La lucha ha sido tremendamente desigual

CARACAS.- Un tercio del electorado se declara "ni chavista, ni opositor"; y aunque una amplia mayoría de los llamados "ni-ni" rechaza la postulación sin límite para todos los cargos electivos, las encuestas no pueden pronosticar cuántos concurrirán a las urnas. Según el gobierno, se aprobará la enmienda con entre dos y 10 puntos porcentuales de ventaja. Pero la oposición afirma que si logra atraer el voto independiente podrá derrotar de nuevo al mandatario.
El presidente asegura que aprendió de su derrota en el referendo de 2007, cuando una masiva abstención en sus filas hizo fracasar por estrecho margen una radical reforma constitucional que contemplaba su reelección continua. Esto hizo que sus adversarios recuperaran la confianza en el voto porque están convencidos de que pueden vencer a Chávez en las urnas.
Aun así, la lucha es tremendamente desigual. El militar retirado, cuya popularidad supera el 50%, llega al referendo apoyado por un ingente caudal financiero estatal. No obstante, a la oposición le basta ganar por un solo voto, mientras que "el comandante" necesita un triunfo indiscutible que consolide y exponga el alcance del apoyo a su revolución bolivariana.