicional Vía Crucis de la Juventud invadió las calles céntricas de la ciudad, con jóvenes de todas las parroquias, familias con niños y fieles en general. Detrás de la cruz y a la luz de las antorchas, cantaron y rezaron en cada una de las 14 estaciones. La manifestación de fe partió, como todos los años, desde el colegio Santa Catalina, en avenida Sarmiento y Rivadavia, y desde allí tomaron se encaminaron por Sarmiento y 25 de Mayo hasta llegar a la iglesia Catedral.

Mirar hacia el futuro
“Esta noche quiero hablarles de la esperanza”, les expresó monseñor Villalba al dirigirse a los fieles. “La juventud, en particular, es tiempo de esperanza, porque mira hacia el futuro”, les recordó. Pero también les pidió: “recen, den espacio en sus vidas a la oración. Participen de la misa dominical donde nos encontramos y nos alimentamos con el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Lean y mediten la Palabra de Dios. Si se alimentan de Jesucristo y viven en El, no podrán dejar de hablar de El y harán que otros jóvenes se encuentren con el Señor”, les recomendó.

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“Hacer el camino de Jesús”
Cada año, la Pastoral de Juventud de la arquidiócesis reúne a cientos de jóvenes en el tradicional Vía Crucis. “Estoy aquí porque quiero hacer el camino que hizo Jesús. Todos necesitamos recordarlo, porque de esa manera podemos valorar más lo que El hizo por nosotros. De lo contrario, toda la historia de la salvación quedaría como un cuentito”, reflexiona Juliana Salazar, de 20 años, ex alumna del colegio Santa Catalina. A pesar de haber egresado del secundario, a Juliana le queda la costumbre de concurrir todos los años al Vía Crucis. “A veces lo hago con mis amigas o con mi mamá y mi abuela”, afirma sin dejar de caminar.
Anoche, no sólo participaron jóvenes en la peregrinación sino también adultos con sus hijos. “Quiero que mis chicos se eduquen en la fe. Soy egresada del colegio María Auxiliadora y mis hijas también concurren allí”, señala María Silvia Catalán de Guevara, con Marcos y Luis de la mano. “Siempre tengo la impresión de que los católicos somos cada vez menos, pero cuando participo de actos como estos y veo esta concurrencia masiva me doy cuenta de que hay muchos como yo, que a veces tienen miedo de mostrar abiertamente a Jesús”, reconoce Gabriela Santucho, de 33 años.
La Semana Santa continuará hoy, Jueves Santo, con la recordación de la pasión y muerte de Jesús en las misas de la Cena del Señor.

Un llamado a los divorciados

“La misericordia del Señor no niega su perdón a nadie. Quienes no pueden recibir la comunión sacramental porque están divorciados o separados no deben dejar de ir a misa ni de participar de los actos de Semana Santa. Los sacerdotes sólo somos administradores de la misericordia de Dios, pero El es el dueño; El escucha a cada uno de nosotros”, expresó el vicario de la Arquidiócesis, padre Carlos Sánchez.. “El padre Mamerto Menapace solía decir que si tuviéramos los ojos de Dios, también tendríamos que tener su corazón”, señaló.

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